El Salón de la Fama y el Meikyukai

   La reciente elección al Salón de la Fama del béisbol japonés del actual manager de los Dragones de Chunichi, Hiromitsu Ochiai, representa la excusa perfecta para echarle un vistazo a la manera cómo funciona y está organizado el salón de los inmortales de la pelota nipona y también su alternativa privada, el Meikyukai, o Club de los Jugadores Extraordinarios.
 
   Fundado en 1959, exactamente 20 años después del ubicado en Cooperstown, Estados Unidos, el Salón de la Fama japonés fue creado para honrar a todos los individuos que han hecho contribuciones extraordinarias al desarrollo del béisbol en ese país y su método de funcionamiento es muy similar al de las Grandes Ligas.
 
   En primera instancia está el Comité de Selección de Jugadores, que está formado por dos grupos: la División de Jugadores y la División de Expertos. El primero se encarga de elegir a los jugadores que ingresarán al salón y el segundo –que hace las veces del Comité de Veteranos del salón de Cooperstown– selecciona a los managers, coaches y umpires y también a los jugadores que no fueron elegidos por el primer grupo.
 
   Los jugadores se convierten en elegibles al Salón de la Fama 5 años después de haberse retirado y podrán ser considerados por los siguientes 15 años. Lo managers, coaches y umpires, por su parte, sólo necesitan de 6 meses para convertirse en elegibles. En ambos casos, el candidato debe obtener al menos el 75% de los votos para poder ingresar.
 
   En segunda instancia está el Comité de Selección Especial, que se encarga de considerar a jugadores, managers, coaches y umpires amateurs y a todas aquellas personas que han contribuido de manera excepcional al deporte en términos de organización o gerencia. En este caso, el candidato también requiere al menos el 75% de los votos para ganar la elección.
 
   Con el reciente ingreso de Ochiai y Matsuo Minagawa, el número total de miembros del Salón de la Fama nipón se elevó a 173, de los cuales sólo 4 son extranjeros: dos jugadores y dos figuras prominentes que contribuyeron al desarrollo del béisbol en el país.
 
   El hawaiano de origen japonés Wally Yonamime, en su condición de ser el primer extranjero en jugar en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, es normalmente considerado como el único extranjero en el Salón de la Fama ya que se toma como punto de partida el año 1950, cuando se comenzó a utilizar el sistema de dos ligas y la Serie de Japón.
 
   No obstante, otro jugador extranjero forma parte también de ese selecto grupo: el lanzador ruso Víctor Starffin, quien fuera uno de los ases de los Gigantes de Yomiuri desde que se fundó el equipo en 1934 hasta poco antes del final de la guerra. Nacido en Rusia pero criado en Japón, fue el primer lanzador en ese país en sumar 300 victorias de por vida.
 
   Los otros dos extranjeros que se ganaron la inmortalidad en la pelota nipona son Horace Wilson, un profesor norteamericano al que se acredita la introducción del béisbol a Japón en 1872, y Frank “Zurdo” O’Doul, quien contribuyó enormemente al nacimiento de la profesionalidad del deporte en el país gracias a sus consejos y su ayuda en la organización de giras de equipos de estrellas de las Grandes Ligas por el país.
 
   Muchos críticos consideran que el norteamericano Kart “Tuffy” Rhodes, veterano de 13 temporadas en la NPB y con varios marcas y títulos individuales en su haber, debería ser el próximo extranjero en ingresar al salón y, después de él, se dice ya que el turno será para el venezolano Alex Ramírez, quien aún está activo y continúa acumulando números que cada vez son más sorprendentes.
 
   El Salón de la Fama del béisbol japonés y su respectivo museo están ubicados dentro del Tokyo Dome, en Tokio, y pueden visitarse durante todo el año. El precio de la entrada es de 500 yenes (alrededor de $5 dólares) y el horario de funcionamiento es de 10 de la mañana a 5 de la tarde de octubre a febrero y de 10 de la mañana a 6 de la tarde de marzo a septiembre.
 
   Pero aparte del Salón de la Fama Japón también cuenta con el llamado Club de los Jugadores Extraordinarios, mejor conocido como Meikyukai. Fundado en 1978 por Masaichi kaneda, el único lanzador con más de 400 triunfos en la NPB, se trata de un club privado con fines de caridad al que se califica automáticamente cuando se suman 2.000 indiscutibles, 200 victorias o 250 salvados de por vida. No obstante, en casos excepcionales se toman en consideración otras categorías, como jonrones, carreras empujadas o bases robadas.
 
   Los jugadores japoneses que deciden irse a las Grandes Ligas a continuar sus carreras allá son aún elegibles para ingresar al club, ya que se le toman en cuenta también los números que acumulan allá. Tal es el caso de Ichiro Suzuki, quien ya forma parte del club tras haber superado los 3.000 sencillos combinados entre la NPB y la Gran Carpa. No obstante, esa excepción no aplica a los jugadores extranjeros con experiencia en las Grandes Ligas que vienen a continuar sus carreras en Japón.
 
   El lanzador Hideo Nomo, a pesar de haber superado las 200 victorias combinadas entre la NPB y las Grandes Ligas no forma parte del club ya que nunca ha solicitado la membresía, mientras que Ochiai, quien llegó a los 2.000 hits en 1995, la rechazó porque Kaneda y otros miembros del club lo criticaron constantemente durante su carrera.
 
   Ramírez, quien acumula hasta ahora 1.717 indiscutibles en la NPB, alcanzará fácilmente los 2.000 en dos años más y eso podría convertirlo en el primer miembro extranjero del club.
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado