Jue, 25 Abr 2024 02:37 AM

La pasión de los fanáticos de Okinawa y Miyazaki

   Un seguidor nos comentó esta semana en Twitter, sorprendido por la masiva asistencia de fanáticos a los entrenamientos primaverales de los equipos de la NPB, que la gente en Japón no tiene ocio, pero ese no es el caso en lo absoluto.

 

Los fanáticos japoneses siempre asisten de manera masiva a los entrenamientos primaverales

 

   La razón por la cual las personas asisten de una manera tan numerosa a las prácticas de sus conjuntos favoritos es muy sencilla: esta es la mejor época del año en esas comunidades y la gente simplemente planifica tomarse unos días libres para poder disfrutar de la visita de sus ídolos.

 

   El archipiélago de Okinawa, donde la mayoría de los clubes japoneses realizan sus concentraciones de pretemporada, es una comunidad aislada del resto de Japón, que sobrevive del turismo y que no cuenta con divisas profesionales de ningún deporte.

 

   Lo mismo puede decirse de la prefectura de Miyazaki, que si bien está ubicada mucho más cerca de las grandes metrópolis japonesas, sigue siendo una comunidad rural que no cuenta con organizaciones deportivas profesionales y cuyas opciones de entretenimiento son muy limitadas.

 

   Para los habitantes de esas dos regiones el mes de febrero es muy especial, no sólo porque trae consigo una enorme actividad comercial, sino sobre todo porque los convierte en el foco de atención del resto del país, que en esta época está muy pendiente de sus equipos de béisbol.

 

   Así, las visitas de los clubes de la NPB a sus pueblos y ciudades traen consigo quizás los mayores ingresos económicos del año, una afluencia enorme de turistas, una cobertura mediática jamás vista y, por su puesto, béisbol profesional a la vuelta de la esquina.

 

   El impacto financiero es tan grande que las autoridades locales realizan ceremonias especiales para recibir a cada conjunto en el aeropuerto o la estación de trenes y agradecerles sus visitas, precisamente por los muchos beneficios que les traen cada año.

 

   Esas ceremonias, en las que los representantes locales están todos formalmente vestidos, incluyen discursos y todo tipo de ofrendas, como arreglos florales y muestras de los productos más famosos de la región, que por lo general son bebidas alcohólicas o alimentos.

 

En sus días libres, los peloteros ofrecen clínicas de béisbol en las escuelas locales

 

   A partir de ese momento, la relación entre ambas partes no hace sino estrecharse. En sus días libres, los jugadores visitan los lugares turísticos más interesantes de la ciudad y también comercios donde pueden probar y hasta aprender cómo hacer bebidas o alimentos locales.

 

   Por si eso fuera poco, también van a los hospitales y las escuelas de la localidad, donde visitan niños enfermos y realizan clínicas de béisbol u otro tipo de actividades con los estudiantes más jóvenes de la institución, que por lo general no pueden contener su emoción.

 

   En respuesta a eso, los habitantes de la zona asisten de manera masiva a los estadios donde sus jugadores preferidos están entrenando, ya que esa es la única oportunidad que tienen en todo el año de verlos de cerca.

 

   Hay que aclarar, además, que no sólo se trata de los habitantes locales, sino también de turistas que vienen de otras partes del país, precisamente para pasar unos días en un clima cálido y además disfrutar de prácticas o partidos amistosos de béisbol.

 

   Si a ellos sumamos los numerosos periodistas y reporteros que también llegan de visita para cubrir todas las incidencias de los entrenamientos de los clubes que les toca seguir, entonces no debería sorprendernos la enorme asistencia de personas que vemos en cada estadio.

 

   No es que se trate de falta de ocio; todo lo contrario, esto es algo que se planifica con mucha antelación para poder disfrutarlo al máximo, como hacemos nosotros durante períodos de vacaciones muy específicos, como Navidad, año nuevo, carnaval o semana santa.

