Vie, 19 Abr 2024 14:51 PM

Las claves del éxito de Japón en el Clásico 2023

   El inolvidable triunfo de Japón sobre los Estados Unidos en la final del Clásico Mundial de Béisbol del pasado martes sólo se hizo posible gracias a la convergencia de una serie de elementos que al final terminaron inclinando la balanza a favor del Equipo Samurai.

 

Japón se coronó campeón del Clásico 2023 tras derrotar a los Estados Unidos

 

   Su exhaustiva preparación, sin duda, fue una de las claves del éxito, pero también la meticulosa planificación de cada partido, la ejecución de los cambios apropiados en los momentos justos y, sobre todo, la disponibilidad de un roster tan talentoso que difícilmente podrá ser superado en el futuro.

 

   Ya lo habíamos advertido hace 3 semanas en este mismo espacio. El conjunto asiático llegaba a este torneo con meses de preparación y planificación y con el mejor equipo que jamás había logrado ensamblar hasta ahora, tanto en pitcheo como en bateo.

 

   Shohei Otani, el indiscutible Jugador Más Valioso de la cita y quizás el mejor pelotero de la historia, lideró la carga de su selección, pero nunca hubiese podido coronarse campeón sin el crucial apoyo de todos sus compañeros de equipo, quienes respondieron siempre cuando más se les necesitaba.

 

   En el juego de cuartos de final ante Italia, por ejemplo, Otani comenzó un rally de 4 carreras en el cierre de la tercera entrada no con un jonrón o un doble, sino con un toque de bola para romper el cambio defensivo que los europeos le habían preparado. Ese rally, al final, fue decisivo para el triunfo de Japón.

 

   Incluso sobre el montículo no tuvo su mejor día, luego de permitir 2 carreras y 4 hits en 4 entradas y 2 tercios, pero el resto del bullpen se encargó de respaldarlo para concretar una victoria que llegó también gracias a los jonrones de Kazuma Okamoto y Masataka Yoshida.

 

   La difícil semifinal contra México del lunes, que se decidió con un dramático doble de 2 carreras en el cierre del noveno episodio, fue quizás la mejor prueba de lo bien preparados que estaban los nipones para enfrentar este torneo.

 

   Primero, el manager Hideki Kuriyama utilizó a los dos mejores abridores que tenía disponibles, Roki Sasaki y Yoshinobu Yamamoto, sabiendo que no podía reservar a ninguno de ellos para una final a la que todavía no había clasificado.

 

La semifinal ante México fue el partido más difícil para Japón en su camino al título

 

   A pesar de permitir 5 carreras entre ambos, los dos dieron la talla durante 7 entradas y un tercio ante una complicada alineación azteca y al final fueron rescatados por dos novatos, Atsuki Yuasa y Taisei Ota, quienes evitaron más anotaciones durante el resto del juego.

 

   La ofensiva, por su parte, respondió cuando más se le necesitaba, a pesar de haber dejado corredores en posición anotadora en el cierre de la cuarta, la quinta y la sexta entradas. Fue Yoshida quien al final rompió la mala racha con un jonrón de 3 carreras en el cierre del séptimo episodio.

 

   México tomó una importante ventaja de 5-3 en la apertura del octavo y todo pareció indicar que Japón ya no podría responder, pero fue en ese momento que las decisiones del manager Kuriyama comenzaron a pagar sus dividendos.

 

   El receptor Takuya Kai, quien había entrado al juego en la apertura del sexto, sacó un importante out que evitó la sexta carrera de los aztecas en la apertura del octavo. Si Joey Meneses hubiese anotado, es muy posible que México hubiese ganado el partido.

 

   Luego, en el cierre de ese mismo capítulo, Kuriyama metió a Takumu Nakano a correr por Okamoto y ordenó a Sosuke Genda a realizar un toque de sacrificio con 2 strikes que éste logró ejecutar exitosamente.

 

   Poco después, llamó a Hotaka Yamakawa a tomar un turno como emergente con corredores en tercera y segunda y éste respondió con un elevado de sacrificio que puso la pizarra 5-4. Nakano, quien había entrado como corredor emergente, fue el que anotó.

 

   Finalmente, en el cierre del noveno episodio, Otani conectó un doble al primer lanzamiento que vio y Yoshida recibió un boleto y fue reemplazado inmediatamente por otro corredor emergente, Ukyo Shuto. Japón perdía 5-4, pero tenía corredores en primera y segunda sin outs.

