Mié, 24 Abr 2024 18:43 PM

Liga Central: Yakult es favorito, DeNA está en ascenso

 

   A menos de tres semanas para que comience la temporada regular de la NPB, el momento no podría ser más propicio para presentarles nuestros pronósticos para este año, comenzando, como es costumbre, con la Liga Central.

 

   La campaña 2015 fue una de las más interesantes de la última década en el circuito porque, como ya lo habíamos advertido en nuestro pronóstico para ese año, los Gigantes de Yomiuri no partían como favoritos para ganar el título, cosa que casi se había convertido en norma.

 

   Si bien al final éstos rindieron mejor de lo esperado (quedaron segundos), nuestro pronóstico se cumplió. Yomiuri no fue el campeón, sino que le pasó la batuta a las Golondrinas de Yakult, un conjunto que no había terminado en el primer lugar de la tabla desde 2001.

 

   No sólo eso, sino que además la liga estuvo muy peleada durante todo el año e incluso pasó por un momento a principios de septiembre en el que apenas 6 juegos separaban al líder del colista, por lo que todos los equipos contaban todavía con posibilidades reales de capturar el título.

 

   Yomiuri se reforzó bien durante el invierno y vuelve a tener, en teoría, un plantel muy sólido, pero todavía no está listo para ser el favorito perenne a coronarse campeón que fue hasta hace un par de años atrás.

 

   Por lo tanto, la liga promete estar nuevamente muy pareja esta temporada y hasta ofrece la posibilidad de que un nuevo campeón, que no sea Yakult ni Yomiuri, se quede con el título.

 

   A continuación les presentamos entonces nuestro pronóstico para 2016, analizando cada uno de los 6 conjuntos que conforman el circuito en el mismo orden que estimamos quedarán en la tabla de clasificación al final de la campaña.

 

   En nuestra opinión, las Golondrinas de Yakult parten como el candidato principal para revalidar su corona. La razón es muy sencilla: estabilidad.

 

   El conjunto de Tokio se mantiene prácticamente inalterado en comparación al grupo que se tituló campeón el año pasado. Si acaso, ahora está más maduro y además cuenta con el regreso de su principal arma ofensiva, el curazoleño Wladimir Balentien, quien ha sido el máximo jonronero del equipo en 4 de las últimas 5 campañas e impuso un nuevo récord de cuadrangulares para la NPB en 2013 con 60.

 

   El antillano pasó casi todo el 2015 lesionado y sólo pudo ver acción en 15 partidos, pero este año está de regreso y ha visto acción de manera constante en los juegos de pretemporada, por lo que es muy posible que vuelva a convertirse en uno de los protagonistas ofensivos del club.

 

   Por si eso fuera poco, Tetsuto Yamada, el Jugador Más Valioso de la Liga Central en 2015, se mantiene en excelente forma y, a sus 23 años, tiene la mejor parte de su carrera por delante.

 

   Así mismo, el veterano Kazuhiro Hatakeyama, líder remolcador del circuito en 2015, y Shingo Kawabata, líder bate, se mantienen en la alineación, por lo que el poderío ofensivo del club no sólo se mantiene sino que incluso ha aumentado.

 

   Su cuerpo de abridores continúa sólido con la presencia del joven Yasuhiro Ogawa y el veterano Masanori Ishikawa, además de varios lanzadores de distinta experiencia que pueden contribuir a la causa del conjunto cada vez que sea necesario.

 

   Quizás su única debilidad sea su bullpen, que perdió al puertorriqueño Orlando Román y al norteamericano Tony Barnette, quienes fueron decisivos para el éxito del club en 2015.

 

   Sin embargo, la llegada de dos nuevos importados, el dominicano Luis Pérez y el norteamericano Josh Lueke, prometen cubrir bien esas ausencias y contribuir a un nuevo triunfo del equipo.

 

   A pesar de terminar en el foso de la clasificación en 2015, creemos que las Estrellas de DeNA cuentan con el talento necesario para ascender al segundo lugar de la tabla esta temporada.

