Vie, 26 Abr 2024 06:48 AM

La presencia latina en la NPB pica y se extiende

 

   Ya es oficial. El debut de ayer del mexicano Agustín Murillo no sólo impuso un nuevo récord de presencia latina en la NPB sino que también reafirmó la supremacía de los jugadores hispanos sobre el resto de los extranjeros que están activos en la liga en este momento.

 

   En términos políticos, se podría decir que los latinos, por tener más sillas en el parlamento, constituyen ahora el partido de gobierno, mientras que los estadounidenses, que mantuvieron el monopolio del poder hasta 2014, han pasado ahora a ser el partido de oposición.

 

   Analicemos primero el récord. El año pasado, un total de 31 peloteros caribeños participaron en al menos un juego durante la temporada regular, lo que superó el total de 28 que se había alcanzado en la campaña 2012.

 

   Para este año, la expectativa era que esa nueva marca iba ser superada con relativa facilidad debido a que la mayoría de los latinos que jugaron en la liga en 2014 regresarían y también porque un buen número de debutantes fue firmado antes de que comenzase la temporada.

 

   Por si eso fuera poco, también se esperaba que el contingente proveniente de Cuba a través del acuerdo entre la federación de ese país y la NPB aumentase este año, luego del exitoso comienzo que tuvo la relación en 2014.

 

   Pero lamentablemente eso no fue lo que ocurrió. Yulieski Gourriel, que se convirtió en una sensación tras su debut con las Estrellas de DeNA el año pasado, se tomó más tiempo del necesario para renovar con el club, y después de hacerlo se negó a viajar a Japón a cumplir su contrato, por lo que al final fue despedido del equipo de manera abrupta.

 

   La mala imagen que dejó su caso no sólo le cerró las puertas de la NPB a él mismo sino también a su hermano Lourdes Gourriel hijo, que había firmado con DeNA con la esperanza de jugar junto a su hermano mayor esta campaña, y posiblemente a varios de sus compatriotas que deseaban ver acción en Japón este año.

 

   Como consecuencia, de los 4 peloteros cubanos que debutaron en la NPB en 2014, sólo 3 regresaron este año, y de esos 3 sólo uno está viendo acción de manera regular: Alfredo Despaigne. Los otros dos, Frederich Cepeda y Héctor Mendoza, parecen destinados a pasar el resto de la campaña en la liga menor y a ser dejados en libertad a finales de año.

 

   Ese desacuerdo retrasó el ritmo acelerado con el que estaban debutando o viendo acción los latinos que sí estaban activos en la liga, pero al final no impidió que éstos impusieran un nuevo récord de presencia en la misma: 32, cifra a la que se llegó ayer con el debut de Murillo.

 

   Ese total podría incluso aumentar antes del final de la campaña si alguno de los otros tres latinos que fueron firmados entre junio y julio (los dominicanos Nelson Pérez y Rafael Pérez y el venezolano Johermyn Chávez) recibe la oportunidad de debutar en los próximos días.

 

   Un factor que ha contribuido mucho al aumento de la presencia latina en la NPB es la iniciativa que han tomado los clubes del circuito en los últimos años de contratar muchos más importados de los que pueden colocar en su roster activo.

 

   Por supuesto, tal política también tiene su lado negativo, ya que si por una parte permite que más latinos lleguen a la liga, por la otra les dificulta mucho sus posibilidades de jugar al máximo nivel debido a la escasez de cupos que tienen para añadirlos a su roster (la liga sólo permite 4 extranjeros por equipo de manera simultánea).

 

   De cualquier forma, debemos celebrar la nueva marca de presencia que se acaba de imponer y esperar que se continúe expandiendo en el futuro, que muy bien podría traer consigo un aumento en el límite de extranjeros que se permiten en el roster activo de los equipos o, mucho mejor, una expansión de la liga de 12 a 16 equipos, tal como lo sugirió el gobierno japonés el año pasado.

 

   Con respecto a la mayoría latina que ahora domina el grupo de extranjeros que están activos en la NPB, la balanza se había venido emparejando en los últimos años hasta alcanzar la igualdad absoluta el año pasado, cuando 32 latinos y 32 estadounidenses estaban registrados en las nóminas de los 12 clubes de la liga.

