Jue, 18 Abr 2024 04:36 AM

¿Pensó Yomiuri al seleccionar a su nuevo manager?

 

   Algo muy curioso acaba de ocurrir en la NPB. El respetado manager de los Gigantes de Yomiuri, Tatsunori Hara, decidió renunciar a su cargo tras 12 campañas en el mismo y, apenas 5 días después, el club decidió remplazarlo con un jugador activo que nunca fue una estrella.

 

   Por si eso fuera poco, el pelotero en cuestión, Yoshinobu Takahashi, un jardinero sin duda muy querido por la organización pero que tiene más de 10 años sin ser titular consistente, aceptó la oferta con la misma tranquilidad con la que hubiese aceptado un cargo como coach de bateo en un conjunto infantil.

 

   Demás está decir que esta no es la forma en la que normalmente opera el club más popular y prestigioso de Japón. Uno supondría que después del extraordinario legado de Hara, quien llevó al equipo a ganar 3 Series de Japón y 7 títulos de la Liga Central en sus 12 años como estratega, la gerencia se tomaría su tiempo antes de seleccionar a su sucesor.

 

   Después de todo, son muchas las cosas a tener en cuenta. El candidato debe conocer, respetar y promover la filosofía de la organización, además de exaltar su imagen, ser un ejemplo a seguir, ser amigable con la prensa y estar capacitado para manejar bien a las grandes estrellas del club y guiarlas a ganar títulos.

 

   Al igual que ocurre con los Yanquis de Nueva York, Yomiuri sólo tiene un objetivo como equipo: ganar todos los títulos que estén disponibles y además hacerlo de forma constante. Cualquier otro resultado es inaceptable.

 

   Sin embargo, en este caso, la gerencia del conjunto parece haber hecho todo lo contrario. Pareciera haber seleccionado a su nuevo manager sin tener una idea clara de lo que estaba haciendo, sino más bien presentándole una oferta a la primera persona uniformada que se encontró en el vestuario.

 

   Takahashi ha pasado toda su carrera con el equipo y, sin duda, es un digno representante de su filosofía, pero nunca fue una estrella como jugador y para colmo no tiene ningún tipo de experiencia como manager o coach.

 

   De hecho, su deseo era extender su carrera como uno de los bateadores emergentes más apreciados por el club, pero repentinamente se vio obligado a anunciar su retiro como jugador activo para poder aceptar su nuevo cargo.

 

   Normalmente, los conjuntos japoneses suelen reservar el puesto de manager a las grandes estrellas de su historia, a los coaches que ya tienen varios años trabajando con el equipo, a otro manager japonés que sea respetado y tenga probada experiencia en la liga o, a veces, a un experimentado estratega extranjero que pudiera refrescar el estilo de trabajo de la franquicia, pero nunca a un jugador activo que no cumple con ninguno de estos requisitos.

 

   Como ya mencionamos al principio, Takahashi no ha sido titular de manera consistente desde la temporada 2004 y sólo lideró la Liga Central una vez en alguna categoría ofensiva importante (porcentaje de slugging, en 2007) en toda su carrera, por lo que difícilmente se le pueda considerar una estrella.

 

   Si a eso sumamos su falta de experiencia en el cargo, resulta difícil comprender la razón por la cual el club decidió darle la enorme responsabilidad de continuar el extraordinario legado de Hara cuando, a primera vista, no parece estar lo suficientemente capacitado para hacerlo.

 

   Cuando el ex grandeliga y ex estrella del equipo Hideki Matsui participó como coach de bateo invitado en los entrenamientos primaverales de Yomiuri en febrero de 2014, el dueño del conjunto Tsuneo Watanabe se atrevió a decir ante los medios que estaba muy interesado en que éste se convirtiera en el próximo manager del club, a pesar de que Hara todavía tenía contrato y ni siquiera había sugerido que planeara retirarse en el futuro cercano.

 

   Cabe preguntarnos entonces, ¿por qué no se le ofreció el puesto a Matsui? ¿Por qué no se tomaron en consideración otros candidatos antes de tomar la decisión final?

 

   Recientemente, las Estrellas de DeNA se tardaron poco más de dos semanas en seleccionar al venezolano Alex Ramírez como su nuevo manager, pero a pesar de la relativa rapidez de su decisión los rumores que circularon en torno a los posibles candidatos fueron abundantes.

 

   Hasta 10 opciones, tanto extranjeras como nacionales, fueron consideradas y los medios locales se tomaron la molestia de analizar las fortalezas y debilidades de cada una de ellas en su cobertura del proceso.

 

   En el caso de Yomiuri, sólo se mencionaron 3 candidatos (Takahashi y dos de los actuales coaches del equipo) y la decisión final fue tomada en apenas 5 días, lo que repetimos nos parece muy extraño.

 

   Nuestro colega de la versión inglesa del diario Yomiuri, John Gibson, nos explicó que Matsui mencionó en su momento que no tiene ninguna intención en convertirse en manager del equipo y que prefiere quedarse viviendo en Nueva York, lejos del acoso de la prensa japonesa, por lo que ahora entendemos la razón por la que no fue contactado por el club.

 

   No obstante, se nos ocurren varios candidatos más que hubiesen podido ser considerados aunque fuese sólo para dar la impresión de que la gerencia estaba estudiando con mucho cuidado sus opciones.

 

   Los veteranos y respetados ex managers Katsuya Nomura y Senichi Hoshino, que han llevado a casi todos los equipos que han dirigido a ganar títulos, hubiesen podido ser tomados en cuenta, al igual que el ex manager de DeNA Kiyoshi Nakahata, que en el pasado fue una de las estrellas de la franquicia.

 

   Incluso el coach principal Masahiro Kawai y el coach de pitcheo Masaki Saito parecían ser mejores opciones para el puesto, pero al final el club decidió apostar por Takahashi con una rapidez inusitada que no sólo lo obligó a poner punto y final a su carrera como jugador sino que también obligó a su compañero de equipo Hirokazu Ibata a retirarse para convertirse en uno de sus coaches.

 

   Con esto no queremos decir que Takahashi sea una mala opción o que esté destinado a fracasar en su nuevo rol ni nada por el estilo, sino que simplemente parece haber sido una decisión desesperada que fue tomada de manera impulsiva.

 

   El actual manager de la selección nacional japonesa, Hiroki Kokubo, fue elegido también de manera repentina apenas 2 años después de haberse retirado como jugador y sin contar con alguna experiencia previa en el cargo y hasta ahora ha realizado un buen trabajo, por lo que sin duda es posible que Takahashi pueda arrojar resultados similares.

 

   Quizás la explicación más sencilla de este sorpresivo nombramiento sea que la gerencia, conociendo la postura de Matsui con respecto al cargo y pensando que otros managers veteranos que están disponibles no cuadran del todo con la filosofía de la organización, consideró que Takahashi era la mejor opción del trío de candidatos que estaban disponibles dentro del club.

 

   O tal vez, de entrada, el equipo tenía la intención de pasarle el batón a un dirigente joven que pudiera refrescar un poco un conjunto que se está poniendo viejo con mucha rapidez y que cada vez luce más tenso y estático sobre el terreno.

 

   Sólo el tiempo nos dirá con cuánto éxito el nuevo dirigente de 40 años superará la difícil prueba que tiene por delante, que seguramente será cubierta paso a paso y de una manera asfixiante por parte por los medios que incansablemente reportan las acciones del equipo más popular del país 365 días al año.