Jue, 25 Abr 2024 14:07 PM

Las actuaciones ofensivas más dominantes de la NPB

 

   Una semana después de haber advertido en este mismo espacio que el toletero de las Golondrinas de Yakult Tetsuto Yamada estaba liderando la Liga Central en 10 categorías ofensivas, lo imposible ha ocurrido.

 

   Al momento de escribir estas líneas, el camarero de 23 años comanda ahora su circuito en 11 renglones ofensivos, ¡ONCE! A saber: promedio (.344), anotadas (69), hits (100), dobles (20), jonrones (28), bases alcanzadas (208), empujadas (68), robos (17), boletos (62), porcentaje de bases alcanzadas (.458) y porcentaje de slugging (.715).

 

   Lo único que le falta es asumir el primer lugar en el departamento de triples para monopolizar todos los títulos ofensivos de importancia de la liga y dejar en ridículo al resto de los bateadores que están activos en la misma.

 

   Obviamente, todavía tiene 63 partidos por disputar en la campaña regular y parece casi imposible que pueda mantener ese dominio hasta el final. Sin embargo, el año pasado ya ocupó el primer puesto en 7 de esas categorías y no es descabellado pensar que en esta ocasión pudiera registrar un éxito similar, o incluso mayor.

 

   Por lo tanto, nos encontramos ante una campaña que podría ser legendaria y eso nos motivó a echarle un vistazo a los números históricos para averiguar qué otros jugadores de la NPB han podido ejecer un control tan absoluto sobre el resto del circuito en el pasado.

 

   No tuvimos la oportunidad de revisar los números de todos los peloteros que han visto acción en la liga, pero por lo que pudimos ver el inigualable Sadaharu Oh completó en 1973 la campaña ofensiva más dominante jamás registrada en el béisbol japonés.

 

   En esa oportunidad, el legendario inicialista comandó la Liga Central en 9 renglones distintos: anotadas (111), hits (152), jonrones (51), bases alcanzadas (323), empujadas (114), boletos (124), promedio (.355), pocentaje de bases alcanzadas (.500) y porcentaje de slugging (.755).

 

   Por si eso fuera poco, en 1969, 1970 y 1974 lideró el circuito en 8 departamentos distintos y en otras 7 ocasiones más aseguró el primer lugar en 7 categorías ofensivas.

 

   Esto no debería sorprendernos, ya que estamos hablando de uno de los peloteros más prolíficos de la historia del béisbol mundial, del hombre que conectó 868 jonrones en su carrera, que lideró la Liga Central en jonrones y anotadas por 13 años consecutivos, que ganó 13 títulos de carreras empujadas y 5 de promedio y que es dueño de una gran cantidad de marcas de por vida en la NPB.

 

   Luego, nos encontramos con el caso de Hiromitsu Ochiai, el hombre que más veces obtuvo la triple corona ofensiva en la historia de la liga: 3, en 1982, 1985 y 1986. Si bien sus números totales no son tan cuantiosos ni impresionantes como los de Oh, sí logró liderar la Liga del Pacífico en 8 renglones ofensivos en 2 campañas distintas: 1982 y 1985.

 

   La más destacada de ellas fue la de 1985, cuando ocupó el primer puesto del circuito en anotadas (118), jonrones (52), bases alcanzadas (351), empujadas (146), boletos (101), promedio (.367), porcentaje de bases alcanzadas (.481) y porcentaje de slugging (.763).

 

   Sus 146 empujadas de ese año representan el cuarto total más alto de la historia y sus 52 vuelacercas la sexta cifra más alta jamás registrada. Adicionalmente, comandó el circuito en 7 categorías diferentes en 1986.

 

   El norteamericano Randy Bass, uno de los extranjeros más exitosos en pasar por la NPB, ganó la triple corona ofensiva de la Liga Cenral en 1985 y 1986. Si bien su campaña más memorable fue la primera, por haber llevado a los Tigres de Hanshin a su único triunfo hasta ahora en la Serie de Japón, la segunda fue la más dominante por haber liderado el circuito en 8 renglones.

