Los Tigres de Hanshin devolvieron los nervios a los fanáticos japoneses a pocos días del inicio del Clásico Mundial de Béisbol tras blanquear 1-0 al Equipo Samurai en un encuentro amistoso celebrado este martes en el Kyocera Dome de Osaka.
Tal como ocurrió en el juego de práctica realizado ante los Carpas de Hiroshima el pasado 17 de febrero, el seleccionado japonés fue limitado a apenas 3 imparables en todo el partido y su cuarto bate, Shinnosuke Abe, volvió a irse en blanco.
El manager Koji Yamamoto creyó haber superado las deficiencias ofensivas de su conjunto tras vencer cómodamente a Australia por 10-3 hace 3 días, pero el cuerpo de lanzadores de Hanshin lo obligó a darse cuenta de que el problema persiste.
Quizás más preocupante aún es el hecho de que su jugador insignia, el receptor Abe, volvió a irse en blanco tras mostrar una muy pobre forma física. En los cuatro partidos amistosos que el combinado ha disputado este año, el poderoso careta sólo ha podido sumar un sencillo en 13 turnos al bate, por lo que su promedio previo al torneo cayó a .077.
El único punto positivo de la jornada fue el gran trabajo realizado por el cuerpo de lanzadores, que a pesar de haber concedido una carrera registró su mejor actuación hasta ahora. En los tres encuentros anteriores había permitido 7, 2 y 3 anotaciones, respectivamente.
Japón disputará su último partido de calentamiento de cara al torneo este jueves 28 de febrero ante los Gigantes de Yomiuri en el Yafuoku Dome de Fukuoka, el mismo escenario en el que debutará ante Brasil este sábado.
