Kobe, Japón. Especial – Sentado en una pequeña sala del dormitorio en el que reside en Kobe, muy cerca del Estadio Skymark, sede de los Búfalos de Orix, el venezolano Francisco Caraballo habló con Béisbol Japonés.com acerca del debut soñado que tuvo este año en la NPB, que aún le cuesta trabajo creer.
Tras un poco más de una temporada jugando en una liga independiente japonesa y sin ninguna otra experiencia profesional fuera de su país de origen, fue contratado de emergencia por Orix a principios de julio y subido al primer equipo sólo una semana después, donde debutó conectando un jonrón en apenas su segundo turno al bate.
“Esto es algo que no le pasa a todo el mundo y yo jamás me imaginé que me podía pasar a mí. Fue muy emocionante debutar así, fue una experiencia inolvidable”, señala aún incrédulo.
“Después de que me contrataron sólo pasé una semana con el segundo equipo. Tuve como tres prácticas, después jugué dos partidos y ahí mismo me subieron al primer equipo. Nunca me imaginé que me iban a subir tan rápido. Apenas llegué el manager me dijo que ese día no me podía activar porque no tenía cupos, pero que al día siguiente lo haría y así fue que ocurrió. En la segunda entrada de ese primer partido que estuve con el equipo me puso a jugar y terminé bateando un jonrón en mi segundo turno”, agrega.
El criollo terminó disputando un total de 36 partidos en la campaña, en los que sumó 29 indiscutibles, 7 jonrones, 18 remolcadas y .257 de promedio ofensivo. Estos son números más que aceptables para un novato, sobre todo si se comparan con los acumulados por otro debutante este año, Dionys César de los Dagones de Chunichi, que tuvo una temporada muy decepcionante luego de ganar el título de bateo en la liga mexicana el año pasado. El dominicano apenas bateó para .215, con 40 sencillos, un cuadrangular y 10 empujadas en 51 juegos.
“Estoy muy contento por todas las oportunidades que me dieron para jugar este año. Cada vez que me ponían a jugar yo trataba de hacerlo lo mejor posible y eso al final me dio buenos resultados. Al principio me costó adaptarme. Poco después de mi debut tuve algunos problemas con mi bateo y me bajaron al segundo equipo para corregirlos, pero trabajé bastante con el coach de bateo para ajustar mi mecánica y mejorar otros aspectos de mi juego y después me volvieron a subir. Hacia el final del año me lesioné, así que no pude seguir con el primer equipo, pero gracias a Dios ya me recuperé y estoy listo para jugar la próxima temporada con el equipo”, explica.
A pesar de los pequeños problemas que enfrentó en los primeros días, su adaptación al equipo fue relativamente fácil debido a su fluidez en el idioma y, sobre todo, a la tutoría invalorable de sus compatriotas Alex Cabrera y Aarom Baldiris.
“El apoyo que me dieron Cabrera y Baldiris fue fantástico. Me incluyeron en su círculo de inmediato y simplemente me tomaron como el novato que necesitaba ayuda para adaptarse. Me dieron muchísimos consejos útiles, me explicaron lo que podía y lo que no podía hacer, cómo resolver ciertos problemas y en general como adaptarme al equipo y a la liga. Yo ya conocía a Baldiris desde hace tiempo, porque habíamos jugado juntos en Venezuela y siempre practicábamos juntos, así que fue fantástico volver a compartir con él”, agrega.
La buena impresión que dejó en el club tras su primera temporada le ha valido ya una invitación para regresar el año que viene y el caribeño espera no desperdiciar ni un solo día de su primera campaña completa con el primer equipo.
“Mis dos metas principales para el año que viene son mantenerme saludable todo el tiempo y ganarme un puesto en el primer equipo desde el principio de la temporada. Después de que empiece a jugar seguido me podré fijar otras metas como batear un cierto número de jonrones o tener tal promedio, pero lo más importante es estar saludable y ganarme un puesto en el equipo”, analiza.
A sus 27 años y con la oportunidad de desarrollar una carrera en la segunda mejor liga de béisbol del mundo, su ambición, al menos por el momento, no es otra que sacar el máximo provecho de la oportunidad que se le ha presentado.
“De momento me gustaría establecerme aquí y empezar a construir una carrera en esta liga. Si en el futuro surge una posibilidad de jugar en las Grandes Ligas, pues ya la analizaré en ese momento, pero ahora lo más importante es lograr establecerme aquí. Ha habido varios peloteros, como Alex Ramírez por ejemplo, que no tuvieron mucha suerte en las Grandes Ligas pero después lograron hacer una gran carrera aquí. Eso es lo que yo también quisiera hacer aquí, alcanzar el mismo nivel de éxito”, concluye.
La temporada 2011 será decisiva para los planes del venezolano, pero de mantener el ritmo de juego y la ambición que demostró en su primer año en la liga es muy probable que logre mantenerse activo en ella por varios años más.
