Vie, 26 Abr 2024 09:21 AM

El desafortunado año del venezolano Aarom Baldiris

 

   A pesar de que en varios aspectos la temporada 2015 del antesalista venezolano de las Estrellas de DeNA Aarom Baldiris podría considerarse un éxito, no cabe duda de que en varios otros la fortuna simplemente no estuvo de su lado.

 

   En primer lugar, estuvo liderando hasta el último minuto la votación de los fanáticos para la Serie de las Estrellas, pero justo cuando estaba a punto de asegurar la primera participación de su carrera en la cita fue superado en votos por otros dos competidores.

 

   Luego, lideró la Liga Central en porcentaje de fildeo (.985) en su posición y también registró el número más bajo de errores (4), por lo que parecía destinado a ganar su primer Guante de Oro en Japón, pero al final eso tampoco pudo ocurrir. Los votantes se inclinaron por otro candidato que lo superó en asistencias y dobles matanzas.

 

   Por último, la contratación a mediados de octubre de su compatriota Alex Ramírez como nuevo manager del equipo le pintó un futuro muy promisorio dentro del mismo, debido a que éste, que siempre ha sido un gran admirador de su defensa, lo consideraba como uno de sus pilares fundamentales para 2016.

 

   No obstante, la gerencia del club pareció no tenerlo en tan alta estima, porque a la hora de negociar un nuevo contrato no pudo llegar a un acuerdo en términos de salario y terminó dejándolo en libertad, a pesar de lo importante que fue su contribución al equipo en las últimas 2 campañas.

 

   La temporada 2014, que representó su debut con el conjunto y también su primer año en la Liga Central, no fue la más exitosa de todas.

 

   La llegada a finales de mayo del cubano Yulieski Gourriel lo obligó a salir de la tercera base, que durante los 6 años anteriores había sido su única posición sobre el terreno, para moverse a la inicial, por lo que tuvo que aprender a defender una nueva base de manera repentina y con la temporada regular en pleno desarrollo.

 

   Luego, estuvo lesionado y también le tomó tiempo adaptarse a los lanzadores del nuevo circuito, por lo que su manager, Kiyoshi Nakahata, no le otorgó la continuidad y la estabilidad que necesitaba para poder rendir mejor.

 

   Este año, sin embargo, las cosas cambiaron de forma dramática. El despido de Gourriel lo convirtió en el titular indiscutido de la tercera base y esa seguridad le permitió relajarse y rendir mucho mejor, no sólo defensiva sino también ofensivamente.

 

   Para mediados de mayo estaba entre los líderes de bateo y empujadas del circuito y parecía destinado a registrar un año para el recuerdo, razón por la cual recolectó tantos votos para la Serie de las Estrellas.

 

   Pero como mencionamos con anterioridad, al final no pudo ganarse el boleto para el evento. Quizás su lento declive en el camino a esa cita, sumado al salto al protagonismo del eventual ganador, fue lo que inclinó la balanza en su contra y lo relegó al tercer lugar de la votación.

 

   Su rendimiento ofensivo volvió a repuntar a finales de junio y principios de julio, pero después volvió a caer de manera lenta pero segura, al igual que el nivel de juego su equipo, que terminó quedando en el último lugar de la clasificación luego de haberla liderado por casi dos meses.

 

   A pesar de todo, su excelente defensa lo dejó en inmejorable posición para alzarse con el Guante de Oro en su puesto, pero como ya mencionamos al final los críticos ignoraron su gran porcentaje de fildeo y sus pocos errores para premiar el mayor número de asistencias y dobles matanzas del eventual ganador.

 

   El Guante de Oro le ha sido dolorosamente esquivo al criollo, quien desde que debutó en la NPB en 2008 siempre ha deslumbrado con su alcance y su seguridad a la hora de defender la tercera base.

 

   Pero como en sus dos primeros años con los Tigres de Hanshin no recibió demasiadas oportunidades de jugar y luego el equipo decidió dejarlo en libertad, nunca tuvo la oportunidad de competir por el premio.

 

   Afortunadamente para él, las cosas cambiaron con su traspaso a los Búfalos de Orix de la Liga del Pacífico en 2010. Primero, porque se ganó la titularidad de la tercera base y, segundo, porque también comenzó a rendir mucho mejor ofensivamente.

 

   Sin embargo, tuvo la mala fortuna de cubrir esa posición en un circuito que está repleto de excelentes antesalistas que no sólo son muy buenos defensivamente sino que también son estrellas con el bate, por lo que al final nunca tuvo el chance real de alzarse con el galardón.

 

   Su llegada a DeNA en 2014 le abrió un nuevo mundo de posibilidades, ya que los competidores que enfrentaría en su posición no eran particularmente buenos en términos defensivos y eso lo colocaba más cerca que nunca el honor que tanto ha merecido, pero una vez más la suerte no estuvo de su lado.

 

   En primer lugar, porque como ya mencionamos su manager no supo utilizarlo bien y lo sacó de su posición natural para darle su puesto a un recién llegado que nunca había jugado en ese puesto y, luego, porque cuando por fin se ganó la titularidad indiscutida en esa base los votantes decidieron ignorarlo en beneficio de un jugador de otro equipo.

 

   A pesar de todo, su rendimiento este año fue bueno, por lo que se hubiese podido pensar que el club le renovaría su contrato para la temporada que viene, en especial tras la llegada de su compatriota Ramírez como manager, pero ese tampoco fue el caso.

 

   Según los medios deportivos nipones, ambas partes no pudieron llegar a un acuerdo en términos de salario y esa fue la razón por la que fue dejado en libertad.

 

   Como consecuencia, en lugar de recibir un premio por sus logros de esta campaña ahora está obligado a pasar su descanso invernal buscando empleo a pesar de tener 8 años de experiencia en la liga y además contar con el valor agregado de que en un año más se convertirá en “japonés” y ya no contará como un extranjero en el roster de su equipo.

 

   Para su fortuna, ya un par de clubes han manifestado su interés en firmarlo gracias a su probado talento para jugar en el circuito, por lo que no debería tener problemas en prolongar su carrera en Japón.

 

   No obstante, un nuevo contrato no le aseguraría ni la titularidad y ni la posibilidad de pelear por el Guante de Oro que tanto ha merecido todos estos años, por lo que su futuro en la liga sigue siendo una interrogante.

 

   Los Carpas de Hiroshima fueron los primeros en expresar su interés en él, pero ese fue uno de los equipos que peor utilizó a sus importados este año, por lo que un eventual pacto con ellos promete otorgar más inestabilidad que seguridad al jugador.

 

   Los Marinos de Lotte, que son el otro conjunto que ha expresado su deseo de adquirirlo, parecen ser un mejor destino para el criollo, pero la presencia del popular Toshiaki Imae en la tercera base promete crear otro conflicto de posiciones que termine perjudicando al primero.

 

   Sólo queda esperar para saber qué ocurrirá con el futuro de la carrera del venezolano en la NPB. Por un lado, el interés de 2 equipos en contratarlo invita al optimismo, pero por el otro, la perspectiva de que éstos lo vuelvan a utilizar de una forma incorrecta como ya lo hizo DeNA nos invita al pesimismo.