Nishinomiya, Japón. Especial – Sentado en un banco del gimnasio de práctica interior del Estadio Hanshin Koshien de Nishinomiya, poco antes del inicio del juego entre las Águilas de Rakuten y los Tigres de Hanshin en una lluviosa tarde de mediados de junio, el mexicano Luis Alfonso García expresa con la caballerosidad que lo caracteriza su felicidad por encontrarse finalmente jugando en Japón.
Tras varios años intentando sin éxito firmar con uno de los 12 clubes de la NPB, esta vez la fortuna sí le sonrió al espigado toletero que a pesar de concentrarse en el día a día para tratar de ayudar a su equipo a ganar no deja de aspirar a poder quedarse en la liga por varios años y hacer carrera en ella.
“Mi llegada a las Águilas de Rakuten se empezó a dar el año pasado. Derrick White, el scout del equipo y con quien jugué en México, me venía siguiendo y me recomendó. El club se mostró interesado y así fue como llegamos a un acuerdo para venirme”, comenta con serenidad el azteca.
“Cuando me dieron la noticia de que estaban interesados en firmarme me sentí muy bien, muy contento. Es una buena oportunidad para uno, tanto en términos profesionales como económicos. También estoy muy feliz por mi familia, porque esto es algo que veníamos buscando desde hace tiempo”, agrega.
“Uno siempre trata de mejorar y buscar mayores retos profesionales, por lo que ahora que finalmente se me ha presentado la oportunidad que estaba buscando voy a aprovecharla al máximo y a echarle todas las ganas del mundo para triunfar”.
A pesar de unirse al equipo dos meses después de empezada la campaña y sin mayor fama o prestigio en su curriculum, el latino ha sido muy bien recibido por sus compañeros de equipo y por los fanáticos, que no han parado de apoyarlo desde su debut el 9 de junio.
“Los fanáticos han sido grandiosos, estupendos. Son muy buenos fanáticos, muy apasionados, alegres, respetuosos y disfrutan mucho del juego. El apoyo que me han dado ha sido fantástico y eso es muy importante para uno como pelotero”, acota.
Hasta el momento, nada de lo que ha visto lo impactado en particular, pero sí reconoce que las diferencias entre el béisbol que se juega en occidente y el que se practica en Japón son notables.
“La mayor diferencia que he visto hasta ahora es la preparación, que es muy estricta. Aquí las prácticas se toman muy en serio, los horarios, las costumbres, todo es muy distinto a lo que tenemos allá en occidente, pero sólo es cuestión de tiempo hasta que logre adaptarme por completo. Tras 16 años jugando béisbol profesional a la manera occidental, cuesta un poco cambiar de costumbres, pero con un poco de tiempo seguro que lo logro”, explica con confianza.
Antes de venirse ya tuvo la oportunidad de conversar con varios compatriotas y ex compañeros de equipo con experiencia previa en Japón, quienes no dudaron en darle los consejos de rigor.
“Hablé con Karim García, Dan Serafini y Derrick White, entre otros, quienes jugaron aquí en el pasado y todos me dieron muy buenos consejos. Me hablaron de las costumbres y me dijeron qué esperar cuando llegase y todo me ha servido muchísimo”, declara.
Encantado con la comida y muy agradecido con el equipo y con todos los que intervinieron para darle la oportunidad de venir a jugar a Japón, su única promesa es echarle todas las ganas del mundo para tratar de triunfar y ayudar a su equipo a ganar.
“Me gustaría quedarme aquí, jugar varios años y hacer carrera, pero todo hay que tomarlo día a día ya que apenas estoy empezando y no puedo adelantarme mucho porque uno nunca sabe lo que puede ocurrir en el futuro. Simplemente hay que enfocarse en el día a día y echarle todas las ganas para tratar de ganar, que es lo más importante”, concluye.
A la fecha de hoy, García ha participado en 7 encuentros con su equipo, en los que ha conectado 5 indiscutibles –incluyendo un jonrón solitario– en 26 turnos para un promedio ofensivo de .192.
