Jue, 18 Abr 2024 05:35 AM

Yomiuri despide a su gerente general

   Los Gigantes de Yomiuri anunciaron este viernes su decisión de despedir al actual gerente general, Hidetoshi Kiyotake, por haber difamado al equipo y a la compañía con las declaraciones que dio en una rueda de prensa el pasado 11 de noviembre.
 
   En esa ocasión y luego de haber convocado la cita con los medios a último minuto, Kiyotake criticó duramente al presidente del Grupo Yomiuri, Tsuneo Watanabe, por interferir en los asuntos internos del club tras revertir el nombramiento del entrenador principal y designar a su reemplazo sin consultarlo con nadie.
 
   Watanabe, de 85 años, ha sido una de las figuras más influyentes del béisbol japonés por décadas y nunca ha sido ajeno a los escándalos. En 2004, se vio obligado a renunciar a su puesto de dueño del equipo luego de que se descubriera que había sobornado a un lanzador de la liga universitaria para tratar de convencerlo de unirse a las filas del club.
 
   “Lo que hizo el presidente desacredita la autoridad del dueño del equipo y del gerente general. Su imprudente conducta traiciona no sólo a los entrenadores y los jugadores, sino también a nuestros fanáticos. Me pregunto si él piensa que todavía es dueño de este equipo. Espero que su actitud al respecto cambie, quiero corregir el curso de las cosas dentro del club”, explicó Kiyotake a los medios.
 
   El actual dueño del equipo, Tsunekazu Momoi, criticó inmediatamente después de la rueda de prensa a Kiyotake por haber puesto al descubierto los problemas internos del club. “Estoy muy molesto. Él habló de la necesidad de tener control interno, pero hizo todo lo contrario. El presidente es el jefe de la compañía a la que pertenece nuestro equipo y como tal está en posición de expresar su opinión acerca de la operaciones del club”, declaró.
 
   Wanatabe publicó una declaración al día siguiente de la rueda de prensa solicitando una disculpa de Kiyotake, pero también aclarando que no tenía pensado despedirlo de su puesto.
 
   No obstante, y como era de esperarse en una cultura en la que revelarse a las órdenes del jefe es visto como un pecado capital, el equipo terminó tomando la decisión de despedirlo de su cargo.
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