Lun, 29 Abr 2024 22:51 PM

El fracaso de la exportación japonesa a MLB en 2020

 

Tsutsugo fue colocado en asignación por Tampa Bay esta semana

 

   La promoción de jugadores japoneses que dieron el salto a las Grandes Ligas en 2020 ha resultado ser un fracaso estrepitoso, a pesar del innegable talento de los peloteros que la conforman y de que la aventura todavía no se ha terminado.

 

   Sin embargo, el hecho de que el lanzador Shun Yamaguchi haya sido dejado en libertad por los Azulejos de Toronto en febrero de este año y de que esta semana los Rayos de Tampa Bay hayan hecho lo mismo con el toletero Yoshitomo Tsutsugo así lo confirma.

 

   El jardinero Shogo Akiyama todavía forma parte del roster activo de los Rojos de Cincinnati, pero ya perdió la titularidad que se había ganado el año pasado y con el modesto promedio de .176 que posee en este momento no sería una sorpresa que lo dejaran en libertad en el futuro cercano.

 

   En realidad, este resultado era predecible y así lo advertimos en este mismo espacio en el pasado. Los tres son buenos jugadores que han tenido éxito en la NPB, pero sus perfiles no parecían compatibles con el estilo de béisbol que se juega en las mayores.

 

   De hecho, nuestra predicción original fue que ninguno de ellos iba a recibir un contrato garantizado, sino una oferta de liga menor con una invitación a los entrenamientos primaverales en los que cada pelotero intentaría ganarse un puesto en el equipo.

 

   Sorprendentemente, eso no fue lo que ocurrió. Tampa Bay firmó a Tsutsugo por 2 años y 12 millones de dólares, Toronto adquirió a Yamaguchi por 2 temporadas y 6 millones y Cincinnati pactó con Akiyama por 3 campañas y 21 millones.

 

   De los tres, nos pareció que Tsutsugo era el que tenía mejores posibilidades de éxito debido a su buena ofensiva y a su capacidad para conectar jonrones, que es quizás la herramienta más valorada en las mayores a la hora de evaluar a un bateador.

 

La carrera de Tsutsugo en Japón fue buena, pero no espectacular

 

   No obstante, advertimos que su trayectoria en Japón nunca fue tan buena como la de Hideki Matsui, que representa su comparación más lógica. En las 10 temporadas que disputó en la NPB, sólo superó los 30 cuadrangulares en 2 ocasiones y los 40 en una de ellas, mientras que su promedio se quedó en .285.

 

   Matsui, por su parte, superó los 30 vuelacercas en 7 ocasiones consecutivas, incluyendo 2 años seguidos con 40 y uno con 50. Por si eso fuera poco, ganó 3 títulos de jonrones, 3 de empujadas, 5 de anotadas y una corona de bateo, dejando atrás un promedio de por vida de .334.

 

   Para ser justos, los números de estacazos y remolques de Tsutsugo en 2020 no fueron necesariamente malos. Sus 8 cuadrangulares y 24 empujadas en 157 turnos generan una proyección de alrededor 25 y 76, respectivamente, en una campaña completa. Esos son buenos totales.

 

   Su fracaso estuvo en el departamento de promedio, donde su modesto registro de .197 no sólo lo hizo lucir mal sino que también disminuyó su porcentaje de slugging y su valor general como pelotero, que tampoco recibió ayuda de su modesta defensa.

 

   Así, cuando comenzó esta temporada sin poder conectar jonrones en sus primeros 87 turnos al bate y su promedio sólo pudo ascender a .167, la gerencia de Tampa Bay perdió la paciencia y decidió asignar su cupo en su roster a un bate más productivo que el suyo.

 

   Con Yamaguchi no teníamos demasiadas esperanzas, ya que si bien venía de ganar 15 partidos con los Gigantes de Yomiuri en 2019, su carrera había estado marcada por altibajos que en ocasiones lo hicieron lucir muy bien, pero en otras muy mal.

 

   Yu Darvish, Masahiro Tanaka y Daisuke Matsuzaka, por mencionar sólo 3 ejemplos, fueron súper estrellas en Japón y ganaron todos los títulos posibles, por lo llegaron a las mayores con la confianza y la experiencia necesarias para triunfar.

