Dom, 05 May 2024 17:58 PM

Baldiris: "Le agradezco a Okada su fe en mí"

   Kobe, Japón. Especial – Sentado en la sala de su apartamento, ubicado en un exclusivo vecindario de la Isla Rokko, en Kobe, el venezolano Aarom Baldiris le regaló recientemente unos minutos exclusivos a Béisbol Japonés.com para reflexionar acerca de la que ha sido, hasta ahora, la mejor temporada de su carrera profesional.
 
   Tras dos años con los Tigres de Hanshin en los que no recibió demasiadas oportunidades de demostrar su talento, el criollo se ganó este año la titularidad de la tercera base de los Búfalos de Orix y explotó con el bate para materializar una campaña para el recuerdo: 14 jonrones, 50 empujadas y .301 de promedio ofensivo.
 
   “Me siento muy contento por lo que logré esta temporada porque esa fue una de las metas que me propuse para este año: sacar el máximo provecho de las oportunidades que me diera el manager. Yo sabía que podía hacer el trabajo, lo único que me faltaba era esa confianza de ponerme a jugar todos los días”, explica.
 
   Si bien su talento y su trabajo constante han sido claves en esta consagración personal que ha logrado en el béisbol japonés, no cabe duda de que una gran parte de ese éxito se la debe a su manager, Akinobu Okada, que le ha dado toda la confianza que le hacía falta para triunfar. Primero, trayéndolo a Japón con los Tigres de Hanshin en 2008 cuado estaba al mando de ese club, y luego, trayéndolo a los Búfalos de Orix este año inmediatamente después de asumir el mando del equipo y luego de enterarse de que Hanshin lo había dejado en libertad.
 
   “Yo le agradezco mucho al manager Okada la confianza que puso en mí. Después de los pocos partidos que disputé con Hanshin la temporada pasada yo pensé que ya no volvería a jugar aquí, pero Okada tuvo fe en mí y me trajo a su equipo. Cuando él asumió las riendas de Orix lo primero que hizo fue preguntar por mí y cuando Hanshin le confirmó que yo estaba disponible me contrató de inmediato”, señala.
 
   “Cuando llegué a los entrenamientos primaverales este año lo primero que hice fue darle las gracias por traerme al equipo y pensar que yo podía hacerle el trabajo. Él me dijo que hiciera lo mismo que le demostré durante mi primer año en Japón, que no buscara hacer más de lo que yo puedo hacer sino que siguiera trabajando como siempre lo hago. Yo nunca bajé la cabeza y aproveché la oportunidad que me dio”, agrega.
 
   A pesar de que las dotes defensivas del caribeño fueron siempre sobresalientes, su producción ofensiva estaba en duda, incluso después de haber ganado el título de bateo la temporada pasada con el segundo equipo de Hanshin en las ligas menores niponas. No obstante, la fe en sí mismo y la determinación de triunfar lo cambió todo este año.
 
   “Yo nunca bajé la cabeza, yo me propuse triunfar desde el principio. Para mí, uno tiene que tener siempre una mentalidad positiva, yo creo que uno depende más del aspecto mental que del físico. Si uno es fuerte mentalmente, eso te va a ayudar mucho y yo creo que esa fue la clave para mí este año. Yo sabía que algún día me iban a dar la oportunidad de jugar y simplemente me propuse a aprovecharla al máximo”, acota.
 
   Toda la campaña 2010 fue, en términos generales, muy exitosa para el venezolano y estuvo plagada de buenos momentos, pero si tuviese que elegir un período favorito su selección es el mes de los juegos interligas. “Tuve varios buenos momentos este año, pero lo que más disfruté fueron los juegos interligas porque bateé muy bien y también porque le ganamos un partido a Hanshin, mi ex equipo aquí en Japón, gracias a un jonrón mío”.
 
   Aunque no es muy amigo de las metas personales, sí hay una en particular que se propone para el año que viene. “Estar saludable y hacer mi trabajo todos los días. Yo creo que uno debe evitar ponerse metas a largo plazo porque al final lo único que se logra es ponerse más presión encima. Yo creo que las cosas deben verse día a día y tratar de hacer lo mejor en cada partido y luego al final del año ya se podrán ver los resultados”.
 
   Tres campañas le tomó “graduarse” en el béisbol japonés, pero no por eso califica a las dos primeras como tiempo perdido. Todo lo contrario, las califica como un aprendizaje continuo. “Lo que más he aprendido desde que llegué aquí es trabajar duro. Este es un país en el que se trabaja mucho y yo creo que el trabajo es fundamental en este deporte. Si uno no trabaja, hay muchas cosas que no se pueden lograr. Yo creo que el trabajo intenso que realicé durante los dos primeros años que estuve aquí fue lo que me ayudó a tener éxito esta temporada”.
 
   Una vez transformado en un jugador más completo el futuro luce más que prometedor para el joven antesalista y ese futuro parece tener un solo destino. “Yo creo que voy a terminar mi carrera aquí en Japón. Me gusta el ambiente, me he adaptado al béisbol de aquí y estoy muy agradecido por las oportunidades que me han dado para jugar en esta liga. Ellos me abrieron las puertas y me gustaría devolverles el favor retirándome aquí”.
 
   Con su excelente estado de forma, su disposición a trabajar todo lo que haga falta para triunfar y su agradecimiento y admiración por la liga que le ha dado las oportunidades que se le habían negado en otras partes, no es descabellado pensar que Aarom Baldiris está dando los primeros pasos de una larga y fructífera carrera en el béisbol profesional japonés.
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