Jue, 02 May 2024 02:26 AM

Detalles de la democión del venezolano Ernesto Mejía

 

   Hace un par de días, el manager de los Leones de Seibu Hatsuhiko Tsuji perdió la paciencia con el venezolano Ernesto Mejía y lo envió al conjunto filial de la organización debido a su pobre rendimiento sobre el plato.

 

   El toletero criollo tenía una racha de 11 turnos consecutivos sin hits para ese momento y sólo había podido conectar 10 imparables en los 69 turnos al bate que tomó desde el primero de julio.

 

   En total, el espigado inicialista batea para .245, con 16 jonrones y 49 empujadas en lo que va de temporada, que si bien no son números malos sí distan mucho de los que registró el año pasado: .252, 35 y 103, respectivamente.

 

   Con apenas 2 meses restantes en el calendario, parece muy difícil que si quiera se acerque a esas marcas, razón por la cual el manager tomó la drástica decisión de bajarlo, en parte como castigo, pero sobre todo con la esperanza de que recupere su mejor forma.

 

   Si bien esta es la primera vez que Mejía es bajado a la liga menor desde que llegó a la NPB en la campaña 2014, este tipo de medidas son comunes en la liga, tanto con los jugadores extranjeros como con los japoneses.

 

   La idea es darle la oportunidad a los bateadores de que corrijan su mecánica y recuperen su confianza viendo acción en un circuito menos competitivo, en el cual resulta más fácil hacer contacto y la presión del ambiente es casi inexistente.

 

   En algunos casos, la movida tiene consecuencias terribles, como le ocurrió al norteamericano Jonny Gomes el año pasado. Luego de su pobre rendimiento durante el primer mes de la campaña con las Águilas de Rakuten, el club decidió bajarlo y eso lo molestó tanto que pidió ser dejado en libertad y se regresó a los Estados Unidos.

 

   No obstante, en la mayoría de ellos la medida es efectiva. El bateador en cuestión comienza a hacer contacto otra vez, recupera su forma y su confianza y en apenas 2 semanas es promovido al primer equipo, donde vuelve a ser titular de inmediato.

 

   Algo similar le ocurrió al venezolano Aarom Baldiris en la temporada 2011, cuando luego de un buen inicio cayó en una mala racha en la que no pudo producir buenos números como por 2 semanas y su equipo decidió bajarlo de manera abrupta.

 

   Cuando lo entrevistamos ese año y le comentamos que esa medida nos había parecido muy drástica, él nos respondió que ese no fue el caso y que ese descenso lo ayudó a recuperarse.

 

   “Yo creo que fue lo mejor para mí, porque me pude conseguir un poco, ya que estaba perdido en el home. Ellos me recomendaron que trabajara en ciertas cosas y eso fue lo que hice y al final eso me ayudó a recuperarme”, nos respondió.

 

   Un detalle curioso en el caso de Mejía es que en la campaña 2015, que fue la más modesta de las 3 que disputó con Seibu antes de comenzar este año, sus números fueron muy similares a los que tiene ahora, pero a pesar de ello nunca fue enviado al conjunto filial en ese momento.

 

   Para el 5 de agosto de 2015, el criollo bateaba para .207, con 17 jonrones y 55 empujadas. Sin embargo, se reencontró a sí mismo en el camino y terminó el año con un promedio de .235, 27 cuadrangulares y 89 remolques.

 

   Es cierto que en esta ocasión sus totales de jonrones y empujadas son inferiores a los de aquel año, pero eso no quiere decir que no iba a poder recuperarse luego. La diferencia, muy probablemente, está en el manager.

 

   Norio Tanabe, el dirigente del conjunto en aquella ocasión, era conocido por su paciencia y su disposición a dejar a los jugadores trabajar a su propio ritmo y resolver sus propios problemas.

 

   Tsuji, el manager actual, es mucho más estricto y apegado a esa vieja escuela del béisbol japonés que ve los castigos severos como la mejor motivación para que los jugadores produzcan buenos resultados sobre el terreno.

 

   Otra aspecto que puede haber influido en la decisión fue la racha de 13 victorias consecutivas por la que acaba de atravesar el club, en la cual el venezolano conectó apenas 3 hits, si bien uno de ellos fue un jonrón de 2 carreras.

 

   Con el resto de sus compañeros bateando tan bien, incluyendo los novatos, su presencia en la alineación resultaba más un estorbo de cara a la racha ganadora que una ayuda y es posible que eso haya convencido a su manager de bajarlo.

 

   Especialmente, cuando su reemplazo en la primera base, el joven Hotaka Yamakawa, está produciendo números tan extraordinarios. En los últimos 5 juegos del equipo, el toletero de 25 años bateó para .550 (20-11), con 4 jonrones y 14 empujadas.

 

   Este descenso no pone en riesgo el futuro de Mejía en la NPB, ya que apenas está empezando un contrato de 3 años con Seibu que si no lo ubica como el mejor pagado de todo Japón sí lo coloca entre los primeros puestos.

 

   Sin embargo, no por eso debe dormirse en sus laureles y relajarse demasiado en el conjunto menor. Todo lo contrario, debe tratar de reencontrar su forma lo más pronto posible para poder regresar al primer equipo y volver a ser titular.

 

   De lo contrario, podría pasar el resto del año en la liga menor y perderse la postemporada, lo que sería una verdadera lástima porque Seibu no ha podido clasificar a esa fase desde que éste llegó al club y esta sería su primera participación.

 

   El reglamento de la NPB indica que todo jugador que sea bajado al conjunto filial tendrá que pasar al menos 10 días en esa categoría antes de ser promovido otra vez. Esto quiere decir que el criollo no podrá regresar al primer equipo de Seibu sino hasta el martes 15 de agosto, día en el que el club empezará una serie de 3 juegos ante Rakuten en casa.

 

   Dependiendo de cómo le vaya en la liga menor, esa fecha parece ideal para su regreso a la titularidad. No obstante, él debe poder demostrar en apenas 10 días que ya está recuperado y eso no parece ser tan fácil.

 

   Además, si Hosokawa continúa bateando de la manera en que lo está haciendo ahora, lo más probable es que el manager no lo saque de la alineación sino hasta que su ritmo descienda y eso podría retrasar aún más el regreso del venezolano.

 

   En 2015, su mes de agosto no fue particularmente bueno. Apenas se logró encender en los últimos días del mes y luego tuvo un mes de septiembre muy fuerte que lo ayudó a terminar la campaña con números más decentes.

 

   Esperemos que en esta ocasión la historia se vuelva a repetir. Sabemos que su regreso ocurrirá el 15 de agosto o después, lo que quiere decir que sólo podrá jugar, como mucho, las últimas dos semanas del mes.

 

   Cruzaremos los dedos para que su vuelta a la alineación no se tarde demasiado y para que, cuando lo haga, comience a producir otra vez los grandes números a los que nos tiene acostumbrados.

 

   Él mismo no los comentó cuando lo entrevistamos hace un mes en Tokio. Nos confesó que no estaba contento con su temporada hasta ahora y que su objetivo de aquí en adelante era terminarla con buenos números.

 

   Esta es su oportunidad de hacerlo.