 

   A la fecha de hoy, un rápido vistazo a las listas de jugadores de esos 12 conjuntos nos revela que de todos los extranjeros que están presentes, 37 de ellos son latinos (5 no han debutado todavía) y sólo 32 son estadounidenses, por lo que en esta ocasión la superioridad hispana es indiscutible y además histórica, porque es la primera vez que ocurre.

 

   En 1995, los latinos representaban apenas el 13 por ciento de los importados que estaban presentes en el circuito. En 2012, esa cifra ascendió al 41 por ciento, y el año pasado al 44 por ciento, por lo que esta temporada otro nuevo récord está siendo impuesto.

 

   En este momento, los hispanos constituyen el 46 por ciento del total de los foráneos que están registrados en la NPB. Los norteamericanos representan el 40 por ciento, los asiáticos (provenientes de Corea del Sur y Taiwán) el 9 por ciento y los jugadores provenientes del resto del mundo occidental el 5 por ciento.

 

   Como ya mencionamos antes, esta cifra parece destinada a aumentar en el futuro, en especial si la liga decide aumentar el límite de extranjeros que los clubes pueden tener en sus rosters o si decide darle luz verde a una expansión de 12 a 16 equipos, iniciativa que aumentaría en un 25 por ciento el total de puestos de trabajo disponibles en el circuito.

 

   El renglón que no podrá ser superado este año en comparación a 2014 es el total de latinos debutantes en la liga. El año pasado, esa cifra ascendió a 17 y superó con claridad la marca anterior de 12 que había sido impuesta en 1999 e igualada en 2012.

 

   Sólo 10 latinos han podido debutar en la NPB en lo que va de año y apenas 5 más podrían hacerlo antes del final de la campaña, por lo que incluso en el improbable caso de que todos ellos lograsen disputar su primer partido en la liga en los próximos días todavía no podríamos alcanzar el total de 17 registrado el año pasado.

 

   Otro aspecto muy positivo que se logró en 2014 que tampoco podrá ser igualado en esta ocasión son los títulos de jonrones y empujadas capturados por el venezolano Ernesto Mejía y el dominicano Mauro Gómez, respectivamente.

 

   Al momento de escribir estas líneas, ningún latino está peleando por algún título individual, ya sea ofensivo o de pitcheo, por lo que con toda seguridad este año veremos detenidas las rachas de títulos que veníamos acumulando en esas dos categorías en las últimas dos temporadas.

 

   Sin embargo, algo que sí es posible que veamos esta campaña es un Guante de Oro como el que recibió el venezolano José Celestino López en 2013 por su excelencia defensiva en la primera base.

 

   Su compatriota Aarom Baldiris lidera actualmente, y con una ventaja considerable, el renglón  de porcentaje de fildeo en la tercera base en la Liga Central y por lo general ese es el número decisivo a la hora de determinar al ganador del premio en cada posición.

 

   El experimentado criollo registra en este momento un porcentaje de .984 y su más inmediato perseguidor apenas suma .973, por lo que con apenas 14 partidos por disputarse en el calendario parece un hecho que el hispano se alzará por primera vez con un galardón que tiene ya años mereciendo.

 

   López, por su parte, está segundo en la primera base a sólo 2 centésimas del líder (.994 vs .996), pero lamentablemente es tercero en total de errores cometidos (7) y eso le podría restar votos en caso de que logre ascender al primer lugar.

 

   Mejía es también segundo, por apenas un suspiro (.9955 vs 9956), en la primera base en la Liga del Pacífico e incluso tiene un error menos que el líder, pero éste lo supera en producción ofensiva, algo que tradicionalmente ha inclinado la balanza a favor de un candidato en particular cuando los números están muy parejos.

 

   De cualquier forma, si sólo Baldiris logra alzarse con el premio, eso ya resultaría un paso adelante debido a que el año pasado  ningún latino logró obtener esa distinción.

 

   Así mismo, estaremos pendientes de lo que ocurra con los peloteros que sean elegidos al Equipo Ideal de la temporada regular en ambas ligas.

 

   En 2014, 3 latinos tuvieron el honor de ser seleccionados (Mejía, Gómez y el dominicano Héctor Luna), pero este año, debido a que ninguno está peleando algún título individual, parece difícil que eso se repita.

 

   No obstante, como ya mencionamos antes, no nos queda sino celebrar el hecho de que la presencia latina en la NPB continúa creciendo e imponiendo nuevos récords cada año. Mientras esa tendencia se mantenga, las distinciones individuales regresarán tarde o temprano.