Como están las cosas, el toletero de las Golondrinas de Yakult Munetaka Murakami es el claro ganador del premio al Jugador Más Valioso de la Liga Central de la NPB en la temporada 2023, pero ¿qué ocurrirá si su equipo no logra capturar la corona del circuito a finales de año?
Murakami lidera la NPB en jonrones y empujadas con una ventaja considerable
En las Grandes Ligas, donde los cronistas deportivos suelen favorecer al pelotero con los mejores números de la campaña, independientemente de lo que haya hecho su club, esa pregunta no tendría sentido, pero ese no es el caso en Japón.
Desde 1950 hasta ahora, los periodistas que cubren la Liga Central han otorgado el galardón al representante más destacado del conjunto que ganó el título de liga en nada menos que el 96% de las oportunidades, sin importar que otro candidato haya registrado mejores números.
Sin ir muy lejos, Seiya Suzuki cerró la campaña 2021 como líder del circuito en promedio (.317), porcentaje de embasado (.433), porcentaje de slugging (.639) y OPS (1.072), además de quedar tercero en jonrones (38) y cuarto en empujadas (88), pero aún así no se quedó con los honores.
El trofeo fue a parar a manos de Murakami, quien fue líder de jonrones (39) y quedó segundo en remolques (112), pero ni se acercó al resto de los totales de Suzuki. No obstante, como Yakult fue campeón y Murakami fue el más destacado del club, entonces se quedó con la mayoría de los votos.
Recordemos un ejemplo un poco más extremo. En la campaña 2010, el venezolano Alex Ramírez lideró la Liga Central con 49 jonrones y 129 empujadas y además registró un promedio de .304, pero no ganó el premio porque los Gigantes de Yomiuri terminaron terceros en la tabla.
El galardón se quedó en manos del veterano Kazuhiro Wada, quien bateó para .339, con 37 estacazos y 93 remolques y no lideró ninguna de esas categorías en el circuito, sólo porque fue el pelotero más destacado del conjunto que quedó campeón de liga: los Dragones de Chunichi.
Al final, Wada acumuló 896 puntos en la votación y fue el claro ganador, mientras que Ramírez quedó quinto con apenas 97 puntos, pero el mayor pecado fue que el estadounidense de los Tigres de Hanshin Craig Brazell, quien sumó 47 vuelacercas y 117 empujadas, quedó décimo quinto con apenas un voto.
Para que tengan una idea más clara de lo difícil que sería para Murakami ganar el JMV este año si su equipo no gana el título de liga, tomen en cuenta que los cronistas japoneses sólo le han otorgado el galardón a un pelotero de un conjunto que no fue campeón en 3 ocasiones en los últimos 72 años.
Oh conectó 55 jonrones en 1964
El legendario Sadaharu Oh, de los Gigantes de Yomiuri, fue el beneficiado en las dos primeras ocasiones. En 1964, porque estableció un nuevo récord de jonrones para una temporada (55) que se mantuvo vigente por 49 años más, y en 1974, porque ganó la triple corona (49, 107, .332) y estableció nuevas marcas de porcentaje de embasado (.532) y OPS (1.293).
La única otra excepción que se ha hecho hasta ahora ocurrió en 2013, cuando el curazoleño Wladimir Balentien rompió el récord de Oh y cerró la campaña con 60 cuadrangulares, a pesar de que las Golondrinas de Yakult terminaron en el foso de la clasificación.
A finales de junio de este año, Yakult lucía invencible y hasta parecía destinado a barrer en la Serie de Japón a cualquiera de los 6 equipos de la Liga del Pacífico que le tocase enfrentar en esa fase, pero lamentablemente para sus fanáticos las cosas han cambiado mucho desde entonces.
Luego de sacarle una ventaja de 13,5 juegos al segundo lugar de la tabla en aquel momento, esa diferencia se ha reducido ahora a sólo 4 juegos, por lo que corre el peligro de sufrir el colapso más grande en toda la historia de la NPB.
Y si eso llegase a ocurrir, entonces el triunfo de Murakami en la votación al JMV también correría peligro debido a la notable tendencia que han tenido los periodistas japoneses en el pasado a favorecer a los peloteros que forman parte del conjunto que quedó campeón.