 

La carrera de Yamaguchi en Japón estuvo llena de altibajos

 

   Ese nunca fue el caso de Yamaguchi, quien tuvo éxito inicial como cerrador antes de perder la titularidad de esa posición y ser convertido a abridor en una apuesta desesperada que, una vez más, arrojó buenos frutos al principio pero no a largo plazo.

 

   Por eso no fue una sorpresa verlo registrar una marca de 2-4 y una efectividad de 8.06 en 17 apariciones como relevista con Toronto en 2020, razón por la cual el club decidió deshacerse de él este año y abrir las puertas de su roster a un lanzador más joven.

 

   El caso de Akiyama nos pareció el más riesgoso de todos debido a su perfil de bateador de contacto más que de poder, ya que su estilo de juego, si bien es muy útil, no es el más apreciado por los conjuntos de la Gran Carpa.

 

   Su máximo atractivo estaba en el increíble porcentaje de embasado de .390 que había registrado en sus últimas 4 campañas en Japón antes de dar el salto a la MLB, ya que eso lo convertía en el primer bate ideal para cualquier divisa.

 

   Sin embargo, su promedio ofensivo, que se mantenía siempre sobre .300 en la NPB, cayó a .245 una vez que comenzó a jugar en las Grandes Ligas y eso disminuyó su porcentaje de embasado y su capacidad de ayudar a su equipo a anotar carreras.

 

   Cincinnati no se ha quejado públicamente de él. Todo lo contrario, su manager lamenta no poder darle más tiempo de juego, pero al mismo tiempo admite que no lo hace porque sus otros jardineros están bateando mucho mejor que él.

 

Akiyama sigue con Cincinnati, pero podría ser dejado en libertad en cualquier momento

 

   Su actual promedio de .176 y su porcentaje de embasado de .222 no invita al optimismo, si bien sólo ha disputado 8 partidos y se está recuperando de una lesión, pero así como Yamaguchi y Tsutsugo fueron dejados en libertad, Akiyama podría sufrir la misma suerte en cualquier momento.

 

   Yamaguchi logró firmar un contrato con los Gigantes de San Francisco que le daría la oportunidad de jugar ocasionalmente con el equipo grande pero que, más que todo, le garantiza trabajo en las ligas menores.

 

   Tsutsugo, por su parte, fue rescatado por los Dodgers de Los Ángeles después de que Tampa Bay lo colocara en asignación, pero el plan de los actuales campeones mundiales es simplemente “reforzar su banca”, no utilizarlo como titular.

 

   Así, los 3 peloteros se mantienen activos en la MLB, pero no como titulares sino como herramientas secundarias que podrían ser descartadas en cualquier momento, razón por la cual calificamos como un fracaso sus respectivas actuaciones a ese nivel.

 

   Afortunadamente, todos tienen la opción de regresar a Japón y reanudar sus carreras en la NPB, pero es posible que sus orgullos y sus deseos de registrar algún tipo de éxito en las Grandes Ligas antes de retirarse les impidan tomar esa decisión en este momento.

 

   Admitir un error -y especialmente un fracaso- es una de las cosas más difíciles de hacer en la cultura japonesa debido al sentimiento de responsabilidad que los jugadores tienen consigo mismos y con los fanáticos que los han apoyado durante todas sus carreras.

 

   No obstante, saber hacerlo puede marcar la diferencia entre una carrera exitosa y una caída mortal por un barranco, como la que sufrió el zurdo Kei Igawa en la década del 2000 luego de firmar un contrato de 5 años con los Yanquis de Nueva York.

 

Igawa tiró su carrera a la basura al no romper el contrato de 5 años con los Yanquis de Nueva York

 

   Luego de ser una estrella en la NPB, Igawa fracasó desde el principio en las mayores y en lugar de pedir una cancelación de su contrato y tratar de reanudar su carrera en su país, perdió 5 temporadas en las ligas menores de los Estados Unidos desperdiciando su talento.

 

   Esperemos que, llegado el momento, Yamaguchi, Tsutsugo y Akiyama tengan la valentía y la madurez de comprender que su prioridad debe ser jugar todos los días y no tratar de probarse a sí mismos como suplentes o en las ligas menores de los Estados Unidos. 

 

   Los tres son jóvenes todavía y tienen la oportunidad de jugar varias temporadas más como titulares en la NPB, donde podrán continuar las exitosas carreras que ya comenzaron.