Dolis está ya en su 4ta temporada en la NPB
Nishinomiya, Japón. Especial - Hace poco tuvimos la oportunidad de conversar con el lanzador dominicano de los Tigres de Hanshin Rafael Dolis en el legendario Estadio Koshien, donde tuvo la amabilidad de ponernos al día con su carrera en la NPB.
Su trabajo duro de todos los días es el secreto de su longevidad en la liga y su éxito no sólo radica en ese esfuerzo sino también en los nuevos lanzamientos que ha aprendido en Japón, especialmente la recta de dedos separados.
Le encanta contar con la compañía de otros latinos en el conjunto, no le preocupa el mal comienzo de su equipo esta temporada y, si de él dependiese, le gustaría quedarse otros 10 años jugando en el béisbol japonés.
Esta es ya tu 4ta temporada en Japón. ¿Te imaginaste alguna vez que te ibas a quedar tanto tiempo en esta liga?
Bueno, yo no me preocupo por pensar en el año que viene, sino en trabajar fuerte y jugar como si este fuera el último día.
Has tenido mucho éxito, además. Ganaste el título de salvados en 2017 y ya llevas 2 años consecutivos con más de 30 salvados. ¿Qué tal ha sido esa experiencia?
Muy buena, por supuesto. Yo lo que hice fue aprovechar cada oportunidad que me dieron para salvar un juego y afortunadamente en casi todas me fue bien y pude hacer el trabajo, gracias a Dios.
¿Cuál ha sido el secreto de tu éxito en Japón?
Yo creo que el trabajo duro. Si uno sigue trabajando fuerte todos los días y mantiene sus pitcheos buenos, uno se puede quedar por aquí mucho tiempo. Yo siempre me aseguro de hacer todo lo necesario para mantener mi brazo fuerte, como levantar pesas y trabajar con la goma, porque eso es lo que me permite mantener mis pitcheos con buen movimiento. Yo he aprendido mucho aquí en Japón. Aquí aprendí dos lanzamientos nuevos: la curva y la recta de dedos separados, que la perfeccioné después de que llegué acá.
¿Dirías que esos son los dos lanzamientos que más te han ayudado aquí?
Sí, sin duda. Cuando yo estaba en los Estados Unidos utilizaba más el sinker, pero cuando llegué acá tuve que usar obligatoriamente un segundo pitcheo, que era la recta de dedos separados. Todo el mundo sabe que yo soy un lanzador de sinker, así que los bateadores rivales me estaban buscando siempre ese lanzamiento y por eso no se me hacía difícil retirarlos, pero ahora que lanzo la recta de dedos separados me va mucho mejor. Ese lanzamiento desequilibra mucho a los bateadores.
El equipo, lamentablemente, no ha comenzado bien la temporada. ¿Qué crees que está pasando?
Bueno, esas son cosas del juego. Nosotros lo que tenemos que hacer es mantener la mente fuerte, seguir trabajando y aprovechar las oportunidades que se nos presenten para ganar. Esa es la clave.
Este año perdiste la compañía latina que tenías en el bullpen con tu compatriota Marcos Mateo, pero otros nuevos latinos llegaron al club, como Jefry Marté y Onelki García. ¿Qué tal es tener esa compañia?
Es algo muy bueno tener otros compañeros latinos en el equipo. Cada año siempre hay algunos que se van, pero luego llegan otros nuevos. Cuando Marcos Mateo estaba aquí y estábamos los dos en el bullpen, siempre conversábamos, pero ahora que no está pues me tengo que adaptar. Hay que estar siempre preparado para este tipo de cambios, porque cuando uno se va, el otro llega. La clave es mantenerse positivo todo el tiempo, aunque uno esté solo en el bullpen. Sin embargo, yo la verdad me siento en buena compañía con los japoneses.
¿Tienes alguna meta en particular para este año?
Sí, me gustaría salvar 30 juegos otra vez, o incluso 40. Yo estaré pendiente de todas las oportunidades que me dé el equipo para salvar un juego para así aprovecharlas al máximo.
¿Cuánto tiempo más te ves jugando en esta liga?
Bueno, si dependiera de mí yo me quedaría otros 10 años por aquí (risas), pero en realidad todo depende de Dios. Él es el que decide.
