Jue, 25 Abr 2024 19:14 PM

El Renacer de Baldiris

Existen varios tipos de jugadores de béisbol. Los hay genios, que como Mozart con la música simplemente hacen todo bien cuando están en el terreno; es algo instintivo para ellos. Hay otros que tienen talento y que sacan provecho de él a base de trabajo duro y constante. Por último, están los que tienen talento pero no saben como sacar provecho de él hasta que un manager visionario decide apadrinarlos y darles la confianza que otros le han negado. Esta última categoría es la que mejor describe hasta ahora la carrera del venezolano Aarom Baldiris.

Llegado a Japón en 2008 a través del programa de desarrollo de jugadores de los Tigres de Hanshin, Baldiris debutó en el béisbol japonés bajo la atenta mirada del entonces manager del equipo, Akinobu Okada, una de las figuras más respetadas de la pelota nipona. A pesar de ser un virtual desconocido, Okada le dio la oportunidad de jugar a diario, aunque sólo fuese para tomar uno o dos turnos en cada partido. El criollo no defraudó y demostró de inmediato sus excelentes cualidades defensivas en la tercera base y una inmejorable disposición a darlo todo por su equipo, lo que le ganó muchas buenas críticas por parte de la prensa deportiva local. Esto no es poco, porque después de los Gigantes de Yomiuri Hanshin es el equipo más popular del país y los medios de su región, para bien y para mal, están encima de ellos todo el tiempo.

Sin embargo, no todo fue color de rosas ese año ya que el venezolano no pudo triunfar en el área ofensiva. Apenas pudo conectar 30 indiscutibles en 132 turnos, para un promedio tremendamente modesto de .227. De no haber sido por esa debilidad es muy probable que se hubiese consagrado como titular del equipo. Aún así, la esperanza no estaba perdida, pues con el respaldo y la confianza de Okada el éxito llegaría tarde o temprano, pero entonces las cosas dieron un giro inesperado. En uno de los finales de temporada más dramáticos de la historia, Hanshin cedió el título de la Liga Central a Yomiuri después de mantener una ventaja sobre ellos que a finales de julio llegó a ser de 13 juegos. La debacle produjo la renuncia inmediata de Okada y la pérdida del apoyo que Baldiris necesitaba para triunfar.

Hanshin mantuvo al venezolano en su nómina durante la temporada 2009, pero bajo la dirección del nuevo manager, Akinobu Mayumi, las oportunidades de juego brillaron por su ausencia. 29 turnos al bate fue toda la acción que pudo ver y en la mayoría de los casos sólo pudo ver uno de ellos por partido. Esta inconstancia se tradujo en apenas 3 hits y un abismal promedio de .103. Contradictoriamente, Baldiris se tituló campeón bate con el segundo equipo de Hanshin en la llamada Liga de Campo (la versión japonesa de triple A), pero aún así no logró ganarse la confianza del primer equipo. Para sorpresa de pocos, Hanshin decidió dejarlo en libertad al final de la temporada, arrebatándole básicamente cualquier esperanza de poder hacerse un lugar en la liga. Pero entonces apareció la mano salvadora de Okada para rescatarlo del precipicio.

Después de un año de descanso, Okada fue contratado por los Búfalos de Orix para hacerse cargo de un equipo que culminó la temporada 2009 en el último lugar de la Liga del Pacífico y tan pronto se enteró de que el venezolano había sido dejado en libertad por Hanshin lo invitó a unirse a su nuevo equipo. El maestro resumió de inmediato la sabia tutela sobre su joven aprendiz y empezó darle las oportunidades que le fueron negadas la campaña anterior. Lo puso a jugar a diario, como bateador emergente o a la defensiva en las últimas entradas, pero con la constancia que necesitaba para adaptarse a la liga y desde entonces el criollo no ha parado de mejorar.

Al cierre de esta entrada suma 15 partidos consecutivos bateando al menos un sencillo, con 4 cuadrangulares, 11 careras empujadas y un promedio de .378. No hace falta aclarar que finalmente se ha ganado la titularidad de la tercera base de su equipo e incluso el quinto puesto de la alineación, debido a la baja temporal de su compatriota Alex Cabrera por lesión. Aún falta mucho camino por recorrer en la campaña 2010, pero lo visto hasta ahora ya habla de un renacimiento de Aarom Baldiris. La mejor de las suertes para él.