Jue, 18 Abr 2024 15:15 PM

El mal momento de los Gigantes de Yomiuri

   Uno de nuestros lectores habituales nos preguntó recientemente qué está ocurriendo con los Gigantes de Yomiuri este año, que ya tienen como dos semanas peleándose el foso de la clasificación de la Liga Central con los Dragones de Chunichi.

 

Yomiuri se está peleando el foso de la clasificación con Chunichi

 

   Encontrar una respuesta concreta a esa pregunta es muy difícil, pero a continuación analizaremos algunos de los factores que, en nuestra opinión, están influyendo en los malos resultados que ha obtenido hasta ahora el popular conjunto de Tokio.

 

   En primer lugar, nos parece que el venerado manager Tatsunori Hara ha perdido su toque mágico. Luego de ser barrido en la Serie de Japón por los Halcones de SoftBank tanto en 2019 como en 2020, el experimentado estratega todavía no ha conseguido la manera de levantarse de la lona.

 

   En 2021, quedó tercero y fue barrido por Yakult en la fase final del playoff, mientras que en 2022 terminó cuarto y ni siquiera pudo llevar a sus dirigidos a la postemporada del circuito. Sin duda, su aspiración para este año es regresar a esa etapa, pero al ritmo que va dudamos mucho que lo logre.

 

   Con 64 años a sus espaldas y 17 temporadas en el banquillo, que incluyen 3 títulos de la Serie de Japón y 9 coronas de la Liga Central, es muy probable que ya se le esté acabando la gasolina y que más temprano que tarde le toque darle paso a su sucesor.

 

   Su mejor cualidad como dirigente fue siempre el saber desarrollar al talento joven formado dentro de la organización -cosa que todavía hace con éxito-, pero en lo que se refiere al manejo de las estrellas más veteranas y de los jugadores extranjeros, su efectividad ha decaído mucho.

 

   Esto nos trae al segundo punto que queríamos analizar, que quizás es el más importante de todos: la política de fichajes del club. En los últimos 10 años, ningún otro equipo de la NPB ha fracasado tanto a la hora de firmar nuevos jugadores como Yomiuri.

 

   No sabemos si las personas encargadas de realizar ese trabajo abandonaron sus puestos en ese período o simplemente ya no les importa lo que ocurra con los peloteros a los que contratan, pero el hecho es que los resultados hablan por sí solos.

 

Mikolas ha sido, quizás, el último extranjero exitoso que ha firmado Yomiuri

 

   Quizás los últimos dos extranjeros verdaderamente exitosos que firmó el club fueron el estadounidense Miles Mikolas, quien arrojó muy buenos resultados como abridor entre 2015 y 2017, y el canadiense Scott Mathieson, quien fue uno de los mejores relevistas de su bullpen entre 2012 y 2019.

 

   De resto, todas han sido contrataciones para el olvido. El cubano Friedrich Cepeda fracasó en 2014 y 2015 y lo mismo le ocurrió a sus compatriotas Héctor Mendoza (2014-16), José Adolis García (2016) y Alex Guerrero (2018-19); a los mexicanos Luis Cruz (2016-17) y Christian Villanueva (2019); al venezolano Gerardo Parra (2020) y al dominicano Ángel Sánchez (2020-21).

 

   Pero el problema no sólo se limita a los jugadores foráneos. Las firmas nacionales que ha realizado el conjunto en los últimos 10 años también han sido muy cuestionables. El derecho Shun Yamaguchi, por ejemplo, llegó al club en 2017 y ese mismo año se perdió la segunda mitad de la campaña luego de ser suspendido por el equipo por emborracharse en un restaurante y caerse a golpes con otra persona.

 

   En 2019, se tomó la decisión de contratar Hisashi Iwakuma, quien no había podido conseguir trabajo en las Grandes Ligas debido a una lesión y estaba considerando retirarse del béisbol. No obstante, la gerencia decidió firmarlo y éste pasó 2 temporadas en la organización sin ver acción en un solo juego.

 

   También hay que mencionar el caso de Sho Nakata, quien fue básicamente despedido de los Luchadores de Nippon Ham en 2021 después de hacer un comentario racista hacia un compañero de equipo, pero a pesar de ello la gerencia decidió adquirirlo a través de un canje.

