Para sorpresa de muchos, el ex camarero de los Dragones de Chunichi Hirokazu Ibata fue nombrado esta semana como el nuevo manager de la selección nacional japonesa de béisbol, reemplazando a Hideki Kuriyama, quien abandonó su cargo después de ganar el Clásico Mundial 2023.
Ibata fue presentado esta semana como el nuevo manager de Japón
Los términos del contrato no fueron revelados, pero se asume que el nuevo estratega se mantendrá en el cargo, como mínimo, hasta que culmine la tercera edición del torneo Premier 12, que se celebrará en noviembre de 2024.
A pesar de que Ibata fue un gran jugador en su época, su perfil es diametralmente opuesto al de Kuriyama, quien no sólo tuvo amplia experiencia previa como manager sino que además no dudó en experimentar para construir el mejor equipo que ha tenido Japón en su historia.
Ibata, por el contrario, tiene cero experiencia como manager y proviene de una organización que está obsesionada con el pitcheo y la defensa, al punto de que los toques de sacrificio son prácticamente su único método para hacer carreras.
No es que su falta de experiencia como dirigente sea un pecado capital, ni mucho menos. De hecho, Japón tuvo éxito recientemente con dos estrategas debutantes, Hiroki Kokubo y Atsunori Inaba, quienes nunca habían trabajado en el banquillo antes de asumir las riendas de la selección.
El primero llevó a sus dirigidos a las semifinales de la primera edición del torneo Premier 12 en noviembre de 2015 y del Clásico Mundial de Béisbol en marzo de 2017, mientras que el segundo ganó el torneo Premier 12 de 2019 y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021.
Sin embargo, lo que sí promete ser problemático es su predilección por la vieja escuela del béisbol japonés, que no sólo limita mucho la capacidad ofensiva del equipo sino que además cierra las puertas a cualquier idea o innovación que pudiera aumentar las posibilidades de éxito del mismo.
Kuriyama no dudó en probar cosas nuevas en el Clásico Mundial 2023
Kuriyama, por ejemplo, no dudó en convocar a Lars Nootbaar, quien se convirtió este año en el primer jugador no nacido en Japón en defender los colores de esa selección. Parece poco probable que Ibata esté abierto a tomar un riesgo de ese tipo.
Una de las cosas que resaltó Kuriyama después de ganar el Clásico Mundial de este año fue su alegría por haber derrotado a los Estados Unidos en la final utilizando su mismo estilo de juego; es decir, conectando jonrones.
Dudamos que Ibata comparta esa visión. Lo más probable es que insista en preparar muy bien a sus lanzadores y trata de ganar todos los partidos por blanqueo, avanzando a los corredores con toques de sacrificio y remolcándolos con un sencillo o incluso in squeeze play.
Después de ganar el Clásico Mundial 2023 de una forma tan contundente, mostrando excelente pitcheo, defensa y ofensiva, ¿por qué querrán los dirigentes de la selección nacional regresar al pasado y echar por tierra todo el progreso que han logrado hasta ahora?
Después de todo, hace unos meses corrió el rumor de que el nuevo manager sería Kimiyasu Kudo, quien viene de ganarlo todo con los Halcones de SoftBank y cuyo perfil es muy similar al de Kuriyama, en el sentido de que le gusta probar cosas nuevas y tomar riesgos.
Quizás la respuesta a esa interrogante tenga que ver con la manera en la cual los dirigentes de la selección han sido cambiados últimamente. Al principio, se esperaba que cumplieran períodos de 4 años y que participaran en 2 grandes torneos internacionales, como el Premier 12 y el Clásico Mundial.
Inaba renunció después de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio
No obstante, ese enfoque comenzó a cambiar con Inaba, quien después de ganar brillantemente el Premier 12 de 2019 y la medalla de oro de los Juegos Olímpicos en 2021, renunció a su cargo para darle la responsabilidad del Clásico Mundial 2023 a otro dirigente.
