Nishinomiya, Japón. Especial – Parado en el túnel que lleva a los vestuarios del Estadio Hanshin Koshien de Nishinomiya, poco antes del inicio de un partido interliga entre las Águilas de Rakuten y los Tigres de Hanshin, el lanzador dominicano Kelvin Jiménez explica con su tono relajado y cordial los detalles de su llegada al béisbol profesional japonés.
“Para mí esto es un sueño hecho realidad”, explica con una sonrisa. “Yo siempre quise venir, porque esta es una liga de mucha calidad y también de mucha fama. El año pasado tuve una experiencia fantástica jugando en Corea del Sur y tuve la suerte de que los scouts de Rakuten me vieron allá y se interesaron en mí. Así fue como llegué hasta acá”.
En los pocos meses que ha pasado en Japón, el caribeño ya ha podido notar las marcadas diferencias entre el béisbol que se juega en Latinoamérica e incluso en Corea del Sur y el que se practica en la NPB.
“Aquí trabajan fuerte, todo lo que hacen se lo toman muy en serio. Son muy dedicados y muy estrictos en sus exigencias. Lo otro que he notado es que juegan mucho por las reglas, siempre buscan hacer las carreras una por una, avanzando los corredores con el toque de bola y con el robo de bases, no tratan de hacer rallys de varias carreras como se hace en el occidente”.
En cuanto a sus metas inmediatas, mantenerse saludable y en buena forma es su principal prioridad. “Mi mayor meta en este momento es terminar el año saludable y ganar algunos juegos, 5 o 6 juegos si es posible, para llegar a tono a mi segundo año, ya que firmé un contrato de 2 años. La idea del equipo es utilizarme como abridor, así que me estoy preparando con todo para ejercer ese rol”.
Trabajar como lanzador en un equipo que posee serpentineros de tanto renombre en la liga como Hisashi Iwakuma y Masahiro Tanaka tiene sus ventajas, ya que se puede aprender mucho de ellos.
“Lo que más he aprendido de verlos lanzar es la agresividad con la que trabajan. Ellos siempre hacen el lanzamiento que quieren sin importar la cuenta que tiene el bateador”.
En relación a los consejos que ha recibido de sus entrenadores y de otros jugadores extranjeros que juegan en la liga es que trabaje mucho en la ubicación de sus lanzamientos y que mantenga la bola baja.
“Yo quisiera hacer carrera aquí. A pesar de lo duro que se trabaja, estoy muy contento de estar jugando en esta liga y trabajaré duro para mantenerme saludable y ganar partidos para poderme quedar jugando aquí por varios años”, concluye.
A la fecha de hoy, el isleño ha realizado sólo dos apariciones con su equipo, ambas como relevista intermedio, en las que ha permitido 6 carreras –5 limpias– en cuatro entradas completas para un efectividad de 11.25.
