El periodista del diario Japan Times Jason Coskrey explica en un excelente artículo publicado ayer cómo la reputación de la Liga Central, cuyo prestigio fue alguna vez un modelo a seguir en el país, ha sido dañada por la insistencia de sus directores en ignorar los pedidos del gobierno, los jugadores y los fanáticos de posponer el inicio de su campaña.
“Posponer el inicio de la temporada hasta el 29 de marzo –apenas cuatro días– no parece una concesión sino más bien una muestra de terquedad de una institución acostumbrada a pasarle por encima a los demás que no quiere soltar el control que posee”, relata Coskrey en su artículo.
“La Liga del Pacífico decidió posponer el inicio de su temporada hasta el 12 de abril, dada la devastación y los problemas logísticos que provocó la tragedia, pero la Liga Central, en lugar de solidarizarse con la primera, se aferró tercamente al calendario original. Como era de esperarse, esa decisión produjo una ola de críticas provenientes de muchos rincones distintos, incluyendo el gobierno, respetados miembros de la comunidad académica y hasta los jugadores de la propia liga”, agregó.
Al principio, la justificación para tratar de comenzar los juegos en la fecha original fue que “no había razón para no hacerlo”’, ya que ninguno de los equipos de la Liga Central había sido afectado por el terremoto. Luego, la estrategia cambió a la idea de que era necesario jugar béisbol para levantarles el ánimo a las víctimas de la tragedia.
Coskrey señala en su artículo la respuesta que el veterano de las Golondrinas de Yakult Shinya Moyamoto le dio al diario Nikkan Sports en relación a esa justificación. “Tiene sentido promover el béisbol cuando las cosas mejoren, pero si ellos piensan que ayudaría hacerlo en este momento no están pensando correctamente”.
Ayudar a levantar el ánimo de la gente y contribuir con el proceso de recuperación psicológica del país “es un objetivo noble, que en el mejor de los casos luce desorientado y en el peor egoísta. Existe un momento y un lugar para todo y el béisbol volverá a ser protagonista cuando llegue su momento, pero ese momento no ha llegado todavía. La Liga Central tuvo la oportunidad de hacer lo correcto desde el principio, pero en su lugar recibió un gran golpe y se ponchó tirándole”, concluyó Coskrey.
Mientras tanto, los dueños de los seis equipos de la Liga Central se reunirán este jueves para estudiar las nuevas solicitudes del gobierno. Ellos habían aplazado el inicio de la temporada hasta el 29 de marzo y suspendido los juegos nocturnos hasta el 3 de abril, pero el Ministro de Educación les respondió que eso no es suficiente.
La solicitud del gobierno es clara, posponer el inicio de la campaña hasta el 12 de abril, como lo hizo la Liga del Pacífico, y suspender los juegos nocturnos al menos hasta finales de abril.
“Cumpliremos a cabalidad las fuertes peticiones del gobierno. Es obvio que tenemos que cooperar”, declaró Junsei Atarashi, dueño de las Golondrinas de Yakul y jefe del comité de dueños de la liga.
“Seguiremos insistiendo en que se posponga el inicio hasta el 12 de abril. Aún si tenemos que extendernos hasta diciembre jugaremos los 144 partidos, la postemporada y la Serie de Japón”, declaró el jefe de la Asociación de Peloteros de la NPB, Takahiro Arai.
