A menos de tres semanas para el inicio de la temporada 2012 del béisbol profesional japonés el momento no podría ser más propicio para analizar el actual estado de forma de los 12 clubes de la NPB y pronosticar sus actuaciones para este año, comenzando con la Liga Central.
Como en tantas otras ocasiones los Gigantes de Yomiuri parten como favoritos para llevarse el título del circuito, no sólo porque todavía mantienen un muy talentoso grupo de jugadores en su roster, sino especialmente porque se han reforzado muy bien en las áreas en las que más necesitaban ayuda.
A pesar de coronarse campeones 3 veces en los últimos 5 años el popular conjunto de Tokio nunca contó con una gran estrella sobre la lomita, sino que más bien se apoyó en una ofensiva temible que por lo general logró solventar todas las deficiencias de su cuerpo de lanzadores.
No obstante, esta tendencia cambió el año pasado cuando el derecho Tetsuya Utsumi se confirmó como un abridor de gran calidad y el novato Hirokazu Sawamura se reveló como la futura estrella del equipo. Aún faltaban más brazos para completar una rotación solvente, pero al menos las bases ya estaban sentadas.
Con esa idea en mente, el club contrató durante el invierno al zurdo Toshiya Sugiuchi, uno de los lanzadores más respetados y exitosos de Japón en la última década, y también al derecho norteamericano D.J. Houlton, que lideró ambas ligas en triunfos el año pasado con 19, con lo que prácticamente blindó su rotación de abridores y le sacó una enorme ventaja a todos sus competidores en ese departamento.
La partida del venezolano Alex Ramírez, que fue uno de los toleteros más prolíficos en la historia del club durante los 4 años que defendió sus colores, constituyó una gran baja en términos de ofensiva, pero ésta fue cubierta rápidamente con la incorporación de Shuichi Murata, uno de los bateadores de poder más exitosos del país en los últimos años.
Adicionalmente, la llegada del jardinero norteamericano John Bowker también promete añadirle poder a una ofensiva que ya era potente, por lo que el equipo luce muy bien en todos sus departamentos y listo para conquistar el título de liga una vez más.
El único problema que tiene es que, como ya lo hemos visto también en el pasado, tener jugadores de calidad en todas las posiciones no es garantía de éxito. Tanto Sugiuchi como Houlton han estado muy flojos durante sus actuaciones de la pretemporada y Murata tampoco ha destacado demasiado.
Así mismo, otros bateadores como Michihiro Ogasawara, Shinnosuke Abe, Hisayoshi Chono y Hayato Sakamoto, que fueron tan efectivos en el pasado, no parecen estar en sus mejores formas, por lo que el récord del equipo en la pretemporada es de apenas 3 victorias, 4 derrotas y 3 empates hasta los momentos.
Cierto es que los resultados de la pretemporada no cuentan durante la campaña regular, pero también lo es que éstos sí permiten diagnosticar el estado de forma de un conjunto y el de Yomiuri no luce muy bueno en este momento. En teoría es el favorito para ganar el título de la Liga Central, pero deberá demostrarlo con resultados.
Los Dragones de Chunichi y los Tigres de Hanshin mantienen también más o menos las mismas nóminas que tanto éxito les han dado en los últimos años, pero ambos muestran las mismas dudas que tiene Yomiuri y, más importante aún, los dos cuentan con nuevos estrategas.
La poderosa ofensiva de Chunichi decayó mucho el año pasado, pero el club logró capturar su segundo título consecutivo gracias a su gran cuerpo de lanzadores y, sobre todo, a la habilidad de su manager, el legendario Hiromitsu Ochiai, que siempre encontró la manera de guiar a sus jugadores al triunfo.
El gran cuerpo de lanzadores todavía está ahí, pero la ofensiva ya parece estar en declive y el nuevo manager, Morimichi Takagi, no tiene ni la habilidad ni la experiencia de Ochiai, por lo que parece muy difícil no sólo que el equipo repita como campeón sino incluso que logre clasificar a la postemporada.
Algo similar ocurre con Hanshin. Su buen grupo de lanzadores se mantiene, pero su gran ofensiva continúa perdiendo poder y su nuevo manager, Yutaka Wada, no ha tenido una mejor idea que tratar de mover a su receptor estrella Kenji Jojima, que está aquejado por varias lesiones, a la primera base para tratar de aprovechar su buena ofensiva.
El problema es que al moverlo a la primera base está dejando sin puesto al norteamericano Craig Brazell, que ha arrojado muy buenos resultados en esa posición, tanto defensivos como ofensivos, y además está creando un problema más grande detrás del plato ya que ninguno de los receptores de reserva tiene el poder, la defensiva o el liderazgo de Jojima.
El popular conjunto de Nishinomiya cuenta con las herramientas necesarias para competir, pero no con la experticia ni la salud para sacar el mejor provecho de ellas. Su principal objetivo será pelear por un cupo en la postemporada.
Las Golondrinas de Yakult mantienen el mismo grupo de lanzadores que casi los lleva al título la temporada pasada y lo han reforzado con la llegada del puertorriqueño Orlando Román, que se ha mostrado muy efectivo en los entrenamientos primaverales. Adicionalmente, la llegada del norteamericano Lastings Milledge promete reforzar una alineación ofensiva que aún puede mejorar.
Con el efectivo manager Junji Ogawa otra vez al mando y con las dudas que atraviesan Chunichi y Hanshin, Yakult se perfila como el principal rival del Yomiuri en la carrera por el título del circuito.
Los Carpas de Hiroshima tuvieron una buena temporada el año pasado y por un tiempo pareció que podrían colarse en la postemporada, pero terminaron cayendo al quinto puesto al que han estado tan acostumbrados en las últimas campañas. Sin mayores cambios en su roster se han mostrado sobrios en lo que va de pretemporada, pero puede que su progreso no sea suficiente para salir de donde están.
Por último, están las rebautizadas Estrellas de DeNA (antes Estrellas de Yokohama), que han terminado en el último puesto de la clasificación por 4 años consecutivos y 8 veces en las últimas 10 campañas.
La compañía de juegos de video para celulares DeNA compró al club en diciembre prometiendo cambiar su fortuna y hasta hora todo marcha de acuerdo con lo planeado. Las contrataciones del manager Kiyoshi Nakahata, el toletero venezolano Alex Ramírez y el lanzador puertorriqueño Giancarlo Alvarado han reforzado al equipo en sus áreas más necesitadas y los cambios han generado ya resultados positivos.
La alegre y extrovertida personalidad de Nakahata ha cambiado por completo la actitud de los jugadores y Ramírez ha aportado un entusiasmo y un liderazgo que le hacían mucha falta al club. Alvarado le ha dado más sobriedad a un grupo de lanzadores que aún necesita más refuerzos pero que ahora está mejor parado para afrontar la temporada.
El plan de DeNA para este año no es más que lograr sacar al equipo del último puesto de la clasificación, pero como marchan las cosas puede que logre mucho más que eso. Al momento de escribir esta columna, el club tiene el mejor récord de la pretemporada con 6 victorias y una derrota y ha demostrado una ambición y una agresividad que habían desaparecido en los últimos años.
Parece poco probable que logre pelear por el título de liga, pero si logra colarse en la postemporada habrá alcanzado ya un éxito inimaginable. A partir del 30 de marzo sabremos qué ocurre.
