Lun, 06 May 2024 02:58 AM

Blanco: "Siempre quise venir a Japón"

   Nagoya, Japón. Especial – En apenas su segunda campaña en el béisbol profesional japonés, el dominicano de los Dragones de Chunichi Tony Blanco confiesa que siempre tuvo el deseo de venir a jugar en la NPB.
 
   “Desde que conocí a Alfonso Soriano, que jugó aquí en Japón y después se convirtió en una gran estrella en las Grandes Ligas, siempre tuvo el deseo de venir a jugar aquí porque sabía que podía aprender a batear mejor”, explica el robusto toletero sentado en el dugout del Nagoya Dome luego de una práctica de su equipo.
 
   “Para mi fortuna, un scout de Chunichi me vio jugando en la liga invernal dominicana y le gustó mi estilo y así fue como el equipo me firmó”, agrega.
 
   Como todo pelotero en el mundo, su sueño era jugar en las Grandes Ligas, pero la experiencia que tuvo allá lo decepcionó. “Yo estuve un año en las divisiones menores de las Grandes Ligas, pero no tuve muchas oportunidades de jugar y además me lesioné, así que no pode hacer mucho”, acota.
 
   No obstante, una vez llegado a Japón empezó a rendir como un jugador de primera categoría. En su primera campaña lideró la Liga Central en cuadrangulares (39) y remolcadas (110) y clasificó a la postemporada tras conquistar el segundo puesto de la tabla con su equipo.
 
   “Después de mi primera temporada aquí me sentí muy bien, siento que fue un logro inmenso. Cuando llegué estaba muy desorientado, todo aquí es totalmente diferente a lo que conocemos en Latinoamérica. La cultura es distinta, la técnica de los lanzadores es muy diferente también, así que me tomó como dos o tres meses ajustarme a todo. Al principio tuve muchos tropiezos y el equipo tampoco estaba muy bien, así que fue difícil, pero después me fui ajustando y me fue mejor” señala.
 
   Según explica, la clave de su éxito estuvo en aprender de sus anfitriones. “Yo aprendí mucho de los japoneses, de su técnica de bateo y de su forma de jugar. Incluso copié varias cosas que hacen durante el juego y gracias a eso fue que pude tener tanto éxito”.
 
   Su llegada a Chunichi acarreó una buena cuota de presión, pero también logró salvar ese obstáculo para completar una primera campaña de ensueño. “El equipo me recibió muy bien. Cuando yo llegué, el primera base del equipo, que fue un gran jugador, se acababa de retirar y eso dejó un hueco muy grande en la alineación que yo debía llenar, así que fue un reto muy grande, pero gracias a Dios lo logré”.
 
   En su segundo año en la liga las cosas no le fueron tan bien. En un momento su bateo era tan pobre que fue bajado al segundo equipo para reajustar su técnica, pero pronto logró rectificar su mecánica para terminar la temporada con números muy respetables: 32 vuelacercas, 86 empujadas y .264 de promedio. “Yo me tomé este segundo año como una prueba. Este ha sido mi primer año en Japón con un contrato multianual. Para ellos, a mis 28 años yo todavía soy un jugador joven de manera que todavía tengo espacio para mejorar. Por supuesto, sentí mucha presión por el compromiso que significa para mí ser el cuarto bate del equipo y debido a eso tuve problemas al principio de la temporada, pero después me fui ajustando y terminé la temporada con buenos números. No fueron iguales a los del año pasado, pero fueron decentes. Para ellos, el pelotero que se mantiene dando más de 30 jonrones y más de 80 empujadas cada año es un buen pelotero”.
 
   Con dos temporadas de experiencia en sus hombros siente que la meta principal que se propuso cuando vino a Japón se ha cumplido: aprender. “Lo que más he aprendido aquí en términos de béisbol es mi defensa, la he mejorado muchísimo. También aprendí mucho a batear los lanzamientos quebrados, que aquí se utilizan mucho, pero en general siento que he aprendido de todo un poco y eso me complace”.
 
   Con respecto a su futuro, un eventual regreso a las Grandes Ligas sigue siendo su mayor sueño, pero tiene claro que continuar jugando en Japón no tiene nada de malo. “A mí me gustaría volver a las Grandes Ligas porque sin duda es el mejor béisbol del mundo, pero viendo mi situación yo creo que me va a ir mejor si me quedo en Japón. Yo ya tengo dos años jugando aquí, me ha ido bien y ya todos me conocen, así que me va a ser mucho más fácil desarrollar una carrera aquí que en las Grandes Ligas. Me gustaría continuar jugando unos 4 o 5 años más aquí y, si puedo, retirarme en esta liga”, concluye.
 
   De mantenerse en forma y continuar produciendo al ritmo que lo ha hecho hasta ahora, no cabe duda de que Tony Blanco será un nombre que continuará siendo escuchado en el béisbol profesional japonés por varios años más.
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