La hazaña lograda recientemente por el norteamericano Matt Murton de superar el récord de hits de una temporada en la NPB impuesto por Ichiro Suzuki en 1994 nos invita a hacer un análisis más detallado de las marcas de ambos jugadores.
Por una parte, no puede sino celebrarse el logro del norteamericano que, en una primera campaña para la historia, ha quebrado una marca que parecía imposible de alcanzarse hasta hace pocas semanas atrás. Un récord de esta naturaleza sólo puede ser beneficioso para el béisbol.
Pero por otra parte, resulta un poco triste ver la caída de la marca de un pelotero tan excepcional como Ichiro, que hasta ayer fue dueño del récord de más indiscutibles en una campaña tanto en la NPB como en las Grandes Ligas. No obstante, es aquí donde entra en juego el análisis, ya que Ichiro recolectó sus 210 indiscutibles en 130 partidos (este era el número de juegos que se disputaban en la temporada regular en 1994), mientras que Murton necesitó de 141 para alcanzar la misma cifra.
Desde el punto de vista que se quiera verla no cabe duda de que la marca de Ichiro sigue siendo excepcional. De hecho, de haber disputado 141 juegos ese año y haber mantenido su mismo ritmo ofensivo, hubiese terminado la temporada con nada menos que 227 hits (261 en una campaña de 162 partidos).
Recordemos también que logró la hazaña en su temporada de novato y que lo hizo además alcanzando una cifra a la que ninguno de los inmortales del béisbol japonés ni siquiera se acercó en el pasado.
No es casualidad que nadie más lograra superar la barrera de los 200 indiscutibles en una campaña hasta que el calendario se extendió a 146 partidos en 2005 (posteriormente se redujo a los 144 que tenemos hoy). Ese mismo año, el jardinero de las Golondrinas de Yakult, Norichika Aoki, sumó 202 y desde entonces le han seguido Alex Ramírez (204 en 2007), Tsuyoshi Nishioka (206 en 2010), Murton (213 en 2010 con dos partidos por disputar) y el propio Aoki (205 en 2010, también con dos partidos por disputar).
Si vemos el número de indiscutibles que todos ellos tenían al momento de disputar su encuentro 130 de la campaña podremos comprobar que ninguno estuvo remotamente cerca de los 200 hits.
Sin embargo, Ichiro sí lo logró y culminó el año con un promedio ofensivo de .385 que le valió el primero de los 7 títulos de bateo que obtuvo de manera consecutiva en la Liga del Pacífico antes de dar el salto a la Grandes Ligas en 2001, donde ha conseguido dos títulos de bateo más y ha impuesto un nuevo récord de indiscutibles para una campaña.
El nombre de Murton será a partir de ahora el primero en la lista de más sencillos conectados en una temporada en la historia de la NPB, pero el nombre de Ichiro jamás perderá su brillo debido a lo inigualable de su marca.
