Vie, 19 Abr 2024 09:38 AM

¿Se terminó la relación entre Chunichi y Dominicana?

 

   El lanzador dominicano Jordan Norberto nos contactó recientemente para comunicarnos que él también había quedado en libertad luego de rechazar la oferta de renovación que le hicieron los Dragones de Chunichi.

 

   Esto quiere decir que el conjunto de Nagoya ya ha dejado en libertad a todos y cada uno de los jugadores dominicanos que tuvo en su nómina este año: Norberto, Ricardo Nanita, Anderson Hernández, Leyson Séptimo y Juan Jaime, quien ni siquiera debutó.

 

   Tal hecho nos lleva a preguntarnos si hemos llegado al final de la fructífera relación que ha tenido el club con la República Dominicana, país del cual ha obtenido a casi todos sus refuerzos extranjeros durante los últimos 8 años.

 

   Una señal importante de que ese podría ser el caso es que la gerencia decidió renovar al cubano Dayán Viciedo y probablemente haga lo mismo con su compatriota Raúl Valdés. Adicionalmente, firmó a otro antillano, el ex grandeliga Alex Guerrero, e incluso le ha hecho una oferta al cotizado Alfredo Despaigne.

 

   Por si eso fuera poco, también cuenta con el legendario Omar Linares, quien no sólo jugó con el equipo hace más de una década, sino que también lo ayudó este año al trabajar como coach de bateo de los jugadores latinos.

 

   Si las contrataciones de Valdés y Despaigne se materializan, el cien por ciento los importados del conjunto para 2017 seguirían siendo hispanos, pero en lugar de provenir de la República Dominicana, como ya se había hecho costumbre, lo harían de Cuba.

 

   Obviamente, todavía queda tiempo para que cambie el panorama y el club vuelva a agregar a algunos dominicanos a sus filas, pero todo parece indicar que esa ya no es su preferencia.

 

   La relación entre Chunichi y la República Domininaca, que se profundizó durante el mandato del legendario manager Hiromitsu Ochiai (2004-2011), ha dado a la NPB a algunos de sus importados más exitosos de la última década.

 

   El más destacado de todos es sin duda Tony Blanco, quien en su debut en la liga en 2009 capturó los títulos de jonrones (39) y carreras empujadas (110) de la Liga Central.

 

   Durante sus primeros 4 años en el circuito, el robusto inicialista no sólo fue uno de los bateadores de poder más temidos de la liga, sino que además fue, indudablemente, el toletero más productivo del equipo al cosechar 111 cuadrangulares y 309 empujadas en ese período, además de batear para .262.

 

   Adicionalmente, jugó un papel crucial en los títulos de liga obtenidos por el club en las temporadas 2010 y 2011 y también en la clasificación del mismo a la Serie de Japón en esas dos oportunidades.

 

   Si bien después abandonó la organización para probar suerte con las Estrellas de DeNA y posteriormente con los Búfalos de Orix, el legado que dejó en la ciudad de Nagoya durante los años que estuvo allá será difícil de olvidar para los fanáticos locales.

 

   El segundo fruto más importante que dejó esa relación fue el de Héctor Luna, cuyo debut en la liga en 2013 fue tan impactante que tras apenas 2 meses de campaña la gerencia decidió renovarlo por 2 años más y multiplicarle su sueldo por 10, que pasó de ser de 275 mil dólares anuales en su primer año a 2 millones en las dos campañas siguientes.

 

   A pesar de no conectar tantos jonrones ni empujar tantas carreras como Blanco, Luna debutó con una racha de 17 juegos consecutivos con hit, que poco después superó con otra seguidilla de 23 partidos en fila con al menos un imparable.

 

   Para el 31 de mayo de 2013, su promedio todavía estaba en .400 y sólo descendió a .350 luego de que una lesión disminuyese su producción ofensiva y lo obligase a ausentarse de los terrenos de juego de manera definitiva a mediados de agosto.

 

   Ese registro de .350 le hubiese dado cómodamente el título de bateo de la Liga Central, de no ser porque al final no pudo reunir los turnos suficientes para calificar al mismo.

 

   A pesar de todo, Luna fue una figura fundamental para Chunichi en 2014 y 2015, antes de ser dejado en libertad y firmar con los Carpas de Hiroshima este año.

 

   Anderson Hernández y Ricardo Nanita, si bien nunca pudieron establecerse como titulares fijos del club, arrojaron buenos resultados durante su paso por el mismo.

 

   En lo referente a los lanzadores, está claro que el derecho Máximo Nelson ha sido el más destacado de la última década, luego de registrar la novena mejor efectividad de la Liga Central en la campaña 2011 con 2.54, quedar cuarto en ponches con 149 y dejar una marca de 10-14 en 31 aperturas.

 

   Si bien ese fue el único año exitoso que tuvo el espigado lanzador con el equipo, sus resultados no han podido ser siquiera igualados desde entonces por sus sucesores.

 

   El ex grandeliga Jorge Sosa tuvo un debut extraordinario con el equipo en 2012, si bien éste lo dejó en libertad poco después de terminada esa temporada.

 

   El derecho caribeño no permitió carreras limpias en sus primeras 31 apariciones como relevista intermedio y sus números finales fueron de ensueño: marca de 5-1, con 4 salvados, 50 ponches y una efectividad de 1.85 en 53 salidas.

 

   A pesar de todo, el club no quiso renovarlo y éste terminó firmando con las Estrellas de DeNA para las siguientes 2 temporadas. Sin embargo, su paso por Chunichi fue impactante.

 

   Incluso el ex grandeliga Daniel Cabrera tuvo un debut impresionante con el conjunto de Nagoya en la campaña 2013, a pesar de que sus números finales no fueron tan destacados.

 

   El veterano derecho dejó un récord de 4-1, con 26 ponches y una efectividad de 1.89 en sus primeras 6 aperturas, lo que causó una muy grata impresión a los fanáticos de Nagoya.

 

   Si bien su marca final no fue mucho mejor que ésa (6-5, 98 ponches y efectividad de 3.09), sin duda convenció a la gerencia de renovarlo por una temporada más.

 

   El propio Norberto, a quien mencionamos al principio de esta columna, tuvo una exitosa campaña con el club este año. Si bien sus números finales no fueron los mejores (6-6, 108 ponches y 4.24 de efectividad), el hecho de que haya sido uno de los miembros fijos de su rotación durante casi toda la temporada sin duda es un testamento a su valor como abridor.

 

   La partida de Ochiai, quien luego de haber sido despedido como manager en 2011 fue contratado de nuevo como gerente general en 2015, puede que también afecte la relación entre el club y la República Dominicana, ya que él era uno de sus principales promotores.

 

   No obstante, la razón principal de este aparente distanciamiento entre ambas partes parece ser un simple cambio de rumbo de dicha organización, que no ha podido clasificar a los playoffs de la Liga Central por 4 años consecutivos luego de haberlo hecho 7 veces durante los 8 años en los que Ochiai fue su manager.

 

   Aunque seguramente la relación entre el equipo y la isla se mantendrá activa, lo más probable es que pase ahora a un segundo plano luego de la clara preferencia que éste está mostrando ahora por el talento cubano.

 

   ¿Podrán los jugadores cubanos mejorar la actuación que han realizado hasta ahora sus colegas dominicanos con los Dragones de Chunichi? Pronto lo sabremos.