 

   En esa ocasión, comandó la liga en hits (176), jonrones (47), bases alcanzadas (352), carreras empujadas (109), boletos (82), promedio (.389), porcentaje de bases alcanzadas (.481) y porcentaje de slugging (.777).

 

   Su promedio de .389 de ese año se mantiene todavía como el más alto para una temporada en la historia de la NPB y sus 54 jonrones de 1985, año en que lideró el circuito en 7 departamentos, representan el quinto total más elevado de todos los tiempos.

 

   El famoso Shigeo Nagashima, la figura más querida y admirada del béisbol japonés, registró también en 1961 una temporada para el recuerdo al liderar la Liga Central en 8 categorías distintas: hits (158), dobles (32), jonrones (28), bases alcanzadas (292), boletos (88), promedio (.353), porcentaje de bases alcanzadas (.456) y porcentaje de slugging (.652).

 

   Adicionalmente, comandó el circuito en 7 renglones distintos en 1958 (su año de novato) y también en 1960 y la única razón por la que no pudo repetir ese éxito luego fue por la presencia de Oh, quien a partir de 1962 asumió el contro absoluto de la ofensiva de la liga.

 

   El más reciente ganador de la triple corona en la NPB, Nobuhiko Matsunaka, logró también en su legendaria temporada de 2004 comandar la Liga del Pacífico en 8 categorías distintas: anotadas (118), hits (171), jonrones (44), bases alcanzadas (342), empujadas (120), promedio (.358), porcentaje de bases alcanzadas (.464) y porcentaje de slugging (.715).

 

   Al año siguiente, logró liderar el circuito en 7 renglones distintos, pero a partir de entonces su rendimiento comenzó a decaer hasta perder la titularidad en 2010 y finalmente retirarse como jugador activo después de la temporada 2015.

 

   Algo que diferencia a Yamada de estos cinco toleteros legendarios que acabamos de nombrar es que éste también está comandando la liga en bases robadas y eso es algo que ninguno de ellos logró hacer.

 

   Yamada debe, por lo tanto, comandar la Liga Central en 10 departamentos ofensivos este año para poder imponer un nuevo récord en la NPB, si bien el primer lugar en 8 renglones le permitirá superar su actuación del año pasado y ganarse un puesto en la historia de la liga.

 

   Eso le ganaría muchos votos para un segundo premio consecutivo al Jugador Más Valioso y hasta le abriría las puertas de las Grandes Ligas, si bien su perfil de 1,80 metros y 76 kilos no será el favorito de los scouts de las mayores.

 

   No obstante, tal como bromeó recientemente nuestro colega de la versión inglesa del Diario Yomiuri John Gibson, Yamada va a tener que irse pronto a la Gran Carpa porque ya no le va a quedar nada más que hacer en Japón.

 

   Si bien esta es apenas su tercera campaña como titular con las Golondrinas de Yakult y éste ni siquiera ha cumplido los 24 años, la afirmación de Gibson no es descabellada.

 

   De mantener el ritmo que lleva y alzarse con un segundo galardón consecutivo al Jugador Más Valioso de su circuito, es muy posible que Yamada sorprenda a todos al pedirle a su equipo a finales de año que lo coloque a la venta a los clubes de las Grandes Ligas a través del llamado Sistema de Traspasos.

 

   Después de todo, no hay mucho más que se pueda hacer en una liga en la que se ha ocupado la primera posición en 8, 10 u 11 catgorías ofensivas en una misma temporada.

 

   La semana pasada ya analizamos las dificultades que el camarero deberá enfrentar para poder dar el salto a MLB, pero insistimos, si vuelve a completar una campaña como la que registró el año pasado y continúa ganando premios e imponiendo récords, a su equipo no le quedará otra opción que dejarlo irse a las mayores.

 

   Tal como le ocurrió a Yu Darvish en su momento, Yamada terminará eventualmente perdiendo el interés por competir si se da cuenta que batear en la liga ya no representa un reto para él.