 

   Estudios de eminentes economistas japoneses demuestran que el impacto financiero que genera la visita de los clubes a estas dos regiones es significativo, razón por la cual las autoridades locales se esfuerzan tanto en atender de la mejor manera posible a sus visitantes.

 

   Los hoteles y restaurantes locales son los principales beneficiados, pero también lo son las líneas aéreas y de trenes que transportan a los equipos y los turistas a esas localidades, así como los taxistas y los comercios locales.

 

Para los habitantes de Okinawa y Miyazaki, febrero es el mejor mes del año

 

   Para los habitantes de la región, febrero es un mes de fiesta y muchas de las actividades que realizan en ese período están relacionadas de una u otra manera a lo que ocurre en los lugares de entrenamiento de los conjuntos.

 

   Por ejemplo, las escuelas pueden organizar visitas a los estadios para que sus estudiantes puedan ver las prácticas en vivo y la misma idea la pueden ejecutar las compañías locales para premiar a sus empleados más sobresalientes.

 

   Los estudiantes mayores, que están ya en la escuela secundaria o incluso en la universidad, aprovechan cualquier minuto libre que tienen para acercarse a los estadios y ver a sus ídolos en vivo, además de pedirles autógrafos y tomarse fotos con ellos.

 

   En el Día de San Valentín, que es una fecha muy popular en Japón y en la que la tradición es que las chicas les regalen chocolates a los chicos, las empleadas de los hoteles donde se hospedan los equipos suelen regalarle una torta de chocolate a los managers de los mismos.

 

   Por si eso fuera poco, las fanáticas también aprovechan para regalarles chocolates a sus jugadores favoritos y, dependiendo de la popularidad de los mismos, se reúnen con ellos y se toman fotos en grupo para recordar la ocasión.

 

   Los equipos facilitan esta interacción abriendo las puertas de sus estadios y permitiendo el ingreso gratis a los fanáticos, que no sólo ocupan las gradas de forma masiva sino que también se reúnen en las entradas de los mismos para saludar a los jugadores, tomarse fotos con ellos y pedirles autógrafos.

 

   La pandemia detuvo este tipo de actividades durante los últimos 3 años, pero en esta ocasión, felizmente, las cosas han vuelto a la normalidad y los fanáticos han respondido a la reanudación de las mismas con el mismo fervor de antaño.

 

   Sólo en el día inaugural de los entrenamientos primaverales, más de 30 espectadores se hicieron presentes en los estadios de los 12 conjuntos de la liga y esa cifra ha ido fluctuando con el pasar de los días, al punto de que en una sola jornada más de 24 mil de ellos fueron a ver las prácticas de los Halcones de SoftBank.

 

Este año, la selección japonesa también está concentrada en Miyazaki

 

   Para colmo, este año hay una atracción extra disponible: la concentración de la selección japonesa de béisbol, que se está preparando en Miyazaki para su inminente participación en la edición 2023 del Clásico Mundial.

 

   Con la presencia de jugadores tan famosos como Yu Darvish, Shohei Otani y Seiya Suzuki, quienes tienen años sin jugar en la liga local, esta es una oportunidad única para verlos en vivo sin tener que viajar a los Estados Unidos o Canadá.

 

   Por esa razón, los fanáticos del resto del país se están animando a hacer el viaje a Miyazaki para ver las prácticas del equipo en vivo, ya que es muy probable que no vuelvan a tener esa oportunidad disponible en el futuro.

 

   De manera que no se trata de que no tengan ocio. Los habitantes de Okinawa y Miyazaki, así como los fanáticos que se trasladan a esas localidades para ver en vivo los entrenamientos de sus equipos favoritos, están tan ocupados como cualquiera de nosotros.

 

   Simplemente se trata de que esta es la mejor época del año en esos lugares y ellos planifican sus vacaciones para estas fechas para así poder disfrutar al máximo de sus días libres. Como ya lo explicamos, para muchos de ellos esta es la única oportunidad que tienen de ver béisbol profesional en vivo.