Las Grandes Ligas le han hecho mucha promoción este año al hecho de que la asistencia a sus parques ha aumentado en un 9% con respecto al año pasado y que la duración de sus juegos ha disminuido, en promedio, unos 25 minutos en comparación a 2022.
La asistencia a los estadios de la MLB ha aumentado en 2023
En el primer caso ha influido mucho la vuelta a la normalidad después de 3 años de pandemia, mientras que en el segundo la introducción de un límite de tiempo, tanto para el lanzador como para el bateador, ha ayudado a agilizar el ritmo de los partidos.
La NPB también ha experimentado un prometedor aumento en su asistencia con respecto al año pasado, pero la duración de sus juegos no ha variado mucho, entre otras cosas porque ese circuito no le impone un límite de tiempo a los lanzadores y bateadores, ni tampoco ha cambiado el tamaño de sus bases.
La asistencia a los estadios de la MLB venía descendiendo desde la temporada 2012, cuando 74.859.268 fanáticos visitaron sus parques. Con el pasar de los años, esa cifra continuó reduciéndose hasta que la pandemia interrumpió por completo el desarrollo normal del circuito.
La abreviada temporada 2020 tuvo que jugarse a puertas cerradas, por lo que los espectadores sólo pudieron regresar a los estadios en 2021, cuando 45.304.109 de ellos se hicieron presentes. Esa cifra representó un significativo aumento con respecto al año anterior, pero todavía estaba muy lejos de los niveles pre pandémicos
Cuando en 2022 ese total ascendió a 64.556.658 la situación lució mucho mejor, si bien todavía no era del todo satisfactoria, pero ahora que la asistencia está en 53.573.655 y su proyección para finales de año es de 70.868.520 sí existen razones para celebrar.
El récord de asistencia de las mayores es de 79.484.718 espectadores y se registró en la campaña 2007. Si bien la proyección actual está muy lejos de llegar a ese nivel, sí promete superar con claridad los totales de 2019 (68.506.896) y 2018 (69.671.272), que fueron las dos temporadas previas a la pandemia, y eso ya representa un progreso significativo.
La asistencia a los parques de la NPB ha estado aumentando desde 2012
La NPB, por el contrario, venía aumentando consistentemente su asistencia desde el año 2012, cuando recibió a 21.370.226 fanáticos en sus estadios, hasta alcanzar su récord actual de 26.536.961 espectadores en 2019.
La pandemia la obligó a establecer restricciones en sus parques entre 2020 y 2022, pero ahora que ya todo regresó a la normalidad su total es de 18.601.830 visitantes y su proyección para finales de año es de 24.860.550, cifra que representa su quinto mejor registro hasta ahora.
Así, mientras la Gran Carpa busca regresar a niveles aceptables con el objetivo de seguir mejorando en el futuro, el circuito nipón ya está cerca de su cúspide histórica y ansioso de intentar superarlo en los próximos dos o tres años.
Cuando hablamos de cifras totales, la diferencia entre la MLB y la NPB es notable, pero eso se debe a la diferencia en el número de conjuntos que posee cada circuito y el número de partidos que cada uno de ellos juega como local cada año.
No obstante, cuando proyectamos los registros del circuito nipón al mismo número de equipos y juegos que utiliza su par norteamericano, la diferencia entre ambos prácticamente desaparece, hasta el punto de que ha llegado a favorecer a los asiáticos en el pasado.
Por ejemplo, ya mencionamos que la MLB proyecta una asistencia para finales de año de 70.868.520. Basándonos en sus cifras actuales, si la NPB tuviese 30 clubes y cada uno de ellos jugase 81 encuentros como local, su proyección para finales de año sería de 70.409.250.
La NPB estableció su actual récord de asistencia en 2019
Sin ir muy lejos, cuando la liga asiática estableció su récord actual de asistencia de 26.536.961 espectadores en 2019, su proyección a niveles de las Grandes Ligas fue de 75.157.470 fanáticos. Ese año, la MLB sólo recibió a 68.506.896 visitantes en sus estadios.
