Chunichi y la (poca) importancia del triunfo

   Bungo Shirai, el dueño de los Dragones de Chunichi, hizo un anuncio sorprendente el pasado jueves: el club no renovará el contrato del actual manager, Hiromitsu Ochiai, una vez terminada la presente temporada. “Hemos decidido que ya es hora de dejar atrás la era Ochiai”, explicó a los medios.
 
   Pero lo más impactante de todo no fue el anuncio como tal, sino el hecho de que estuviese acompañado por la siguiente aclaratoria: “Ochiai ha comandado uno de los períodos más importantes de la historia de nuestra franquicia. Es el dirigente que más tiempo ha durado al frente del equipo y los resultados que ha logrado son brillantes”.
 
   Por lo tanto, la conclusión lógica luego de una trayectoria tan exitosa es, naturalmente, despedirlo de su cargo.
 
   Los números no mienten. Desde que el reconocido estratega tomó las riendas del club en la temporada 2004 lo ha llevado a ganar una Serie de Japón (en 2007, la primera en 53 años) y 3 títulos de liga (2004, 06 y 10), ha participado en 4 series de Japón y 6 postemporadas y ha terminado segundo en la clasificación de la Liga Central 3 veces.
 
   Antes de su llegada, Chunichi había ganado 5 títulos de liga y una Serie de Japón en 53 años. Después de su llegada, ha ganado 3 campeonatos ligueros y una Serie de Japón en 7 campañas y todavía tiene el chance de agregar una rayita más a cada columna este año.
 
   Su récord de triunfos y derrotas en los casi 8 años que lleva al frente del conjunto es 616 y 485, para un porcentaje de triunfos de .559.
 
   Ochiai no ha comandado “uno de los períodos más brillantes” de la historia del equipo, ha comandado, sin duda alguna, el MÁS brillante.
 
   No obstante, demostrando que aún “la vieja guardia” es la que manda dentro de la organización y que en Japón, para muchos, el esfuerzo vale más que el resultado en sí, Shirai ha dictado sentencia y al célebre manager no lo quedará otra opción que ponerse a buscar trabajo una vez que termine la campaña.
 
   Nuestro colega de la versión inglesa del Diario Yomiuri, John Gibson, que es ferviente seguidor del conjunto de Nagoya, nos explica que el club tenía años queriendo deshacerse de él y que este año simplemente ha decidido no esperar más y proceder con el plan, a pesar de los buenos resultados que sigue arrojando.
 
   Ochiai, que fue exaltado al Salón de la Fama del béisbol japonés este mismo año, tiene muchos admiradores en Japón, pero es muy posible que sus detractores sean mayoría debido no a sus resultados como dirigente, sino a un aspecto innegable de su personalidad: la arrogancia.
 
   Desde sus tiempos de pelotero, su perfil ha sido siempre el de una persona rebelde e irrespetuosa que le presta muy poca atención a la modestia y las tradiciones, dos de los aspectos más valorados de la cultura de su país. Tan ajeno parecía a sus compatriotas que poco después de su llegada al béisbol profesional empezó a llamársele “el extranjero que habla japonés”.
 
   Pero como lo ha hecho hasta ahora como manager, sus resultados como jugador destruyeron los límites de lo imaginable. A la fecha de hoy, es el único jugador en la historia de la NPB en ganar la Triple Corona ofensiva TRES veces (1982, 85 y 86) y a eso hay que agregarle 2 galardones al Jugador Más Valioso, 5 títulos de bateo, 5 de jonrones y 5 de empujadas.
 
   Sus 510 jonrones de por vida lo colocan en el sexto lugar de la categoría en la NPB y sus 1,564 remolques lo ubican en la quinta posición entre los jugadores más productivos de la historia.
 
   Su muy poco ortodoxo swing representaba un constante dolor de cabeza para sus entrenadores y su descarada honestidad molestaba a más personas que a las que agradaba. “Este año voy a ganar la Triple Corona”, decía con su arrogancia tan particular para el disgusto de la mayoría de los que lo escuchaban, especialmente cuando su predicción se convertía en realidad.
 
   Como no podía ser de otra forma, tal personalidad ha asumido el control del juego de Chunichi durante los últimos 8 años y es posible que a la directiva el club simplemente se le haya acabado la paciencia, a pesar de los extraordinarios resultados que ha arrojado.
 
   Como bien comenta Gibson, esa personalidad recia y enfocada en nada más que el triunfo es lo que le ha permitido al club ser tan exitoso en estas 8 temporadas. Incluso cuando no está jugando muy bien, el carácter del manager empuja a los jugadores a hacer lo mínimo necesario para ganar.
 
   Esta misma campaña es un claro ejemplo de eso. Con un cuerpo de lanzadores que ha estado afectado por las lesiones y una ofensiva que ha estado francamente mal durante la mayor parte del año, el equipo todavía ha podido encontrar la fuerza suficiente para ganar los partidos importantes y darle caza a las Golondrinas de Yakult, que en algún momento estuvieron tan alejadas al frente de la clasificación de la Liga Central que pareció que ganarían el título sin problemas.
 
   A la fecha de hoy, Chunichi ocupa el segundo lugar de la tabla y se encuentra a apenas 2 juegos y medio de Yakult con 22 juegos por disputar.
 
   Pero como ya dijimos anteriormente, los buenos resultados no son lo más importante para el dueño del club, sino que el manager sea modesto, respetuoso y, sobre todo, obediente.
 
   Morimichi Takagi, un ex jugador del equipo de 70 años que ya fue manager del mismo entre 1992 y 1995 y que no ganó ningún título durante ese período (terminó 6to, 2do, 2do y 5to), ha sido elegido como su sucesor.
 
   Consciente de la responsabilidad que, repentinamente, le han puesto sobre los hombros, se tomó su tiempo antes de aceptar la oferta. “Va a ser muy duro sustituir a un manager tan excepcional… es un honor recibir una segunda oportunidad a mi edad. Daré lo mejor de mí”, declaró a los medios luego de anunciada su contratación.
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado