Un total de 20 jugadores latinos que vieron acción en la NPB en 2015 todavía desconocen su futuro en la liga, ya que a la fecha de hoy sus situaciones contractuales no están claras para la próxima temporada.
Sin embargo, se estima que casi todos ellos regresen al circuito el año que viene debido a sus destacadas actuaciones y su veteranía en Japón. Lo único que hace falta es negociar los términos de sus nuevos contratos.
En este grupo se encuentran varios de los hispanos más destacados del circuito en los últimos años, como los venezolanos Ernesto Mejía y José Celestino López, los dominicanos Mauro Gómez y Héctor Luna y el mexicano Luis Cruz.
Así mismo, es muy probable que también renueven sus contratos los venezolanos Aarom Baldiris, Francisco Caraballo y Edison Barrios, los dominicanos Anderson Hernández, Ricardo Nanita y Nelson Pérez, los cubanos Raúl Valdés y Leslie Anderson y el puertorriqueño Orlando Román.
Dos jugadores más podrían regresar también, según indican los rumores que circulan en los medios japoneses: los cubanos Bárbaro Cañizares y Héctor Mendoza.
Sólo 4 jugadores parecen estar destinados a quedar en libertad, de acuerdo nuevamente a los reportes de la prensa nipona: los dominicanos Juan Francisco y Esmerling Vásquez, el cubano Frederich Cepeda y el puertorriqueño Mario Santiago.
De los 33 caribeños que vieron acción en Japón este año, 6 ya tienen contractos asegurados para regresar al circuito en 2016, mientras que los 7 restantes ya han sido dejados en libertad por sus respectivos equipos.
Los 6 que ya tienen contratos asegurados son los dominicanos Tony Blanco y Rainel Rosario, los cubanos Alfredo Despaigne y Yoslán Herrera, el venezolano Guillermo Moscoso y el mexicano Luis Mendoza.
Los 7 que ya han sido dejados en libertad, aunque todavía podrían ser contratados por otros equipos, son los dominicanos Wily Mo Peña, Esteban Germán, Carlos Rosa y Rhiner Cruz, los venezolanos Víctor Gárate y Jesús Guzmán y el mexicano Agustín Murillo.