Nadie lo había considerado hasta ahora, pero el evidente cansancio que ha mostrado Shohei Otani en sus últimas aperturas abre las puertas a una posibilidad insólita: que el fenómeno japonés extienda su estadía con los Angelinos de Los Ángeles por un año más.
Otani ha estado teniendo problemas sobre el montículo últimamente
Después de su extraordinaria actuación en el Clásico Mundial de marzo, en el que fue nombrado Jugador Más Valioso del torneo luego de llevar a su selección a ganar el título, su inicio de temporada en las Grandes Ligas fue igualmente electrizante.
No obstante, se ha hecho evidente en el último mes que el increíble esfuerzo que hizo en esa cita le está pasando factura y lo más probable es que continúe perdiendo energías a medida que avance la larga temporada que todavía tiene por delante.
Si a eso le sumamos el hecho de que su club todavía tiene chance de clasificar a los playoffs y de que una vez que se termine la campaña se convertirá en el agente libre más codiciado del planeta, el chance de poder descansar apropiadamente desaparece por completo del horizonte.
Si estuviésemos en su lugar, nuestro principal deseo en este momento no sería otro que tratar de cerrar la campaña con buenos números, hacer todo lo posible por clasificar a la postemporada y, una vez que se termine el año, acostarnos en una cama con una intravenosa y dormir por semanas, de manera de poder recuperar sus fuerzas y prepararse apropiadamente para la campaña 2024.
Sin embargo, eso es algo que no podrá hacer sino hasta finales de 2024 si en medio de todo decide negociar y firmar con un equipo nuevo, al cual tendrá que estudiar, conocer y adaptarse durante el invierno sin tener la oportunidad de descansar como es debido.
Nunca es recomendable tomar decisiones importantes cuando uno está mental y físicamente extenuado y ese es el caso de Otani en este momento, a pesar de la increíble disciplina a la que se apega para poder realizar el trabajo de 2 jugadores distintos cada año.
Es por eso que pensamos que la mejor solución a su problema actual es simplemente firmar un contrato de un año con los Angelinos de Los Ángeles que le permita desconectarse del mundo una vez que culmine esta campaña y decidir su futuro el año que viene, cuando ya esté apropiadamente descansado.
Los medios norteamericanos siguen insistiendo en que Otani firmará por 500 o 600 millones
La mayoría de los analistas y medios norteamericanos siguen obsesionados con verlo salir de su equipo actual y firmar un contrato de 12 años por 600 millones de dólares, pero ya hemos explicado en el pasado en este mismo espacio que dudamos mucho que eso ocurra.
Incluso su ex manager Joe Maddon declaró este año en una entrevista que dudaba mucho que los Angelinos no lo fueran a cambiar a otro club antes de que termine esta temporada, ya que esa es la única forma en la que podrían obtener algún tipo de compensación por dejarlo ir.
Esa posibilidad existe, sin duda, pero depende de que las negociaciones para que se quede en Anaheim fracasen por completo y hasta donde sabemos eso no ha ocurrido todavía. Además, dudamos mucho que no exista una cláusula en su contrato que le prohíba al equipo cambiarlo sin su consentimiento.
Como ya lo explicamos con anterioridad, Otani está extenuado mental y físicamente y un cambio a otro conjunto a mediados de campaña, así sea a uno que tenga chance de ganar la Serie Mundial, podría afectar su rendimiento de una manera considerable.
Los que sueñan con verlo establecer un nuevo récord salarial en la MLB dirán que sería una locura firmar por apenas un año cuando en este momento podría asegurar 600 millones si firma por 12, pero eso sólo demuestra que todavía no entienden la mentalidad del japonés.
Si su único interés fuese el dinero, hubiese esperado hasta cumplir los 25 años antes de dar el salto a la Gran Carpa, para obtener de entrada un contrato de 200 o 300 millones. En su lugar, hizo la transición con 23 años sabiendo que le tocaría cobrar salario mínimo por las primeras 3 campañas.
