Mar, 23 Abr 2024 18:39 PM

El mal arranque de Ramírez como manager de DeNA

 

   Luego de haber mantenido a las Estrellas de DeNA casi constantemente en el último puesto de la clasificación de la Liga Central durante los primeros 19 juegos de la temporada, es evidente que el venezolano Alex Ramírez no está teniendo el mejor debut como manager en la NPB.

 

   Su conjunto no sólo acumula ya 3 rachas de al menos 3 partidos perdidos de manera consecutiva, sino que además posee el promedio ofensivo más bajo del circuito (.221) y también el total de carreras producidas más escaso de la liga (51).

 

   Para empeorar las cosas, la efectividad de su cuerpo de lanzadores es la segunda más alta (3.63) y el equipo ya está a nada menos que 3 juegos de distancia del quinto lugar y a 5 de los puestos de postemporada.

 

   Obviamente, la campaña todavía es muy joven como para entrar en pánico, ya que queda tiempo de sobra para corregir el rumbo. Sin embargo, no deja de ser preocupante ver un arranque tan accidentado como éste y cómo la prensa japonesa, además, ya empieza a poner presión sobre el estratega criollo.

 

   ¿Cuál es la razón del pobre rendimiento del club hasta ahora? Eso es lo que vamos a tratar de descifrar a continuación.

 

   No cabe duda de que la decepcionante ofensiva que el conjunto ha venido mostrando es una de las claves principales de lo que está ocurriendo. Su promedio ofensivo de .221 está nada menos que 18 puntos por debajo del segundo peor del circuito y sus 51 carreras producidas, si bien son sólo 7 menos que el segundo peor total, sí están a 27 de distancia del tercero.

 

   Es cierto que muchas carreras no garantizan la victoria, pero sin duda contribuyen mucho a conseguirlas y esa ha sido la diferencia en más de una ocasión desde el inicio del calendario.

 

   El club ha sufrido 4 blanqueos hasta ahora y sólo ha anotado 3 carreras o menos en 11 de sus 13 derrotas. Adicionalmente, ha perdido 4 partidos por una carrera y otros 2 por dos carreras, por lo que es evidente que la falta de producción ofensiva ha sido determinante en los malos resultados que ha registrado hasta el momento.

 

   Su mejor bateador, Yoshitomo Tsutsugo, lidera la NPB con 6 cuadrangulares y ocupa el décimo puesto de la Liga Central con 10 empujadas, pero sólo batea para .254. Así mismo, el segundo hombre fuerte de la alineación, el venezolano José Celestino López, suma 3 vuelacercas y 9 remolques, pero casi todos llegaron en un solo juego y su promedio está en .211.

 

   El canadiense Jamie Romak, que llegó este año supuestamente a reforzar al equipo, batea para .071 y sólo ha podido empujar una carrera, razón por la cual ya fue bajado al equipo menor para trabajar en su mecánica de bateo y aclimatarse mejor al estilo de juego japonés.

 

   Para colmo, sus otros dos bateadores de calidad, Takayuki Kajitani y Takehiro Ishikawa, están ambos lesionados y apenas han podido ver acción hasta ahora, por lo que no es de extrañarse que la ofensiva del club esté tan decaída.

 

   Es muy probable que la gerencia del equipo ya está buscando un refuerzo en el mercado internacional que pueda aportar algo en ese departamento, pero hasta que se concrete alguna firma al equipo no le queda otra que esperar a que sus bates despierten o tratar a promover a algún novato del conjunto filial que esté atravesando una buena racha en este momento.

 

   Sin embargo, la ofensiva no es la única culpable de lo que está ocurriendo, ya que el cuerpo de lanzadores también es responsable de muchos de los males del conjunto.

 

   Cuatro de los abridores regulares poseen todos una efectividad que está por encima de 3.90 y tienen un récord combinado de 3-4, mientras que cuatro de los relevistas intermedios poseen todos una efectividad que está sobre 12.25, lo que significa que no han podido mantener al equipo en la pelea cuando más ha hecho falta.

