La gran promesa del béisbol japonés, el joven lanzador de 21 años Shohei Otani, explicó en una entrevista reciente al portal de noticias ZakZak que todavía no está listo para dar el salto a las Grandes Ligas, si bien ese sigue siendo su sueño.
“No estoy listo, de ninguna manera. Tengo que mejorar muchas cosas. Todavía no tengo el físico ni la experiencia necesaria [para jugar a ese nivel]. Algunas cosas llegarán con el tiempo, pero todavía tengo mucho que aprender”, comentó.
Otani causó conmoción en Japón durante el draft de 2012, cuando anunció que no firmaría con ningún club de la NPB sino que se iría a jugar directamente a los Estados Unidos. En los días previos al evento incluso solicitó a los equipos locales que no lo escogieran porque no firmaría con ninguno de ellos.
No obstante, los Luchadores de Nippon Ham asumieron el riesgo de hacerlo y al final ganaron los derechos de negociación con el joven prospecto. Luego de una serie de conversaciones con él, lo convencieron de comenzar su carrera en Japón.
La explicación que le dieron fue sencilla. Llegar a las Grandes Ligas pasando primero por las ligas menores de los Estados Unidos iba a ser más difícil y trabajoso que comenzar su carrera en la NPB, donde iba a jugar en el primer equipo desde el principio y, por lo tanto, convertirse en una estrella, y luego irse a las mayores.
Para premiarlo por tomar la decisión de quedarse, el club le permitió asumir un doble rol en el equipo: ser lanzador abridor y también jugador de posición cuando no estuviese lanzando.
Esa decisión también causó conmoción entre los críticos tanto locales como internacionales, que insistían que debía concentrarse en una sola cosa, pero al final el espigado pelotero terminó triunfando en ambos terrenos.
En la campaña 2014, dejó récord de 11-4 y una efectividad de 2.61 en 24 aperturas y además bateó para .274, con 10 jonrones y 31 carreras empujadas en 87 partidos como jardinero y bateador designado.
Esos números lo convirtieron en el primer jugador en acumular al menos 10 victorias como abridor y 10 jonrones como jugador de posición en una misma campaña desde que Babe Ruth sumase 13 y 11, respectivamente, en 1918.
“Mi deseo de irme [a las Grandes Ligas] crece cada año, pero al mismo tiempo estoy tan ocupado todos los días que se me hace difícil imaginarme el tiempo que me tomará [llegar hasta allá]”, concluyó el joven lanzador.
Con apenas tres campañas de experiencia sobre sus hombros, lo más probable es que Otani necesite disputar otras 4 o 5 temporadas más en la NPB para poder estar listo para hacer la transición a las mayores, como ocurrió con Yu Darvish y Masahiro Tanaka, entre otros.
Lo que sí es seguro es que cuando decida irse a las mayores, la mayoría de los clubes de la liga estarán interesados en contratarlo, ya que lo han estado monitoreando desde que jugaba en la escuela secundaria.