 

   El año pasado ya demostraron su potencial al liderar la liga durante los dos primeros meses del calendario y al colocar a dos de sus bateadores, Yoshitomo Tsutsugo y José Celestino López, entre los líderes ofensivos del circuito.

 

   Sin embargo, la mala racha por la que pasó el club durante la serie de juegos interligas, sumada a la caída de sus lanzadores en la recta final de la campaña, condenó al conjunto a ocupar al lugar más bajo de la tabla.

 

   La partida del antesalista venezolano Aarom Baldiris, quien se fue a jugar a Corea del Sur, representó una baja sensible, pero la llegada de su compatriota Alex Ramírez como nuevo manager ha cambiado por completo el panorama del equipo para este año.

 

   El dos veces Jugador Más Valioso de la Liga Central en 2008 y 2009 no sólo trajo consigo un refrescante aire de optimismo a un conjunto que ha sido el hazmerreír del circuito durante la última década sino también toneladas de experiencia sobre el terreno y además la habilidad de combinar lo mejor de dos estilos de béisbol muy distintos (el oriental y el occidental) para ayudar a sus jugadores a ganar.

 

   Tsutsugo, López, Takayuki Kajitani y Takehiro Ishikawa se mantienen como los pilares de la alineación y la llegada del canadiense Jamie Romak promete mejorar una ofensiva que ya es bastante buena y variada.

 

   El cuerpo de lanzadores que no pudo hacer el trabajo el año pasado se mantiene más o menos igual, pero Ramírez tiene un plan muy claro y específico para resolver ese problema que ya hemos visto arrojar excelentes resultados durante la pretemporada.

 

   Su orden es muy sencilla. Sus lanzadores deben hacer el 70 por ciento de sus lanzamientos en la esquina de adentro porque eso mejorará considerablemente su efectividad. Así mismo, éste planea asistir a sus receptores con su selección de lanzamientos, de manera de no desperdiciar el talento de sus lanzadores.

 

   Ascender del último al segundo lugar en apenas un año parece una tarea muy difícil de cumplir, pero teniendo en cuenta lo bien que Ramírez conoce la liga y lo mucho que su presencia es capaz de inspirar a un grupo de jugadores muy talentoso, no nos parece descabellado que nuestro pronóstico se termine cumpliendo.

 

   Los Gigantes de Yomiuri representan nuestro candidato a ocupar la tercera posición de la tabla este año, a pesar de que como mencionamos anteriormente nos parece que se han reforzado muy bien durante el invierno.

 

   La llegada del camarero mexicano Luis Cruz le otorgará una gran solidez defensiva en el medio del cuadro, mientras que el aporte del norteamericano Garrett Jones promete mejorar una ofensiva que ha estado muy decaída en los últimos años, pero no creemos que eso sea suficiente para evitar la caída de un equipo que está en claro declive.

 

   La partida del veterano manager Tatsunori Hara, quien estuvo a cargo del club por los últimos 10 años, sin duda dificultará las cosas, si bien su reemplazo, Yoshinobu Takahashi, es una figura muy respetada dentro del club a pesar de su juventud.

 

   No obstante, su falta de experiencia en el cargo jugará en su contra, sobre todo en un ambiente de tanta presión como el que rodea al equipo más popular y laureado de todo el país.

 

   Adicionalmente, el club cuenta con un grupo de estrellas que están envejeciendo y que cada vez batea menos, razón por la cual registró el promedio más bajo del circuito en 2015 y quedó con el tercer peor total de jonrones.

 

   Incluso si Cruz y Jones completan una buena campaña ofensiva, eso no promete ser suficiente para cambiar el panorama del conjunto para este año.

 

   El cuerpo de lanzadores, que se mantiene sólido, sumado a la tradición ganadora del club seguramente llevarán al grupo a quedarse con el último boleto disponible para asistir a la postemporada, pero no más que eso.

 

   Los Tigres de Hanshin, que también estrenan manager esta campaña, nos parecen destinados a quedar en el cuarto peldaño de la clasificación en 2016.

 

   A pesar de que el grupo de jugadores es muy similar al que avanzó a la Serie de Japón hace un par de años, su ofensiva, al igual que en el caso de Yomiuri, está en declive y aún no muestra señales de recuperación.

