Sáb, 20 Abr 2024 06:32 AM

Recolección de firmas para salvar Jingu se hace viral

   Una campaña de recolección de firmas iniciada esta semana por el escritor estadounidense Robert Whiting para salvar el histórico estadio Meiji Jingu de Tokio se ha vuelto viral en las redes sociales, según informa la agencia de noticias Reuters.

 

El Estadio Meiji Jingo de Tokio es el 2do más antiguo de Japón

 

   Inaugurado en 1926, el Estadio Meiji Jingu es un parque lleno de historia, no sólo porque el legendario Babe Ruth jugó en él en 1934, o porque ha sido desde el principio la sede de inolvidables torneos universitarios, o porque es todavía hoy la sede de las Golondrinas de Yakult de la Liga Central.

 

   Quizás su rasgo más importante es que fue construido en honor al Emperador Meiji y forma parte de una de las pocas áreas naturales de Tokio que están llenas de naturaleza, lo que permite a sus visitantes pasear, hacer ejercicios o relajarse bajo la sombra de sus árboles.

 

   No obstante, en 2019 los dueños del estadio, junto a varias compañías de construcción y el Consejo de Deportes de Japón, presentaron un proyecto conjunto para reorganizar toda el área que incluye la demolición del parque.

 

   La idea es destruir el estadio, sólo para construir uno nuevo justo al lado de su ubicación actual, donde se encuentra en este momento un estadio de rugby que también es muy popular. A su vez, el estadio de rugby será reconstruido donde está ahora el estadio Meiji Jingu y la mayoría de los árboles del área serán removidos para construir un centro comercial y edificios de apartamentos.

 

   No tiene sentido alguno destruir un estadio con tanta historia para construir uno nuevo a pocos metros de su ubicación actual. Si el problema es que está muy viejo, tiene más sentido invertir dinero en remodelarlo y mejorar sus instalaciones, como se ha hecho ya con otros parques en Japón.

 

   Whiting, que ha escrito varios de los libros de historia del béisbol japonés más importantes en un idioma extranjero, explica en su blog su experiencia personal visitando el estadio desde que llegó a Japón en los años 60 y lo mucho que significa para los residentes de Tokio.

 

   Al momento de escribir estas líneas, su petición ya ha reunido más de 12 mil firmas. Su idea es presentársela a la alcaldesa de Tokio Yuriko Koike y a otras autoridades locales para ejercer presión y tratar de detener el proyecto.