Vie, 26 Abr 2024 02:04 AM

El deterioro del pitcheo japonés se profundizó en 2019

 

Shota Imanaga no gana desde el primero de septiembre

 

   Una tendencia que ya venía formándose en los últimos años no hizo sino agravarse en la temporada 2019 de la NPB: el pitcheo del circuito, que solía ser el protagonista principal del mismo, continúa deteriorándose a paso acelerado.

 

   Las evidencias del problema son cada vez más claras. Los Leones de Seibu, por ejemplo, se coronaron campeones de la Liga del Pacífico por segundo año consecutivo a pesar de contar con la peor efectividad de su circuito (4.35). 

 

   Es decir, ganaron su corona a punta de batazos (lideraron la liga con un promedio de .265 y 756 carreras anotadas, más de 100 de ventaja sobre el segundo lugar), no gracias al trabajo de sus lanzadores, como solía ser la norma hasta mediados de esta misma década.

 

   Adicionalmente, ninguno de los 5 equipos que ya están clasificados a la postemporada cuenta con un verdadero as en su rotación de abridores, como tampoco lo tienen los 2 conjuntos que se están peleando por el último boleto a la misma, por lo que parece dudoso que veamos un buen duelo de pitcheo en los playoffs de este año.

 

Kodai Senga no gana desde el 12 de septiembre

 

   Kodai Senga, el mejor abridor de SoftBank esta campaña, y Shota Imanaga, el lanzador más destacado de DeNA, se han venido abajo en las últimas semanas y en este momento parecen incapaces de ganar un partido, a pesar de que sus números generales de la temporada son bastante buenos.

 

   En la Liga del Pacífico, por citar otro ejemplo, sólo 6 lanzadores acumularon el número de entradas suficientes para calificar al título de efectividad y eso sólo ocurrió porque 2 de ellos lograron llegar a esa meta en el último juego del calendario.

 

   La cosa estuvo un poco mejor en la Liga Central, donde 8 lanzadores entraron en esa lista, pero la diferencia no fue mucha y lo peor de todo es que hasta 5 de ellos podrían quedarse fuera de los playoffs si Hanshin llega a ganar el encuentro de hoy ante Chunichi.

 

   En comparación, un total de 14 lanzadores en la Liga Central y 12 en la Liga del Pacífico lograron trabajar las entradas suficientes para calificar al título de efectividad de esos dos circuitos en la campaña 2015.

 

   Por si todo eso fuera poco, no tenemos ni siquiera un claro favorito para ganar el Premio Sawamura 2019, después de que los principales candidatos al mismo lucieran muy mal sobre el montículo en la recta final del calendario.

 

Yoshinobu Yamamoto ganó el título de efectividad de la Liga del Pacífico en el último juego del año

 

   Yoshinobu Yamamoto de los Búfalos de Orix ganó ayer el liderato de efectividad de la Liga del Pacífico con un impresionante registro de 1.95, pero sólo después de sumar el mínimo de entradas requeridas (143) para calificar al título en el último juego del año, por lo que parece muy poco probable que logre alzarse con el galardón.

 

   La segunda mejor efectividad de toda la NPB este año fue la del derecho de los Luchadores de Nippon Ham Kohei Arihara, cuyo registro de 2.46 es bastante respetable, pero cuyos altibajos a lo largo del año podrían restarle puntos a la hora de determinar al ganador.

 

   Shun Yamaguchi, el principal abridor de los Gigantes de Yomiuri, cerró la campaña con un contundente récord de 15-4, pero también con efectividad de 2.91 que apenas fue la sexta mejor de la NPB y que no parece ser suficiente como para justificarle tal reconocimiento.

 

   Resulta difícil encontrar una razón específica que pueda explicar lo que está ocurriendo. Sin duda alguna, se trata de una combinación de varios factores.

 

   Por una parte, existe una fuga de talento hacia las Grandes Ligas que no es masiva, pero sí clave en lo que a calidad se refiere porque representa la pérdida de los mejores lanzadores disponibles en la NPB.

