Alex Ramírez conectó un jonrón de 3 carreras en su primer turno al bate en el partido entre los Gigantes de Yomiuri y los Dragones de Chunichi para superar la centena de remolques por octava campaña consecutiva y convertirse en el primer jugador en la historia del béisbol profesional japonés en hacerlo. La marca anterior de siete estuvo en manos del legendario Sadaharu Oh por los últimos 41 años.
El venezolano agregó así un muy importante récord a su ya impresionante currículo, que cada vez gana más votos para una posible elección al Salón de la Fama nipón. Después de todo, quebrar una marca de Oh es el equivalente a quebrar una marca de Babe Ruth o Hank Aaron en las Grandes Ligas, y si además se logra vistiendo la camiseta de los Gigantes de Yomiuri el mérito es mayor aún debido a la presión constante en la que viven los jugadores del equipo más popular del país.
En los 10 años que lleva jugando en Japón Ramírez acumula 2 títulos de Jugador Más Valioso (es el único extranjero que lo ha ganado en más de una ocasión), uno de jonrones, uno de bateo, 3 de remolcadas y 3 de indiscutibles, además de 3 títulos de liga y 2 de campeón nacional. Con los números que ha sumado esta campaña, es muy probable que al finalizar el año sume a esta lista nuevos títulos de jonrones y empujadas e incluso de el de Jugador Más Valioso.
Adicionalmente, Ramírez posee otras marcas importantes en su haber. Es el único extranjero en batear 200 o más hits en una temporada y, en general, el segundo que más ha conectado en un año, sólo superado por Ichiro Suzuki. A la fecha de hoy, lleva 888 partidos jugados de forma consecutiva (no se ha perdido un partido desde el 7 de agosto de 2004) y nada parece indicar que la racha vaya a detenerse pronto. Asimismo, es ya el extranjero que más sencillos, jonrones y carreras empujadas posee en la historia de la Liga Central. Considerando que sus competidores en este renglón son nombres tan importantes como Randy Bass, Bobby Rose o Warren Cromartie, este récord tiene muchísimo mérito.
Una buena manera de medir su extraordinario éxito es comparar sus números con los acumulados por Hideki Matsui, quien por 10 temporadas fue el jugador insignia de Yomiuri antes de irse a las Grandes Ligas. Matsui bateó para .294, con 332 jonrones, 889 empujadas y 1383 hits en los 10 años que estuvo con los Gigantes. Ramírez, por su parte y considerando que aún le queda un mes por jugar de su décima campaña, batea para .303, con 326 jonrones, 1080 remolcadas y 1668 sencillos.
Matsui cosechó 3 títulos de impulsadas al igual que Ramírez, pero su mejor total de una campaña fue de sólo 108, mientras que el del venezolano es de 125. El mayor número de hits conseguidos por el primero en un año fue de 167, mientras que el segundo superó esa cifra en 5 de sus 10 temporadas. El primero sólo se impone en la categoría de cuadrangulares, en la que conquistó 3 títulos, mientras que el segundo sólo tiene uno en su haber, pero quizás sean dos al finalizar el año.
Aún así, está claro que los números del venezolano, en general, son mucho mejores que los de la famosa estrella japonesa.
¿Será esto suficiente para valerle la entrada al Salón de la Fama japonés? Es probable que sí, pues si bien sólo un extranjero ha recibido hasta ahora el honor de ser incluido entre los nombres inmortales de la pelota nipona, los números de Ramírez, que continúan y continuarán mejorando en los próximos años, simplemente no pueden pasarse por alto.
El tiempo determinará la respuesta a esta interrogante. De momento, sólo nos queda celebrar la hazaña del popular “Rami-chan”, felicitarlo por su éxito y agradecerle la inigualable manera en que está representando al béisbol latino en Japón.
