Vie, 26 Abr 2024 04:00 AM

¿Podrá Murton romper el récord de Ichiro?

   El norteamericano de los Tigres de Hanshin Matthew Murton, que apenas disputa su primera campaña en el béisbol profesional japonés, necesita batear 14 hits en los últimos 14 partidos del calendario para romper un récord que muchos creían inalcanzable: los 210 indiscutibles recolectados por el legendario Ichiro Suzuki en 1994. ¿Podrá lograrlo?
 
   En términos deportivos, la respuesta es sí, por supuesto. Cualquier buen bateador que esté enrachado y luchando por un título de bateo es capaz de sumar al menos un hit por partido en 14 juegos consecutivos, probablemente más. En términos reales y considerando que esto está ocurriendo en Japón, la respuesta es veremos qué pasa.
 
   Los japoneses son famosos por su falta de vergüenza a la hora de ponerle trabajas a cualquier extranjero que ponga en peligro un récord de alguno de sus compatriotas, en especial de uno tan famoso y querido por la afición como Ichiro Suzuki. A quien dude de esta realidad lo invitamos a charlar con el también norteamericano Karl “Tuffy” Rhodes y el venezolano Alex Cabrera, quienes vieron saboteados sus intentos de romper el récord de jonrones de una temporada, instaurado en 1964 por el legendario Sadaharu Oh, en 2001 y 2002, respectivamente.
 
   Ambos empataron la marca de 55 vuelacercas con 5 partidos restantes en el calendario y a partir de ese momento simplemente no vieron ni un buen lanzamiento hasta que terminó la temporada. A pesar de que la mayoría de la prensa y los fanáticos, e incluso el propio Oh, criticaron el hecho y lo calificaron de antideportivo, la lealtad de algunos lanzadores y coaches de pitcheo hacia el récord de una figura de su talla prevaleció en los momentos decisivos.
 
   Ichiro es una figura incluso más querida en Japón que Sadaharu Oh. Ganador de 7 títulos de bateo consecutivos en la Liga del Pacífico justo antes de dar el salto a las Grandes Ligas y poseedor del segundo promedio más alto de la historia para una campaña en el béisbol japonés con .387, instauró su récord de 210 hits en su primera temporada completa como jugador con el equipo que para aquel entones se llamaba Ola Azul de Orix.
 
   Hasta ese momento, 1994, ningún otro jugador en la historia de la NPB (Nippon Professional Baseball) había rebasado la barrera de los 200 indiscutibles en un año. Ni Oh, ni el super famoso y popular Shigeo Nagashima, ni Isao Harimoto (hasta entonces el único japonés en superar los 3000 hits de por vida), ni el tres veces ganador de la triple corona ofensiva Hiromitsu Ochiai, ni los legendarios norteamericanos Leron Lee (poseedor del promedio más alto de por vida en Japón) o Randy Bass (dos veces ganador de la triple corona ofensiva), ni nadie. Una marca impensable había sido instaurada por un novato y jamás se pensó que pudiera se superada.
 
   En 2005, el jardinero central de las Golondrinas de Yakult, Norichika Aoki, se convirtió en apenas el segundo jugador en la historia en superar los 200 indiscutibles al terminar la campaña con 202. Muchos lo declararon entonces el heredero de Ichiro Suzuki.
 
   No obstante, un par de años más tarde llegó un venezolano con 6 campañas de experiencia en la liga llamado Alex Ramírez para colarse en ese grupo exclusivo al batear 204 imparables y convertirse en el primer extranjero en superar la barrera de los 200 hits. Fue una campaña única, se pensó, ya que el venezolano es un típico cuarto bate del que se esperan más los jonrones y las empujadas que un gran número de sencillos, pero aún así lo logró y pasó a formar parte de una élite que se pensó sería imperturbable por muchos años más.
 
   Pero estamos en 2010 y un nuevo actor ha saltado al escenario a dejarse sentir. Matthew Murton, de 28 años y nativo de Fort Lauderdale, Florida, pasó los últimos cinco años de su carrera tratando sin éxito de ganarse un puesto en la Grandes Ligas. Lo intentó con los Cachorros de Chicago, los Atléticos de Oakland y los Rockies de Colorado, pero en ninguno de los casos logró establecerse como miembro del roster activo, lo que lo obligó a pasar la mayor parte del tiempo en los equipos filiales de esas organizaciones. Pero para su fortuna, le llegó la oportunidad de firmar con los Tigres de Hanshin y desde entonces no ha desaprovechado ni uno solo de los minutos en los que ha jugado para el equipo.
 
   En su primera campaña en la NPB se ha establecido como el primer bateador de un equipo de tanta tradición y exigencia como Hanshin, participó en la Serie de las Estrellas y está peleando por el título de bateo de la Liga Central. Con 14 partidos por disputar en la temporada regular, amenaza no sólo con convertirse en el cuarto miembro del selecto grupo de jugadores con 200 o más hits en un año sino también en asumir de un sólo golpe el liderato del mismo. Luego de ligar 6 indiscutibles en sus últimos dos encuentros la amenaza es más que real y el ritmo que lleva prácticamente le garantiza pasar a Aoki y Ramírez en la lista.
 
   Sumar 14 indiscutibles en 14 partidos es una meta alcanzable incluso para un bateador promedio, de manera de que existe una oportunidad real de superar el récord de Ichiro, el problema es que no puede garantizarse que los lanzadores de los equipos contrarios colaborarán con su objetivo. Todo lo contrario, es muy probable que traten de sabotearlo.
 
   Los tiempos han cambiado y la tolerancia hacia las marcas de los extranjeros es mayor que en antaño, pero no pueden subestimarse los instintos proteccionistas de los japoneses hacia su deporte y sus héroes.
 
   Si algo puede servirles de consuelo es el hecho de que Aoki, que aventaja a Murton en la carrera por el título de bateo, también va encaminado a superar los 200 indiscutibles este año, lo que lo convertiría en el único jugador de la historia en superar la barrera en más de una ocasión. Con 14 partidos por disputar, Aoki sólo necesita 10 sencillos para llegar a los 200.
 
   Pronto sabremos qué ocurre.
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