En un artículo publicado hoy en la versión inglesa del Diario Yomiuri nuestro colega Jim Allen comenta que el venezolano Roberto Petagine ha sido hasta ahora el mejor debutante extranjero que ha tenido el béisbol profesional japonés, de acuerdo al sistema de créditos Win Shares creado por Bill James.
Win Shares es un sistema utilizado para evaluar la influencia o responsabilidad de un jugador individual en las victorias de su equipo a lo largo de una temporada basado en el análisis de todas las estadísticas, tanto defensivas como ofensivas, del equipo y el jugador en cuestión.
El artículo de Allen hace referencia al extraordinario debut que el norteamericano Matt Murton tuvo este año con los Tigres de Hanshin, en el que logró romper el récord de sencillos para una campaña impuesto por Ichiro Suzuki en 1994. Murton acumuló 214 indiscutibles en 144 juegos, mientras que Suzuki logró 210 en 130.
De acuerdo al sistema Win Shares, Murton terminó la temporada con una puntuación de 8-2/2 triunfos, lo que le valió el tercer puesto entre los jardineros de la Liga Central, pero cuando se le compara con otros extranjeros que brillaron en su primera temporada en la NPB, el norteamericano asciende al segundo lugar.
El mejor debutante extranjero hasta ahora, de acuerdo a este sistema, es Petagine, con 9-1/3 triunfos. El segundo lugar lo comparten Murton y el puertorriqueño Leo Gómez, que debutó en la liga en 1997, ambos con 8-2/2 triunfos, y en el tercero están los norteamericanos Tom O’Malley (1991), Bobby Rose (1993) y Alex Cabrera (2001) con 8-1/3 triunfos.
No es sorprendente que Petagine esté al tope de la lista, ya que su primera temporada en Japón fue sencillamente espectacular: le robó el título de jonrones de la Liga Central a Hideki Matsui con 44, remolcó 112 carreras y bateó para .325 de promedio, con lo que jugó un rol fundamental en las 66 victorias que consiguieron las Golondrinas de Yakult en 1999.
Gómez, quien debutó en la NPB en 1997 con los Dragones de Chunichi, terminó la campaña con 31 jonrones, 81 empujadas y .315 de promedio, con lo que fue uno de los principales responsables de los 59 triunfos de un equipo que terminó en el foso de la clasificación ese año.
Cabrera tuvo un debut igualmente brillante en 2001 con los Leones de Seibu. Conectó 49 cuadrangulares, remolcó 124 carreras y bateó para .282 de promedio, marcando una diferencia importante en las 73 victorias de su equipo esa campaña.
