Los Luchadores de Nippon Ham anunciaron este viernes que han aceptado la solicitud de su as Shohei Otani de irse a las Grandes Ligas este invierno a través del Sistema de Traspasos, razón por la cual harán disponibles sus servicios tan pronto como sea posible.
Los medios japoneses ya tenían un par de meses afirmando el talentoso pelotero daría el salto a las mayores este invierno y él mismo lo confirmó hace unos días al contratar a un agente certificado por MLB para ayudarlo en las negociaciones.
Ahora, su club en Japón está anunciando de manera oficial que lo dejará cumplir su sueño y él mismo ha convocado una rueda de prensa para mañana sábado para hacer públicas sus intenciones.
A principios de esta semana, un reporte proveniente de los Estados Unidos afirmó que la NPB y MLB han acordado extender el Sistema de Traspasos que se venció el pasado 31 de octubre por un año más. Sin embargo, la Asociación de Peloteros de MLB todavía no le ha dado el visto bueno a ese acuerdo y sin su consentimiento éste no podrá concretarse.
Dicho sistema estipula que Nippon Ham podrá cobrar un máximo de 20 millones de dólares por dejar en libertad a Otani y que todo equipo que esté dispuesto a pagar esa suma para adquirirlo podrá sentarse a negociar con él.
Una vez comenzado el proceso, el jugador tendrá un mes para firmar un contrato con un club de la Gran Carpa y si no logra hacerlo, entonces deberá regresarse a jugar con Nippon Ham por al menos una temporada más.
Las reglas del nuevo convenio laboral entre MLB y su Asociación de Peloteros limita al mínimo el monto del contrato que Otani podrá firmar con los clubes de ese circuito, por lo que sus 30 clubes tienen a su alcance quedarse con los servicios del joven talento.
Resulta obvio el que dinero no es su motivación para dar el salto, porque si lo fuese sólo hubiese tenido que esperar un par de años más para hacer la transición por 200 o 300 millones de dólares, en lugar de hacerlo por apenas uno o dos millones ahora.
Por lo tanto, el conjunto que logre quedarse con sus servicios tendrá que ofrecerle no la mayor cantidad de dinero sino las mejores condiciones de trabajo y, sobre todo, permitirle hacer lo que él quiere hacer: lanzar y batear como lo hace en Japón.