Dom, 06 Oct 2024 10:08 AM

La barba de Odor y la disciplina de Yomiuri

   Varios fanáticos se sorprendieron esta semana al ver al venezolano Rougned Odor reportarse a los entrenamientos primaverales de los Gigantes de Yomiuri sin su distintiva barba y se apresuraron a preguntar si había sido una exigencia del equipo que se la afeitara.

 

Odor llegó a Japón esta semana sin su distintiva barba

 

   La respuesta a esa interrogante es muy sencilla: sí. El famoso conjunto de Tokio utiliza un estricto código de conducta con sus jugadores que les prohíbe llevar vello facial, mascar goma o tabaco en el estadio y hacer publicaciones en redes sociales en horas de trabajo.

 

   Ningún otro equipo de la NPB hace ese tipo de exigencias a sus peloteros, pero eso no quiere decir que no lo hayan hecho en el pasado, ni que esa costumbre no se haya visto antes en otras ligas deportivas internacionales.

 

   En la MLB, por ejemplo, fue común en el pasado que los clubes les exigieran a sus peloteros vestirse de traje y corbata en público y dejar siempre buenas propinas cada vez que fueran a un restaurante, ya que en ese tipo de interacciones estaban representando a su franquicia.

 

   Hoy día, casi todas esas reglas han caído en desuso, pero en el caso de Yomiuri no sólo se mantienen sino que además se han hecho más estrictas en años recientes. Esa prohibición de hacer publicaciones en redes sociales, por ejemplo, es relativamente nueva.

 

   La razón principal del apego a esa estricta disciplina tiene que ver con la cultura japonesa, en la cual, como ya lo hemos explicado antes en este mismo espacio, la imagen representa el aspecto más importante de la vida cotidiana, ya sea a nivel individual o corporativo.

 

   Cualquier daño que sufra la misma puede tener repercusiones muy serias en la carrera profesional de un individuo o en el éxito general de una compañía, razón por la cual es cuidadosamente resguardada para evitar que eso ocurra.

 

   No debemos olvidar que Yomiuri no sólo es el equipo más popular y laureado de todo Japón, sino también un modelo de referencia, tanto deportivo como organizacional, para el resto de los conjuntos de la liga y hasta el público general. 

 

   Por décadas sus juegos fueron televisados todas las noches en horario estelar a todo el país, y como casi siempre terminaban en victorias y títulos varias generaciones de japoneses crecieron idolatrando a esa franquicia e ignorando la existencia del resto.

 

Los libros de Whiting introdujeron el béisbol japonés a los occidentales

 

   El estadounidense Robert Whiting, autor de varios de los libros más importantes de la historia del béisbol japonés en un idioma extranjero, compara el ingreso de un jugador a Yomiuri con la admisión de un soldado a la famosa academia militar de West Point en los Estados Unidos.

 

   La expectativa es que cada uno de ellos se comporte siempre de manera ejemplar, acepte religiosamente todas las instrucciones que se le dan y nunca se queje, cuestione o ponga en duda la veracidad o validez de las órdenes que recibe de sus superiores.

 

   Esa es la razón por la cual la gerencia desea que todos sus empleados siempre luzcan impecables. Después de todo, tienen una imagen muy importante que mantener y que todavía es clave para el éxito de la organización.

 

   Eso nos trae al otro motivo por el cual el equipo desea mantenerse tan estricto: la desesperación. El club no gana la Serie de Japón desde la temporada 2012, lo que representa, por buena ventaja, la sequía de títulos nacionales más larga de su historia.

 

   En un par de ocasiones anteriores pasó 8 años sin ganar la final, pero esa fue la excepción, no la regla. Durante la mayor parte de su historia ha logrado coronarse campeón de Japón entre 2 y 7 veces por década, pero ese ya no es el caso.

 

   De hecho, las últimas dos veces que llegó a esa instancia sufrió una humillación legendaria, luego de ser barrido abrumadoramente por los Halcones de SoftBank tanto en 2019 como en 2020. Eso no ha hecho sino profundizar el trauma que siente la organización.

