Lun, 20 May 2024 02:45 AM

El promedio de Despaigne y el récord de Nakamura

 

   El bajo promedio ofensivo (.255) del cubano Alfredo Despaigne y el nuevo récord de jonrones con las bases llenas (16) del gordito Takeya Nakamura son los temas de la actualidad de la NPB que más nos llaman la atención esta semana.

 

   Después de 5 meses de experiencia jugando en la liga, repartidos en 2 temporadas distintas, ya no cabe duda alguna de que el paso del cotizado toletero caribeño por el béisbol profesional japonés ha sido muy exitoso.

 

   Sus 26 jonrones y 77 empujadas en 103 partidos disputados (en una temporada completa, eso equivaldría a 36 y 107, respectivamente), además de un excelente porcentaje de slugging de .564, dan fe de ello.

 

   Adicionalmente, si a esas cifras sumamos su gran carisma sobre el terreno y la facilidad que parece tener para decidir juegos con uno de sus batazos, entonces no cabe duda de que se trata de un jugador clave que claramente está marcando la diferencia para su equipo.

 

   Sin embargo, confesamos que nos llama la atención el hecho de que su promedio ofensivo no sólo esté bajo en este momento (.255) sino que además se ha mantenido en ese nivel durante la mayor parte de la temporada.

 

   Despaigne es un jugador que está a acostumbrado a destrozar al cuerpo de lanzadores rival en cualquier liga o torneo en el que juegue, no sólo en términos de jonrones y carreras empujadas sino también en promedio.

 

   En 2011, por ejemplo, bateó para .404, con 31 cuadrangulares y 97 remolcadas, en 95 juegos en la Serie Nacional cubana. En el Clásico Mundial de Béisbol de 2013 su promedio fue de .389, con un porcentaje de slugging de .944 y un inverosímil OPS (porcentaje de slugging sumado al porcentaje de embasado) de 1.466.

 

   En 2013 y 2014, respectivamente, promedió .338 y .346 en la liga mexicana con buenas cantidades de estacazos y empujadas y en la Serie del Caribe de 2015 bateó para .333 en 6 partidos.

 

   No obstante, desde que llegó a Japón el año pasado su promedio ha caído dramáticamente, si bien sus totales de jonrones y empujadas se han mantenido buenos.

 

   Desde su debut el 29 de julio de 2014 hasta el 13 de septiembre de ese mismo año, su promedio estuvo fluctuando entre .240 y .250 y la única razón por la que terminó la temporada con una marca de .311 fue porque en sus últimos 14 partidos logró completar una racha ofensiva muy productiva que le permitió subir su promedio de .239 a .311.

 

   Este año, por el contrario, no ha tenido la misma fortuna. Su promedio ni siquiera se ha acercado a .300 en los 58 partidos que ha disputado hasta ahora; más bien se ha mantenido entre .250 y .260 durante la mayor parte del tiempo. Lo que es peor aún, ha caído por debajo de .200 en 7 ocasiones distintas.

 

   Incluso su número de ponches ha aumentado. En la Serie Nacional cubana, por lo general promedia medio ponche (0,5) por partido disputado, pero desde que llegó a Japón esa cifra ha aumentado a casi un abanicado (0,88) por juego. De hecho, en 2015 suma ya 4 partidos en los que se ha ponchado en 3 ocasiones y 12 en los que ha abanicado 2 o más veces.

 

   La razón de este notable descenso en su promedio ofensivo parece ser muy sencilla: la manera en que trabajan los lanzadores japoneses.

 

   Varios peloteros latinos a los que hemos tenido la oportunidad de entrevistar en Japón en los últimos años nos han confirmado ese mismo punto. Según nos han explicado, en la NPB los lanzadores no acostumbran a retar a los bateadores con sus mejores lanzamientos, como sí ocurre en las Grandes Ligas.

 

   Por el contrario, en Japón éstos intentan incansablemente engañar a sus rivales con lanzamientos malos y sólo en ocasiones muy excepcionales se atreven a retarlos con una recta.

 

   Si a esto sumamos el hecho de que la mayoría de sus lanzamientos son quebrados y que muchos de ellos cuentan con 5 o 6 lanzamientos distintos en su repertorio, entonces no resulta difícil entender la razón por la cual el promedio de Despaigne, así como el de la mayoría de los occidentales que vienen a jugar en la liga, ha disminuido tanto.

 

   De cualquier forma, ese hecho no podría tener menos importancia para su equipo, ya que lo que espera de él son muchos jonrones y carreras producidas y en esos departamentos el cubano no ha defraudado.

 

   A la fecha de hoy, cuenta con 14 jonrones y 44 empujadas en 58 partidos, cifras que le otorgan una proyección de 35 y 108, respectivamente, en una temporada completa.

 

   Por si eso fuera poco, su equipo, Marinos de Lotte, ha ascendido en la tabla de posiciones desde su regreso de los Juegos Panamericanos de Toronto y ya está en puestos de clasificación para la postemporada, por lo que no podría estar más satisfecho con su aporte.

 

   Queda por verse si el cotizado toletero logra elevar su promedio a .300 antes de que termine el año tal y como lo logró la campaña pasada, pero aun si no lo logra, no cabe duda de que su actuación en la liga ha sido muy exitosa hasta ahora.

 

   En lo que respecta a Nakamura, ayer conectó el décimo sexto jonrón con las bases llenas de su carrera en la NPB, lo que le permite superar el récord histórico de 15 que mantuvo hasta ese momento el legendario Sadaharu Oh.

 

   Se trata de una marca más en la súper exitosa carrera del toletero de 31 años, quien no parece tener intenciones de frenar su increíble productividad en ningún momento del futuro cercano.

 

   Sin ir muy lejos, en este momento lidera la NPB, con una ventaja considerable, en jonrones (31) y carreras empujadas (102) y está en camino a capturar su sexto y tercer títulos, respectivamente, de esas dos categorías en los últimos 8 años.

 

   De hecho, una vez que capture su sexta corona de cuadrangulares, algo que ya es prácticamente un hecho, igualará a Hiromitsu Ochiai en el tercer puesto de todos los tiempos de jugadores con más títulos de jonrones en la historia de la NPB.

 

   La lista la lideran nada menos que Sadaharu Oh (15) y Katsuya Nomura (8), dos de los nombres más respetados en el béisbol japonés.

 

   Por si eso fuera poco, en este momento promedia exactamente una carrera empujada por partido, por lo que de mantener ese ritmo totalizará 143 remolques para finales de año. Su mejor registro hasta ahora en ese departamento es 122, por lo que va cómodamente encaminado a imponer una nueva marca personal este año.

 

   En una de nuestras columnas anteriores ya hablamos con detalle acerca de la extraordinaria carrera del antesalista de los Leones de Seibu, por lo que no nos queda mucho por agregar aquí salvo que nunca nos cansaremos de aplaudir el dominio que continúa ejerciendo sobre los lanzadores rivales cada vez que se para en el plato.

 

   Así mismo, nunca dejará de asombrarnos la enorme fuerza que posee a pesar de su relativamente baja estatura de 1,75 metros. Como prueba, aquí está el histórico jonrón con las bases llenas que conectó ayer en el Kyocera Dome de Osaka ante los Búfalos de Orix. ¡Montó la pelota en el tercer piso!