 

   Por si eso no fuera suficiente, los dos abridores que sí registran una buena efectividad y que de hecho están entre los 10 mejores del circuito en ese departamento, tienen una marca combinada de una victoria y 5 derrotas, por lo que pareciera que el equipo estuviese bajo un embrujo que le impidiese ganar, sin importar lo mucho que lo intente.

 

   Ramírez, por su parte, ha sido criticado por no realizar prácticas durante los días de descanso, lo que es visto por parte de los cronistas japoneses como una señal de debilidad, ya que en la NPB cuando un conjunto atraviesa una mala racha es cuando más debe trabajar para detenerla.

 

   No obstante, en lo relacionado al manejo del juego como tal y de los hombres que tiene dispomibles, el venezolano parece estar en el camino correcto, cosa que no era el caso con el estratega anterior, Kiyoshi Nakahata.

 

   Su selección para ocupar el primer puesto de la rotación este año, el ex cerrador Shun Yamaguchi (1-0), quien tuvo una campaña para el olvido en 2015, ha hecho un trabajo decente hasta ahora, si bien su efectividad está en 4.73.

 

   De la misma manera, el novato Shota Imanaga, quien fue seleccionado por el club en la primera ronda del draft del pasado mes de octubre, ha tenido una gran actuación hasta la fecha como miembro de la rotación de abridores, si bien ya suma 3 derrotas y no ha podido ganar todavía.

 

   Su efectividad de 2.79 lo ubica como el décimo mejor de ese departamento en la Liga Central y sus 23 ponches lo colocan en el sexto puesto de ese departamento, de manera que la única razón por lo que no ha podido sumar su primera victoria es por la falta de apoyo ofensivo que ha recibido cada vez que se ha subido al montículo.

 

   Lo mismo podría decirse del receptor novato Yasutaka Tobashira, quien también fue seleccionado por el club en el draft de octubre y a quien Ramírez le otorgó la titularidad de su posición sobre otros jugadores más experimentados.

 

   Si bien este es apenas su primer año como profesional, no ha lucido mal detrás del plato. Es cierto que su actual promedio de .214 no parece muy promisorio, pero hay que tener en cuenta que la mayoría de los promedios del equipo están en ese nivel en este momento y que a pesar de todo es superior al de López (.211), por citar un ejemplo.

 

   Cada vez que los periodistas le preguntan al manager venzolano acerca del rendimiento del equipo, éste siempre dice que lo importante no es cómo se comienza la temporada sino cómo se termina, y esa sin duda es la mejor manera de afrontar la situación.

 

   Teniendo en cuenta su amplia experiencia como jugador en la liga y su probada habilidad para salir adelante en situaciones difíciles, estamos seguros de que el criollo encontrará tarde o temprano la manera de sincronizar todas sus piezas y guiarlas por el camino de la victoria, si bien el proceso para llegar allá promete ser tortuoso.

 

   El primer paso para lograrlo será despertar su ofensiva, que no ha estado mal por falta de talento sino por falta de precisión a la hora de hacer contacto con la pelota. Luego de haber sido uno de los bateadores más prolíficos de la NPB durante sus años como jugador, él seguramente sabrá cómo aconsejar a sus jugadores para que mejoren en ese departamento.

 

   Luego, deberá encontrar la manera de ayudar a sus lanzadores, sobre todo a los relevistas intermedios, a mejorar su rendimiento. Ayudar a su receptor a solicitar los lanzamientos correctos, tal como lo hizo durante los entrenamientos primaverales, es una opción.

 

   La gerencia ya concretó la firma del zurdo norteamericano Mike Zagurski, quien ya debe estar listo para comenzar a ver acción con el equipo y en teoría debería reforzar el bullpen. Sin embargo, considerando que el año pasado no pudo hacer mucho con los Carpas de Hiroshima debido a diversas lesiones, no sabemos qué tanto podrá ayudar en esta ocasión.

 

   De cualquier forma, en este momento sólo queda esperar para conocer cómo será el desempeño de las Estrellas en las próximas semanas. Confiamos en la habilidad de Ramírez de sacar al equipo adelante, pero al mismo tiempo estamos conscientes de las dificultades que un estratega extranjero puede tener para lograrlo.