Lun, 06 May 2024 06:35 AM

Guzmán: “Aquí todo es muy diferente”

   Yokohama, Japón. Especial – Con el tono agradable que lo caracteriza, pero también con una tensión disimulada producto de la incomodidad que le produce estar en un lugar tan extraño, el dominicano Joel Guzmán le regaló unos minutos a Béisbol Japonés.com durante una práctica reciente de su equipo en el Estadio de Yokohama para contarnos de su experiencia en la NPB.
 
   A pesar de haberse adaptado bien al trabajo y la rutina de los Dragones de Chunichi y de llevarse muy bien con sus compañeros de equipo, especialmente los latinos, el caribeño aún muestra fuertes signos de choque cultural que son visibles tanto dentro como fuera del campo.
 
   Su rendimiento ofensivo lo dice todo: apenas .175 de promedio y 75 ponches en los 64 partidos que ha disputado hasta ahora, números que son peores aún que los acumulados por su compatriota Dionys César el año pasado, cuyo fracaso a la hora de adaptarse al béisbol japonés fue bastante notorio.
 
   Nuestro colega del diario Japan Times Wayne Graczyk sostiene que la soledad es lo que más le debe estar afectando, ya que ante la ausencia de Tony Blanco, que continúa lesionado, Guzmán pasa todos los partidos solo en el dugout sin ningún otro extranjero con quien poder conversar. Probablemente, nunca se esperó que las cosas en Japón fueran tan diferentes a lo que está acostumbrado a ver en los Estados Unidos y la República Dominicana.
 
¿Cómo llegaste al béisbol japonés?
   Un scout de los Dragones de Chunichi ya tenía tiempo viéndome en la liga dominicana, donde juego con las Estrellas Orientales, y durante el invierno finalmente me hizo la invitación para venirme. Ya teníamos años hablando, pero yo no había podido aceptar la invitación porque tenía compromisos en los Estados Unidos, pero este año estaba disponible así que acepté y me vine.
 
¿Cómo ha sido tu proceso de adaptación? ¿Cómo te sientes jugando en Japón?
   No ha sido fácil. Este es apenas mi primer año viniendo para acá y todo es muy diferente a lo que uno conoce. Yo ya tenía 10 años jugando en los Estados Unidos y el cambio ha sido muy grande, así que todavía estoy en pleno proceso de adaptación. Para un jugador de mis características es más difícil aún, porque soy un bateador de fuerza que está en la parte fuerte de la alineación y se espera que arroje resultados de inmediato. Adaptarme a los lanzadores ha sido muy difícil porque lanzan de una manera distinta a lo que se estila en los Estados Unidos o Latinoamérica.
 
¿Hay algo que te sorprenda o te parezca particularmente extraño?
   ¡Todo! ¿Qué te puedo decir? Esto es completamente diferente a lo que uno conoce. No fue como el primer año en que me fui de Santo Domingo a jugar en los Estados Unidos, donde uno ya tiene más o menos una idea de cómo es todo porque ha seguido ese béisbol desde toda la vida. Aquí no, aquí todo es diferente en todos los ámbitos.
 
¿Cómo te han recibido tus compañeros de equipo?
   Muy bien, me las llevo muy bien con todos. Ellos se han dado cuenta de que yo soy un tipo de persona que siempre busca adaptarse al trabajo que ellos realizan, siempre prestando atención a todo lo que me dicen y sin poner mala cara. Además, siempre trato de hacer el trabajo y trabajar tan duro como ellos. Yo admiro mucho que aquí todos trabajan duro, tanto los novatos como los veteranos. Son muy competitivos. De manera que yo trato siempre de hacer todo lo que ellos hacen para que el margen de error sea el menor posible.
 
¿Qué tal te la llevas con los varios latinos que hay en el club?
   Muy bien, todos me han ayudado muchísimo. Blanco es el que más me ha ayudado. Yo lo conozco desde hace tiempo porque jugábamos juntos en Dominicana y antes de venirme lo llamé para pedirle consejos y él me explicó todo. Claro, nada es nunca igual a cuando uno llega aquí y ve todo directamente, pero igual sus consejos me fueron muy útiles. Nelson y Soto también me han ayudado mucho, nos la llevamos muy bien entre todos.
 
Una vez que ya estás aquí, ¿cómo ves tu futuro? ¿Te gustaría regresar el año que viene?
   Bueno, tú sabes como es este negocio, el futuro dependerá del trabajo que uno haga. De momento, no me quejo porque gracias a Dios no me he lesionado y me he mantenido saludable. No tuve un buen comienzo, pero las cosas gracias a Dios han estado mejorando. Como te dije, todo depende de la actuación que uno tenga. Si el año que viene estamos para seguir aquí, pues volveremos. Yo todo lo dejo en manos de Dios.
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