 

   Si bien Tomoaki Kanemoto es una de las máximas figuras en la historia del club y su juventud promete traer energía y entusiasmo a los jugadores, su falta de experiencia como manager, al igual que Takahashi con Yomiuri, afectará mucho su desempeño.

 

   Según sus propias declaraciones antes de que comenzaran los entrenamientos primaverales, su intención es dejar a sus jugadores trabajar a su propio ritmo, de manera de que el ambiente dentro del equipo sea más relajado, y además cambiar por completo el estilo de juego del club.

 

   En principio eso no suena mal, pero a la vez tampoco garantiza buenos resultados y eso podría ser duramente penalizado por una prensa deportiva que muchos consideran que al final es la que toma las decisiones en esa franquicia.

 

   La pérdidas de su mejor bateador, Matt Murton, y su mejor cerrador, Seung-Hwan Oh, parecen estar bien cubiertas con las llegadas de dos nuevos importados, Marcos Mateo y Matt Hague, pero parece difícil que éstos puedan arrojar de entrada los excelentes resultados que los dos primeros registraron cuando estaban con el equipo.

 

   En términos generales, el conjunto cuenta con buenos lanzadores y buenos bateadores, pero si no existe un claro plan de trabajo para guiarlos al triunfo lo más probable es que éstos no lo puedan alcanzar por sí solos.

 

   El quinto lugar de la tabla se lo otorgamos a los Carpas de Hiroshima, que luego de clasificar a la postemporada por primera vez en su historia en 2014 y ser considerados favoritos para ganar el título en 2015, están nuevamente encaminados a ocupar la parte baja de la clasificación.

 

   Su grupo de jugadores es bueno y cuenta con un buen balance entre bateadores y lanzadores, pero el manager Koichi Ogata demostró el año pasado en su debut en ese cargo que no está totalmente capacitado para ejercerlo con éxito.

 

   La partida del as de la rotación Kenta Maeda, quien firmó con los Dodgers de Los Ángeles durante el invierno, promete restarle seguridad a la rotación de abridores, si bien la misma, como ya comentamos antes, cuenta con opciones decentes.

 

   La ofensiva podría mejorar con el regreso del jonronero Brad Eldred, quien se perdió casi la mitad de la temporada pasada por lesión, y también con la llegada del dominicano Héctor Luna, pero si el cuerpo de lanzadores no respalda sus esfuerzos y, más importante aún, Ogata no sabe sacar provecho de ellos, entonces el equipo no podrá tener éxito.

 

   El foso de la clasificación lo reservamos para los Dragones de Chunichi, un conjunto que no sólo ya lleva años en descenso sino que además ve sus problemas agravarse con el paso de los días.

 

   El manager Motonobu Tanishige, quien acaba de establecer un nuevo récord de más partidos disputados en la historia de la NPB, aún no parece estar a la altura del cargo que asumió en 2014, si bien su rol de manager-jugador le estuvo complicando las cosas hasta ahora.

 

   Sin embargo, el conjunto ha mostrado una terrible forma de juego durante la pretemporada y considerando que sus máximas estrellas ya están casi todas retiradas y que su generación de relevo todavía brilla por su ausencia, su panorama para esta temporada luce muy oscuro.

 

   Para colmo, su cuerpo de lanzadores sigue siendo muy débil y los dos nuevos refuerzos que contrató para este año, los dominicanos Juan Jaime y Jordan Norberto, no han lucido nada bien durante los entrenamientos primaverales.

 

   La llegada del cubano Dayán Viciendo ofrece algo de esperanzas en la parte ofensiva, pero incluso si completa una gran temporada lo más probable es que su esfuerzo no logre cambiar el destino del club.

 

   El año pasado pronosticamos también que quedarían últimos y la única razón por la que no ocuparon ese puesto fue porque DeNA tuvo una campaña aún peor. De manera que si DeNA asciende en la tabla este año como esperamos que ocurra, entonces, por descarte, no existe otra opción para ocupar el último lugar de la clasificación que no sea Chunichi.