Después de pensarlo largo y tendido, se le dio a Kuriyama la responsabilidad de comandar al equipo durante ese torneo, sólo para que éste decidiera abandonar su puesto tan pronto como logró el objetivo final: alzarse con la corona de campeón.
Tomando en cuenta esa tendencia, lo más lógico es que Ibata se despida del cargo una vez finalizado el Premier 12 de 2024 y que le pase el testigo a un nuevo estratega, que podría ser el ya mencionado Kudo o cualquier otro de los grandes managers que Japón tiene disponible.
Si ese es el plan, la escogencia de Ibata tiene un poco más de sentido. Los japoneses que ven acción en las Grandes Ligas nunca han participado en el torneo Premier 12 hasta ahora y parece muy poco probable que comiencen a hacerlo en la edición 2024.
Eso quiere decir que la selección nacional sólo podrá contar con los peloteros que están disponibles en la NPB para ese torneo y, si ese es el caso, es probable que Ibata sea la opción más adecuada para dirigirlos en esa instancia.
Su gran disciplina puede que saque el máximo provecho de los peloteros locales, que en esta ocasión no podrán estar respaldados y motivados por sus compatriotas que juegan en la Gran Carpa, cuya experiencia y tutoría no estarán disponibles.
Puede que Ibata sea el apropiado para dirigir la selección en el torneo Premier 12
Su perfil, definitivamente, no parece ser el más adecuado para enfrentar el Clásico Mundial, pero sí para competir en el torneo Premier 12, cuyo nivel de competencia no es tan alto y en donde un fracaso no será tan mal visto como una derrota en el primero.
Así, una vez superado ese trámite, se procederá entonces a buscar un nuevo manager para dirigir la selección en el Clásico Mundial 2026. Quizás Kudo no fue seleccionado en esta ocasión, precisamente para guardarlo para esa cita.
Ibata, por cierto, no es completamente novato. Trabajó como coach con los Gigantes de Yomiuri entre 2016 y 2018 y su participación como jugador en el Clásico Mundial 2013 le da un buen grado de experiencia en torneos internacionales.
Esa, de hecho, fue la forma en la cual se justificó su nombramiento esta semana. “Su experiencia en torneos internacionales, sus récords como pelotero y coach, y su amplio conocimiento del béisbol japonés lo convierten en el candidato perfecto”, explicó Atsushi Iihara, jefe del comité de selección.
Lamentablemente, esa explicación no incluyó los nombres de los otros candidatos que fueron considerados para el cargo, quizás porque algunos de ellos contaban con mejores credenciales que él o porque ningún otro quiso aceptarlo en este momento.
Lo que sí está claro es que el nombramiento sorprendió al propio Ibata, quien nunca se imaginó que algún día estaría al frente de la selección nacional. “Decidí aceptar el cargo porque esta es la mejor manera de devolverle al béisbol japonés todo lo que me ha dado a mí”, explicó.
Ibata tiene un año para preparar la selección para el Premier 12 de 2024
Ahora tiene un año completo para comenzar a armar al equipo que dirigirá en el torneo Premier 12 de 2024, al que Japón llegará como vigente campeón y con el objetivo de revalidar la corona que ganó brillantemente en la edición de 2019.
Uno de sus principales retos será reemplazar las estrellas que Japón perderá durante este invierno debido a su deseo de dar el salto a las Grandes Ligas, como Yoshinobu Yamamoto, Shota Imanaga y Naoyuki Uwasawa, entre otras.
Afortunadamente, todavía podrá contar con Roki Sasaki y Munetaka Murakami y con todos los talentos que siguen surgiendo cada año en la liga, pero sin duda esas pérdidas se harán sentir, especialmente la de Yamamoto.
No dudamos de la capacidad de Ibata de hacer un buen papel al frente del equipo nacional, pero sin duda su escogencia parece extraña cuando se toma en cuenta a los otros candidatos que estaban disponibles para asumir ese cargo.
Sólo nos queda esperar para saber si el tiempo le da la razón al comité de selección.