Afortunadamente para él, hay varios aspectos que lo favorecen en comparación al resto de los candidatos disponibles y que a la hora de la verdad podrían garantizarle el galardón, sin importar la posición final que ocupe Yakult en la clasificación.
El primero de ellos es el simple hecho de que ese conjunto sigue teniendo las mejores posibilidades de ser campeón este año, a pesar de los malos resultados que ha registrado en el último mes y medio. Siempre y cuando gane el título, Murakami será el JMV.
El segundo es que, en este momento, el toletero de 22 años lidera la Liga Central en promedio (.327), jonrones (44) y empujadas (107), por lo que cuenta con muy buenas posibilidades de ganar la triple corona esta temporada.
Matsunaka ganó la triple corona en 2004
La última vez que eso ocurrió en la NPB fue en 2004, cuando el toletero de los Halcones de Daiei (hoy Halcones de SoftBank) Nobuhiko Matsunaka comandó la Liga del Pacífico con 44 vuelacercas (co-líder), 120 empujadas y un promedio de .358.
En la Liga Central, ningún bateador ha completado esa hazaña desde el estadounidense de los Tigres de Hanshin Randy Bass en 1986, por lo que si Murakami la concreta este año y se convierte en el primer japonés de su circuito en lograrla desde el legendario Sadaharu Oh en 1974, entonces no cabe duda de que le darán el premio, independientemente de lo que haga su equipo.
Otro punto importante que posee a su favor es el total de jonrones que ha logrado acumular hasta ahora (44). Con 33 partidos aún por disputar, parece difícil que logre igualar o superar el récord de Balentien (60) o incluso la marca para un jugador japonés de Sadaharu Oh (55).
Sin embargo, lo que sí podría hacer con cierta facilidad es llegar a los 50 jonrones, que es algo que no ha ocurrido en la NPB desde 2013 (Balentien con 60) y en la Liga Central desde 2002, cuando Hideki Matsui, quien se mantiene como el último japonés en llegar a esa cifra, disparó exactamente 50.
El hecho de convertirse en el primer toletero nipón en sumar 50 tablazos en la NPB en 20 años seguramente le ganará muchos votos y si por casualidad llega a 56 y establece una nueva marca para un jugador local, entonces el galardón será unánime.
Algo más que seguramente lo ayudará a acaparar votos, sin importar lo que haga Yakult al final, es el hecho de que el único otro equipo que de verdad tiene posibilidades de ganar el título de liga este año, las Estrellas de DeNA, no cuenta con un claro candidato al premio.
Si DeNA llega a ser campeón, ¿quién se quedaría con los honores? Keita Sano y Shugo Maki cuentan con números ofensivos muy similares, mientras que Shinichi Onuki y Shota Imanaga también están muy parejos entre los abridores.
El derecho Yasuaki Yamasaki está completando una excelente campaña, mientras que el venezolano Edwin Escobar y el derecho Hiromu Ise cuentan con cifras muy parecidas en el departamento de relevistas intermedios.
La ausencia de un claro JMV en DeNA podría favorecer a Murakami
Esa ausencia de un candidato verdaderamente claro para el JMV podría convencer a los votantes de apoyar a Murakami, repetimos, en el caso hipotético de que Yakult no termine coronándose campeón de la Liga Central este año.
Para los que no están acostumbrados a seguir de cerca las incidencias de la NPB este análisis podría parecer inútil, ya que pensarán que Murakami debería quedarse con los honores pase lo que pase debido a lo superiores que son sus números en comparación al resto.
No obstante, insistimos en que ese no es el razonamiento que utilizan los cronistas deportivos japoneses a la hora de seleccionar al JMV de la temporada regular. Para ellos, la fórmula de escoger al pelotero más destacado del conjunto que quedó campeón de liga es prácticamente infalible.
En la Liga Central, como ya lo mencionamos, sólo han hecho 3 excepciones en los últimos 72 años. En la Liga del Pacífico, sólo han hecho 9 en ese mismo período. ¿Se convertirá Murakami en la más reciente excepción de esa regla en 2022?