 

   Incluso en casos en los que los peloteros contratados lograron convertirse en titulares, los resultados no han sido los que se esperaban de ellos. El caso más claro es el del jardinero Yoshihiro Maru, quien fue un slugger de primera categoría con los Carpas de Hiroshima pero no ha podido mantener ese nivel desde que llegó a Yomiuri en la campaña en 2019.

 

   Ya hemos explicado en el pasado en este mismo espacio que existe una especie de maldición en este equipo que afecta a todos los latinos, con la sola excepción del venezolano Alex Ramírez, que llegan a él después de haber tenido éxito en otro club de la NPB.

 

   Ahora se hace evidente que dicha maldición no sólo afecta a los jugadores importados sino también a los nacionales y es posible que tenga que ver con las estrictas reglas que impone la organización a todos sus miembros, como la prohibición de lucir vello facial, masticar goma o tabaco y realizar publicaciones en las redes sociales mientras se está en el estadio.

 

SoftBank es ahora, por mucha ventaja, el equipo más rico de Japón

 

   Un tercer aspecto que nos parece que también está influyendo en esta debacle es el hecho de que Yomiuri ya dejó de ser el equipo más rico de Japón. Esa distinción la asumió SoftBank en la última década y la diferencia entre el presupuesto de ambos no hace sino agrandarse cada año.

 

   En el pasado, casi todos los jugadores japoneses soñaban con vestir algún día el uniforme de Yomiuri, no sólo por el prestigio de pertenecer a la organización más famosa y exitosa de toda la NPB, sino también por el privilegio de ganar los mejores salarios del país.

 

   Ese ya no es el caso. Las Águilas de Rakuten, por citar un ejemplo, establecieron en 2021 un nuevo récord salarial para el béisbol japonés al pagarle 900 millones de yenes por temporada (8,6 millones de dólares en ese momento) a Masahiro Tanaka.

 

   SoftBank, por citar otro, lidera toda la NPB este año con un presupuesto de 54 millones de dólares que casi duplica el del segundo lugar y casi triplica al más bajo del circuito, que pertenece a los Luchadores de Nippon Ham (18,1 millones).

 

   Yomiuri todavía cuenta con el segundo mejor presupuesto de todo Japón con 32 millones, pero las Golondrinas de Yakult le siguen muy de cerca con 31 millones y Las Estrellas de DeNA no se quedan muy atrás con 30,6 millones.

 

   Jugar para el conjunto de Tokio todavía tiene sus beneficios, pero las razones para no hacerlo siguen aumentando cada año. Ese club ya no paga los mejores salarios y, en este momento, ni siquiera puede garantizar un título o un viaje a la postemporada.

 

   Parece difícil que el club cierre esta campaña en el foso de la clasificación de la Liga Central. Después de todo, eso sólo ha ocurrido una vez en la historia de la franquicia y hay mucho honor de por medio para dejar que eso ocurra.

 

Es muy probable que estemos llegando al final de la era de Hara como manager de Yomiuri

 

   Sin embargo, es muy probable que nos estemos acercando al final de la carrera de Hara como manager del conjunto, quien se encuentra en el segundo año de un contrato de 3 temporadas. Lo lógico sería que se despida después de concluir sus obligaciones, pero si el club se vuelve a quedar fuera de los playoffs es muy probable que el veterano estratega renuncie a su cargo a finales de este año.

 

   Eso abriría el debate acerca de quién debería ser su reemplazo, que podría ser corto y sin discusión alguna, como ocurrió en 2016 cuando Yoshinobu Takahashi fue nombrado al cargo sin que él lo solicitara, o podría extenderse por varios meses.

 

   El candidato más lógico sería Shinnosuke Abe, actual manager del equipo filial y una de las estrellas más grandes en la historia del conjunto, pero también es posible que la gerencia explore opciones menos convencionales, como la del venezolano Alex Ramírez, quien no sólo fue una estrella del club en el pasado sino que además tuvo una carrera muy exitosa como manager con las Estrellas de DeNA.

 

   No obstante, Ramírez tiene una vida muy ocupada en este momento como embajador de la ciudad de Yokohama, hombre de negocios y celebridad en las redes sociales, por lo que no será fácil convencerlo de que asuma la responsabilidad de rescatar al equipo.

 

   Pase lo que pase, el futuro del conjunto no luce muy alentador. Hara deberá abandonar su cargo tarde o temprano y no existen garantías de que su reemplazo logre obtener un título en su primera campaña en el banquillo, por lo que es probable que nos toque esperar varios años más antes de poder disfrutar de otro gran éxito del popular club de Tokio.