 

   Fue así que llegó el turno de Munetaka Murakami, quien a pesar de ganar la triple corona de la Liga Central el año pasado no había podido batear mucho en el torneo y ya se había ponchado 3 veces en ese mismo juego. Kuriyama ha podido ordenarle un toque de bola, pero prefirió darle la confianza.

 

Murakami respondió cuando Japón más lo necesitaba

 

   El toletero de 22 años respondió entonces con un soberbio batazo que pegó de la pared del jardín central y remolcó tanto a Otani como a Shuto, quien corrió de primera al plato en 10,28 segundos para dejar a México sobre el terreno y enviar a Japón a la final.

 

   El partido decisivo ante los Estados Unidos del martes no tuvo la misma emoción, pero sí mostró un manejo magistral del bullpen por parte de Kuriyama, cuyo plan en ese departamento se hizo evidente a medida que avanzó el juego y terminó funcionando casi a la perfección.

 

   Primero, utilizó al mejor abridor que tenía disponible, el zurdo Shota Imagina, quien realizó un muy buen trabajo durante las 2 entradas que estuvo sobre el montículo, si bien le concedió un jonrón solitario al indetenible Trea Turner.

 

   Luego, apeló al segundo mejor abridor que tenía disponible, el derecho Shosei Togo, quien trabajó por otros dos episodios y logró sacar ambos ceros, si bien se complicó un poco. A partir de entonces, limitó a todos sus lanzadores a sólo un capítulo de labor, mezclando novatos con veteranos.

 

   Hiroto Takahashi, de 20 años, permitió 2 hits, pero ninguna carrera; Hiromi Ito, de 25 años, retiró con facilidad a los 3 rivales que enfrentó; Taisei Ota, de 23 años, permitió un hit sin carreras y Yu Darvish, de 36 años, concedió un jonrón solitario, pero limitó el daño a una sola carrera.

 

   Japón ya había anotado 3 carreras gracias a un par de cuadrangulares solitarios de Murakami y Okamoto y un remolque de Lars Nootbaar, por lo que llegó a la apertura del noveno con ventaja de 3-2 en el marcador y su mejor lanzador sobre el montículo, Shohei Otani.

 

   El fenómeno no había trabajado como cerrador desde la temporada 2016, cuando todavía jugaba en su país con los Luchadores de Nippon Ham, pero salvó el encuentro con un ponche legendario ante el mejor bateador norteamericano, Mike Trout.

 

Kuriyama ya había decidido cerrar la final con Otani desde agosto del año pasado

 

   Poco después de regresar a Japón, el manager Kuriyama explicó en una entrevista que la decisión de utilizar a Otani para cerrar el juego la había tomado en agosto del año pasado. El plan ya tenía varios meses en su cabeza y afortunadamente para él todo le salió como quería.

 

   Un periodista le preguntó luego el porqué utilizó a Darvish, quien ya había concedido varias carreras en el torneo, y éste explicó que sus consejos fueron cruciales para enfrentar con éxito a la poderosa alineación estadounidense y además ayudó mucho a preparar y motivar a los jóvenes lanzadores japoneses.

 

   En cuestión de 3 años y 5 meses, Japón se ha coronado campeón del Clásico Mundial 2023, del torneo de béisbol olímpico de 2021 y del torneo Premier 12 de 2019, y lo ha hecho, fundamentalmente, con 3 equipos distintos, lo que deja en evidencia la increíble productividad de su liga local.

 

   Esto no es una casualidad. Se trata de los frutos de un proyecto que nació en 2013 y que se ha estado desarrollando y perfeccionando desde entonces, hasta llegar al momento culminante en el que nos encontramos hoy día.

 

   La suerte de tener a numerosas estrellas, que están además en los mejores momentos de sus respectivas carreras, reunidas todas en un mismo equipo y comprometidas a dar lo mejor de sí para conquistar un título para su país no se ve muy a menudo.

 

   Si a eso le agregamos la exhaustiva preparación y planificación que realizó Japón para este torneo y las acertadas decisiones que tomaron su manager y sus respectivos coaches en cada juego, entonces no debería sorprendernos el resultado final.

 

   El Equipo Samurai se encuentra ahora, muy merecidamente, en la cima del béisbol mundial. Eso no quiere decir que se quedará en ese puesto por siempre, pero sí que se mantendrá cercano a esa posición mientras siga trabajando tan duro como lo ha venido haciendo hasta ahora.