Los Búfalos de Orix están a punto de colocar al derecho Yoshinobu Yamamoto a disposición de los clubes de las Grandes Ligas a través del Sistema de Traspasos y todo parece indicar que recibirán un monto récord como compensación por dejarlo en libertad.
Yamamoto es el lanzador más codiciado del actual mercado invernal de la MLB
El abridor de 25 años viene de ganar 3 triples coronas y 3 Premios Sawamura consecutivos y lo más probable es que también sea nombrado Jugador Más Valioso de la Liga del Pacífico por tercer año en fila a finales de este mes, por lo que la mayoría de los conjuntos de la MLB están interesados en firmarlo.
Según diversos analistas, su valor en el mercado actual es de al menos 200 millones de dólares y eso quiere decir que el costo de su transferencia, que se calcula a través de un sistema de porcentajes, también será muy elevado.
Las reglas actuales del Sistema de Traspasos estipulan que el club japonés que deja en libertad al jugador transferido recibirá como compensación un 20% de los primeros 25 millones de su nuevo contrato, un 17,5% de los siguientes 25 millones y un 15% del resto.
Por lo tanto, si Yamamoto llega a firmar exactamente por 200 millones de dólares, Orix recibirá como compensación por dejarlo ir 31.875.000 dólares (5 millones por los primeros 25, 4.375.000 por los siguientes 25 y 22.500.000 por los 150 restantes).
Si firma por un monto mayor a ese, el costo de su transferencia será un poco mayor, y su pacta por menos de 200 millones el costo será un poco menor, pero en ambos casos la cifra final no estará muy lejos de los 31.875.000 dólares que acabamos de mencionar.
Hay que aclarar, además, que el costo del traspaso es adicional al monto del contrato como tal. Es decir, el equipo que firme a Yamamoto tendrá que pagar 231.875.000 de dólares en total (200 millones por su contrato y 31.875.000 por su transferencia).
Obviamente, esa cifra de casi 32 millones de dólares está muy lejos de los montos históricos de más de 51 millones que pagaron en sus momentos los Medias Rojas de Boston y los Vigilantes de Texas por Daisuke Matsuzaka y Yu Darvish, respectivamente.
El alto costo de la transferencia de Matsuzaka sorprendió al mundo
En aquella época, el Sistema de Traspasos funcionaba como una subasta ciega. Una vez que la disponibilidad del pelotero era anunciada, todos los clubes de la MLB que estaban interesados en firmarlo debían presentar una oferta secreta para negociar con él y al final la más alta era la que ganaba.
Es por eso que cuando llegó el turno de Masahiro Tanaka de dar el salto a las mayores y la mayoría de los analistas estimaron que habría que pagar al menos 75 millones de dólares para poder negociar con él, la MLB se apresuró a cambiar las reglas de sistema y establecer un límite de 20 millones por transferencia.
Desde entonces, no se han vuelto a ver esas cifras récord que pagaron Boston y Texas y lo más probable es que no se vuelvan a ver con el sistema de porcentajes que se utiliza hoy día, pero eso no le resta méritos a los 31.875.000 dólares que está a punto de recibir Orix.
De concretarse, esa se convertiría en la tercera transferencia más alta en la historia del Sistema de Traspasos, después de los 51.703.411 que pagó Texas por Darvish en 2011 y los 51.111.111 que pagó Boston por Matsuzaka en 2006.
En este momento, el tercer traspaso más alto son los 26.000.194 dólares que pagaron los Yanquis de Nueva York por los derechos de Kei Igawa en 2006, seguido por los 20 millones que se desembolsaron los propios Yanquis, los Dodgers de Los Ángeles y los Angelinos de Los Ángeles por Tanaka (2013), Kenta Maeda (2015) y Shohei Otani (2017), respectivamente.
Para que podamos ver otro traspaso de 50 millones de dólares con el sistema de porcentajes que se utiliza en la actualidad, el pelotero japonés en cuestión tendría que firmar por al menos 305 millones de dólares, cosa que es poco probable pero no imposible.
El fenómeno Roki Sasaki, quien acaba de cumplir 22 años y todavía debe esperar al menos 3 temporadas para poder dar el salto a la Gran Carpa como agente libre internacional, sin duda podría llegar a esa cifra, como también el slugger Munetaka Murakami, quien cumplirá 24 años en febrero.