La manera más sencilla de comparar el rendimiento de ambos circuitos en términos de asistencia es ver el promedio de espectadores por juego. A pesar de la diferencia de tamaño entre ambas ligas, el promedio de fanáticos por partido revela claramente la salud de cada una.
En este momento, la MLB cuenta con un promedio de asistencia por encuentro de 29.163 visitantes, mientras que la NPB está en 28.975. La diferencia entre ambas es de apenas 188 personas. Es por eso que la diferencia entre la asistencia total proyectada (70.868.520 vs 70.409.250) de cada circuito es también muy pequeña (459.270 espectadores).
El promedio de fanáticos por juego de la NPB ya se había acercado mucho al de la MLB tanto en 2016 (29.116 vs 30.131) como en 2017 (29.300 vs 29.908), hasta que finalmente lo superó en 2018 (29.779 vs 28.659) y 2019 (30.929 vs 28.203).
Como van las cosas este año (28.975 vs 29.163), la pelea promete estar muy cerrada hasta el final, si bien es muy posible que la MLB se quede con la victoria por un pequeño margen. Sin embargo, eso sólo significa que la NPB está encaminada a superar una vez más al circuito norteamericano en ese departamento en los próximos años.
En lo referente a la duración promedio de los partidos, la MLB ha mejorado mucho este año gracias a la adopción de límites de tiempo tanto para el bateador como para el lanzador que han permitido agilizar el ritmo del juego.
El promedio de duración de los juegos de la MLB ha disminuido en 2013
Al momento de escribir estas líneas, el promedio de duración de un encuentro en la Gran Carpa es de 2 horas y 41 minutos, lo que representa una reducción de 25 minutos en comparación al año pasado, cuando esa cifra quedó en 3 horas y 6 minutos.
Ese es el mejor registro que se ha visto en las mayores desde 1984, cuando el promedio fue de 2 horas y 39 minutos. No obstante, hay que tomar en cuenta que la primera vez que ese promedio superó las 3 horas fue en el año 2000, lo que quiere decir que por más de un siglo los partidos venían celebrándose a una velocidad apropiada sin la necesidad de establecer límites de tiempo.
Es muy probable que lo que haya producido el aumento en la duración de los juegos en estos últimos 20 años no tenga nada que ver con los límites de tiempo, pero al menos momentáneamente el problema se está resolviendo. Habrá que esperar para saber si esta tendencia se mantiene en el futuro.
En la NPB, donde los juegos son notoriamente largos, el promedio de duración prácticamente no ha variado en las últimas 2 décadas. Por lo general, termina entre 3 horas y 9 minutos y 3 horas y 19 minutos en lo que a encuentros de 9 entradas se refiere.
Obviamente, el circuito nipón no utiliza límites de tiempo para lanzadores y bateadores, por lo que no había que esperar ningún cambio significativo en la duración de sus juegos este año, si bien sí ha habido una leve mejora con respecto al año pasado.
Los juegos de la NPB siempre han sido largos, pero los fanáticos igual van a verlos
Sin embargo, el detalle a destacar aquí no es qué tan rápido se disputan los partidos en Japón este año sino cuánto molesta al público la larga duración de los mismos. En la MLB, muchos culpan al tiempo como una de las razones por las cuales los fanáticos no querían ir al estadio.
Como la asistencia venía descendiendo de una manera tan alarmante, el comisionado propuso la idea de adoptar límites de tiempo para bateadores y lanzadores de manera de agilizar el juego y hasta ahora la movida parece que está funcionando.
Los japoneses también se quejan de la larga duración de los partidos, pero a diferencia de la Gran Carpa ese aspecto no está interrumpiendo en lo absoluto la asistencia de fanáticos a los estadios, que de hecho ha estado aumentando en lugar de descender.
La liga igual está tomando las medidas que puede para tratar de agilizar los partidos, pero la urgencia en comparación a lo que está ocurriendo en las mayores no es la misma. Si la estrategia actual no funciona, pues se probará una distinta la próxima vez.
Es por eso que resulta poco probable que la NPB adopte límites de tiempo en el futuro y que, por lo tanto, sus juegos se hagan drásticamente más rápidos de lo que son ahora.