Este mismo año hubiese podido utilizar el arbitraje salarial para aumentar sus ingresos de 5 millones por temporada a 40 o 50 millones, pero decidió no hacerlo. Al final firmó por 30 millones, una cifra récord para un pelotero elegible al arbitraje, pero no tan alta como la que hubiese conseguido a través del arbitraje.
Otani está ganando 40 millones este año sólo en patrocinios
Sin ir muy lejos, Otani está ganando más dinero este año por concepto de patrocinios (40 millones) que por concepto salarial (30 millones), de manera que si de dinero se trata su fortuna no la encontrará en un contrato de 12 años sino en darle el visto bueno a los miles de patrocinantes que lo viven acosando.
El propio jugador ya ha explicado en el pasado que su principal deseo es ganar un título, de manera que lo más lógico es que su decisión se base en el equipo que le ofrezca las mejores probabilidades de alcanzar esa meta, no el que le presente los mejores términos financieros.
Es por eso que insistimos en que lo más probable es que firme un contrato de 3 o 4 años, ya sea con los Angelinos o con cualquier otro equipo, porque no existe ningún club en el mundo que le pueda garantizar un título en los próximos 12 años.
Siendo ese el caso, la lógica indica que elegirá a un club con buenas posibilidades de llegar a los playoffs y le dará 3 o 4 años para que haga realidad su sueño. Dependiendo de los resultados, continuará jugando con ese mismo conjunto o se mudará a otro, pero siempre con el objetivo de ganar un título.
Ahora, una vez que consiga esa meta, entonces su enfoque sí podría cambiar e inclinarse más hacia las mejores condiciones para su retiro. Es decir, quedarse en un mismo club por el resto de su carrera y bajo las mejores condiciones económicas posibles.
Si por esas cosas del destino los Angelinos llegasen a ganar la Serie Mundial este año, Otani probablemente acepte quedarse con ellos por el resto de su carrera, independientemente de si firma por un monto récord o no.
Si el club no gana, pero clasifica a la postemporada, entonces también es muy probable que decida quedarse por 3 o 4 años más a ver sí puede obtener el tan ansiado título con la organización que le dio la oportunidad de debutar en las mayores.
Incluso si el club cierra la campaña en el último lugar, también es posible que el fenómeno japonés decida extender su estadía en Anaheim por un año más, de manera de posponer la decisión de elegir su futuro hasta el año que viene, cuando esté más descansado y en mejores condiciones para tomarla.
Hace un mes atrás nadie hubiese pensado en la posibilidad de que Otani se quede un año más con los Angelinos
No es que estemos pronosticando que eso va a ocurrir con toda seguridad, ni mucho menos. De hecho, estamos conscientes de que las probabilidades de que eso suceda son muy bajas, pero el punto es que hace un mes atrás nadie hubiese pensado que eso podría ocurrir y ahora sí.
Es más, tiene toda la lógica del mundo. No hacerlo significa jugar cansado el resto de la presente temporada, correr el riesgo de ser cambiado antes del 31 de julio, tratar de llegar a los playoffs y encima de todo eso negociar constantemente con varios equipos para tratar de elegir un nuevo destino.
Como si eso fuera poco, no tendrá tiempo de descansar durante el invierno porque estará ocupado reuniéndose en persona con los distintos equipos que quieran contratarlo y una vez que tome su decisión, entonces dedicará todo su tiempo a mudarse a su nuevo hogar y familiarizarse con el mismo.
La única forma en la que podrá descansar como necesita hacerlo es posponiendo su decisión hasta el año que viene, de manera de que una vez que termine el calendario pueda acostarse a dormir sin que nadie lo moleste tratando de averiguar cuál será su nuevo destino.
Así, no debería sorprendernos si a principios de septiembre el club hace un anuncio en el cual Otani decide quedarse en el mismo por una temporada más. Sin duda, su agente se encargará de negociarle un buen contrato, que podría llegar a los 60 millones, pero la duración será de apenas un año.
Lo que de verdad sería una sorpresa es que el fenómeno japonés termine firmando por 12 campañas y 600 millones, como la mayoría espera. Eso sería inconsistente con su personalidad, con su objetivo como pelotero y con todo lo que ha demostrado desde que llegó a la MLB en 2018.