El Sistema de Traspasos fue creado en 1998 en parte debido al "escape" de Hideo Nomo de la NPB
Lo más curioso de la evolución de las reglas del Sistema de Traspasos desde que fue creado en 1998 es que todos los cambios que ha experimentado fueron impuestos por la MLB con el objetivo de corregir algún problema que al final no fue resuelto.
En su formato original, en el que el pelotero no tenía ni voz ni voto en todo el proceso, el principal beneficiado era el conjunto japonés, que en los casos de Matsuzaka y Darvish recibió mucho más dinero del que jamás imaginó.
Para tratar de corregir eso y evitar que sólo los equipos más ricos tuvieran acceso a los mejores talentos japoneses, la Gran Carpa presionó para establecer un límite de 20 millones por traspaso, que entró en vigencia a finales de 2013.
Esa movida sin duda perjudicó a los conjuntos nipones, que a partir de ese momento dejaron de ser los máximos beneficiados del acuerdo, pero no corrigió el problema más grave de todos: el acceso equitativo de los equipos de las mayores a los jugadores japoneses.
Se pensó que con un límite de 20 millones de dólares por traspaso y la libertad del pelotero de negociar con todos los clubes que quisiera más conjuntos tendrían la oportunidad de firmarlo, pero al final los clubes más ricos siguieron teniendo la ventaja porque ahora podían ofrecer contratos más caros que antes.
Por ejemplo, cuando Texas firmó a Darvish en 2011, pagó 51 millones por su transferencia y 60 millones adicionales por 6 temporadas de servicio. Si sólo hubiese tenido que pagar un traspaso de 20 millones, entonces hubiese podido pagarle un contrato de 91 millones al lanzador.
Eso fue precisamente lo que ocurrió con Tanaka en 2013. Como venía de cerrar esa campaña con récord de 24-0 y una efectividad de 1.27, la expectativa era que habría que pagar al menos 75 millones de dólares sólo para poder negociar con él.
MLB cambió las reglas del sistema para poder pagar menos por la transferencia de Tanaka
El cambio de reglas logró reducir el costo de la transferencia a sólo 20 millones, pero entonces los Yanquis de Nueva York decidieron ofrecerle un contrato de 7 años y 155 millones de dólares que él no dudó en aceptar, razón por la cual el problema original quedó sin resolverse.
Las reglas actuales, aunque no son perfectas, son quizás las más justas para todas las partes. Los jugadores siguen teniendo voz y voto en el proceso, ya no existe un límite al monto de dinero que pueden recibir los clubes japoneses por ceder a sus máximas estrellas y los clubes de la MLB tienen todos igual acceso al talento disponible, si bien no el mismo presupuesto para poder contratarlo.
Además de Yamamoto, otro buen abridor japonés utilizará el Sistema de Traspasos este invierno para tratar de dar el salto a las Grandes Ligas, el zurdo Shota Imanaga, quien se espera que también firme un contrato importante.
Sin duda, no llegará a los 200 millones de dólares que probablemente recibirá Yamamoto, pero es muy probable que alcance los 85 millones, lo que se traduce en un costo de 14.625.000 dólares por su transferencia (5 millones por los primeros 25, 4.375.000 por los siguientes 25 y 5.250.000 por los 35 restantes).
Esa cifra se convertiría en la séptima más alta en la historia del sistema y en la octava más cara después de que se concrete el traspaso de Yamamoto. Eso no está nada mal, sobre todo cuando se tiene en cuenta que la transferencia de Ichiro Suzuki en el año 2000 apenas llegó a 13.120.000 dólares.
Sólo nos queda esperar para saber cuáles serán los montos finales de los contratos de Yamamoto e Imanaga y el costo de sus respectivos traspasos, que dependerán como ya hemos explicado de las cifras totales de sus respectivos acuerdos.
Al final, el monto total de los mismos no es lo más importante, sino el hecho de que el costo de ambas transferencias será histórico. Sin duda, no al nivel de los traspasos de Matsuzaka y Darvish, pero sin duda muy importantes y eso hay que celebrarlo.