La reciente contratación del panameño Fernando Seguignol por parte de los Búfalos de Orix confirma una tendencia que se ha visto en el béisbol profesional japonés en los últimos años a la hora de adquirir refuerzos: “más vale viejo conocido que joven por conocer”, si se nos permite la libertad de modificar el popular dicho.
Lo que resume esta frase es el hecho de que los clubes ya no quieren arriesgar demasiado contratando jóvenes peloteros importados que podrían o no triunfar en la liga, su preferencia ha cambiado a los viejos veteranos que, a pesar de su edad y aunque no hayan jugado bien últimamente, constituyen una apuesta más confiable debido a su pasada experiencia en la liga.
Seguignol, de 35 años, apenas bateó para .253, con 14 jonrones y 54 empujadas en 104 partidos la temporada pasada con las Águilas de Rakuten, y en 2008, con el mismo club, apenas disputó 39 encuentros debido a una lesión. Pero aún así, Orix ha decidido apostar por su innegable poder al bate y por sus 7 años de experiencia en la Liga del Pacífico, que incluyen un título de jonrones en 2004, cuando conectó 44 de ellos para los Luchadores de Nippon Ham.
Habrá que esperar a que debute este año para saber si la movida de Orix fue acertada o no, pero es muy probable que responda bien a la invitación que se le ha hecho y justifique su llamado. Igual, no hay que olvidar que su llegada al equipo tiene como objetivo reforzar la parte fuerte de la alineación mientras los lesionados Alex Cabrera, Aarom Baldiris y Greg LaRocca se recuperan de sus respectivas molestias.
La apuesta más arriesgada de este tipo que se ha hecho en los últimos años fue la realizada esta misma campaña por los Halcones de SoftBank, quienes decidieron traer de vuelta al venezolano Roberto Petagine después de 6 años de ausencia en la liga.
Petagine tuvo un paso excepcional por Japón entre 1999 y 2004, período en el que ganó dos títulos de jonrones, uno de carreras empujadas, un galardón al Jugador Más Valioso y un título de campeón nacional en 2001, todo con las Golondrinas de Yakult, pero desde que dejó la liga en 2004 apenas ha visto acción. Intento sin éxito regresar a las Grandes Ligas en 2005-06, pero prácticamente no vio acción. Se desconoce lo que hizo en 2007 y pasó sin mayor brillo por Corea del Sur en 2008-09 defendiendo los colores de los Mellizos de LG. Más aún, acaba de cumplir 39 años.
No obstante, el criollo ha demostrado en los pocos juegos que ha disputado hasta ahora que aún recuerda como jugar en Japón. A la hora de redactar esta nota promedia .304 en 7 partidos, con 2 carreras empujadas y 2 partidos con al menos 3 indiscutibles. Aún no ha conectado su primer cuadrangular, pero es muy probable que eso ocurra en el futuro cercano.
SoftBank ya demostró el año pasado su exitoso olfato para este tipo de contrataciones, cuando decidió traer luego de empezada la campaña al dominicano José Ortiz, veterano para ese entonces de cuatro temporadas en Japón, quien respondió con creces desde el primer momento. En 109 partidos disputados se fue para la calle en 20 ocasiones y remolcó a 74 compañeros, con un promedio de .282.
Tal fue la respuesta del latino que este año continúa como dueño indiscutible del tercer turno en la alineación de su equipo y no muestra intenciones de querer moverse de ahí. Por el contrario, ya amenaza con pelear los títulos de jonrones y carreras empujadas al sumar en poco más de dos meses 16 vuelacercas y 50 remolques.
Quizás la única excepción a esta regla la hicieron los Dragones de Chunichi en 2009, cuando decidieron no renovarle el contrato al exitoso veterano Tyronne Woods, tres veces líder jonronero, para dárselo en su lugar al desconocido dominicano Tony Blanco. Dado el prestigio y los impresionantes números de Woods, la decisión de no renovarlo fue muy criticada, pero Blanco respondió con una primera campaña de ensueño que silenció a los que dudaron de su contratación: 39 jonrones y 110 empujadas, más los títulos de ambas categorías en la Liga Central.
Pero salvo esta excepción, los veteranos con probada experiencia en la liga siguen siendo la preferencia en Japón. ¿Quién será el próximo en regresar?