 

   Es por eso que el club continúa aferrándose al pasado y apegándose a unas reglas que alguna vez le funcionaron, pero que ahora no hacen sino alienar a sus peloteros y limitar significativamente sus posibilidades de éxito.

 

Abe debutará este año como manager de Yomiuri

 

   El nombramiento de Shinnosuke Abe como nuevo manager del equipo para esta temporada no es sino una confirmación de esa política. El Jugador Más Valioso de la Liga Central en 2012 es una de las máximas estrellas de la divisa en los últimos 20 años y un producto típico de la vieja filosofía del club.

 

   Parece difícil que lo veamos hacer cosas innovadoras en el manejo del roster o que se atreva a distanciarse del toque de sacrificio en el primer episodio que es tan popular en los dirigentes más viejos y más tradicionales del circuito.

 

   La gerencia sin duda realizó buenas contrataciones durante el invierno y el equipo se ve en buena posición para hacer algo positivo esta campaña, pero eso no garantiza que tendrá éxito, como ya lo hemos comprobado repetidamente en la última década.

 

   Odor, sin ir muy lejos, podría convertirse en el motor ofensivo que el club necesita para ser exitoso este año, pero si no se le da la libertad y la confianza que necesita para poder rendir al máximo de sus condiciones entonces dudamos que siquiera pueda ganarse la titularidad.

 

   Este es un patrón que ya hemos visto en el pasado y que parece destinado a repetirse en esta ocasión. Ocurrió, por ejemplo, con el cubano Alex Guerrero, quien después de ganar el título de jonrones de la Liga Central en 2017 con los Dragones de Chunichi decidió firmar con Yomiuri en 2018.

 

   La gerencia esperaba que éste se convirtiera en el cuarto bate del club para esa temporada, pero al final ni siquiera fue titular debido a la mala relación que desarrolló con su manager, quien no le quiso dar el espacio que necesitaba para poder trabajar apropiadamente.

 

   La situación mejoró un poco en 2019 con la llegada de un nuevo estratega, pero al final no progresó lo suficiente como para que éste se ganara la titularidad y continuara trabajando con la organización en el futuro.

 

Polanco fue víctima de la falta de paciencia de Yomiuri

 

   Más recientemente, el dominicano Gregory Polanco también fue víctima de la falta de paciencia y visión de la gerencia del club, quien decidió no renovar su contrato después de que éste conectara 24 jonrones y remolcara 58 carreras en su debut en la liga en 2022.

 

   Los Marinos de Lotte aprovecharon la oportunidad para firmarlo y en 2023 ganó el título de cuadrangulares de la Liga del Pacífico luego de irse para la calle en 26 ocasiones. Es más, su campaña fue tan exitosa que lo nombramos Latino del Año esa temporada.

 

   No es que estemos pronosticando que Odor vaya a fracasar este año, ni mucho menos. Sólo queremos llamar la atención al hecho de que está entrando a un equipo que es famoso por su falta de paciencia y visión a la hora de manejar a sus peloteros, especialmente a los importados.

 

   Tal como ocurrió con Polanco, el criollo podría registrar buenos números esta campaña y aún así ser dejado en libertad a finales de año debido a que su defensa no fue buena o a que éste no le agradó el ambiente de trabajo de la organización.

 

   Con un manager más innovador y abierto a probar cosas nuevas, quizás tuviésemos esperanzas de que el equipo pudiese hacer algo positivo esta temporada, pero como están las cosas lo más probable es que se quede fuera de los playoffs por tercer año consecutivo.

 

   La temporada regular comenzará el viernes 29 de marzo, por lo que sólo nos queda esperar para saber qué ocurrirá con el paso de Odor por Yomiuri y la NPB. Si tiene la compostura de aceptar todas las reglas que le imponga el club, sin duda tendrá éxito, pero si ese no es el caso dudamos que pase más de un año en esa organización.