 

La calidad del pitcheo de la NPB fuese mejor si Tanaka y compañía todavía estuviesen en la liga

 

   Obviamente, la calidad del pitcheo del circuito nipón fuese mucho más alta en este momento si Masahiro Tanaka, Kenta Maeda, Yu Darvish, Shohei Otani y Yusei Kikuchi todavía estuviensen activos en el mismo.

 

   A eso hay que agregarle, además, el deseo cada vez mayor de los lanzadores colegiales japoneses de saltarse la NPB para irse a jugar directamente en las mayores, como parece ser la intención este año del cotizado Roki Sasaki, quien todavía no ha decidido si participará en el draft japonés o se irá directamente a la Gran Carpa.

 

   Otra razón importante parece ser el cambio de menalidad de los managers de la NPB, que en el pasado solían dejar a sus abridores lanzar completo incluso cuando estaban perdiendo, pero últimamente han aprendido a cambiarlos temprano para darle paso a sus relevistas.

 

   Cuando un abridor está permitiendo muchas carreras resulta obvio que tarde o temprano el manager lo va a sacar. Sin embargo, la diferencia entre ahora y hace unos años atrás es que éste no está perdiendo tiempo y está tomando la decisión de sacarlo más rápido.

 

   Puede que se trate de que ya no quedan tantos aces en Japón como para tener tanta paciencia como antes, o de que últimamente las rotaciones de abridores de los equipos están repletas de novatos cuyos brazos necesitan ser cuidados, pero el hecho es que los dirigentes están tomando más temprano la decisión de remover a los abridores del juego.

 

Los relevistas latinos brillaron este año en la NPB

 

   Incluso es posible que se trate de que el nivel de los relevistas está en ascenso, como lo notamos este año con 6 lanzadores latinos superando las 40 salidas desde el bullpen, incluyendo 4 que superaron las 60 apariciones.

 

   Con más y mejores relevistas disponibles, ya no hace falta exprimir tanto a los abridores en cada partido, quienes tras 5 entradas ya pueden ser reemplazados. Eso sin duda hace más sencilla la decisión del manager de hacer el cambio.

 

   Por su puesto, las lesiones también influyen, tal como lo hace la nueva cultura de cuidar lo más posible los brazos de todos los lanzadores, ya sean abridores o relevistas, o novatos o veteranos. 

 

   Ambas cosas tienden a interrumpir la continuidad de los abridores durante la temporada regular y eso dificulta mucho que éstos logren completarla sin perderse nunca, o en muy pocas ocasiones, su turno en la rotación.

 

   Los más pesimistas argumentarán que Japón ya no produce tantos buenos lanzadores como lo hacía antes, pero es no es necesariamente cierto porque el béisbol colegial, y en especial el prestigioso Torneo Koshien, sigue produciendo excelentes abridores cada año.

 

   Quizás el problema está en cómo son desarrollados esos jóvenes talentos en la NPB. Las Estrellas de DeNA, por ejemplo, han tenido un acierto fenomenal en los últimos años a la hora de realizar sus selecciones en el draft de la liga.

 

Hamaguchi brilló en su debut en la NPB en 2017

 

   Haruhiro Hamaguchi, su escogencia de la primera ronda en 2016, dejó un récord de 10-6 en 2017; Katsuki Azuma, su primera selección en 2017, registró una marca de 11-5 en 2018, y Taiga Kamichatani, su selección de la primera ronda en 2018, cerró el 2019 con 7 victorias y 6 derrotas.

 

   Lamentablemente para el club, los dos primeros lanzadores sufrieron lesiones en su segundo año de carrera y no lograron continuar el gran trabajo que realizaron en sus respectivos debuts. Sin embargo, ambos son muy jóvenes y todavía cuentan con el tiempo y las condiciones necesarias para recuperarse y convertirse en los aces que prometieron ser.

 

   Es posible que todo esto no sea más que un problema temporal y que en años futuros surja una nueva generación de aces indiscutibles que dominen la NPB, pero mientras tanto hay que reconocer que la calidad del pitcheo de la liga está en descenso y que lo más probable es que siga empeorando antes de mejorar otra vez.