Jue, 25 Abr 2024 03:24 AM

Recordando a Robert “Bobby” Marcano

   Varios lectores me han pedido en los últimos meses que escriba algo acerca de Robert “Bobby” Marcano, el primer venezolano en jugar en la NPB, así que aproveché mi reciente viaje a Japón para contactar a quienes lo conocieron y lo vieron jugar por allá para recopilar algunos testimonios acerca de su paso por la liga.
 
   Casi 30 años después de haber disputado su último juego en la liga, Marcano se mantiene como uno de los mejores jugadores extranjeros que jamás hayan pasado por la NPB. Sus 1.313 partidos disputados lo colocan en el quinto lugar entre los importados y su promedio de por vida de .287 lo ubica entre los 10 primeros.
 
   Adicionalmente, sus 232 jonrones constituyeron en su momento una de las cifras más altas para un jugador foráneo y hoy día todavía lo mantiene dentro de los mejores 15.
 
   Procedente de las ligas menores de los Estados Unidos, el camarero criollo firmó con los Bravos de Hankyu (hoy Búfalos de Orix) en 1975 y de inmediato dejó sentir su presencia. Con su excelente defensa y su gran bateo ayudó al equipo a ganar la Serie de Japón por tres años consecutivos y el título de la Liga del Pacífico por cuatro.
 
   En 1978 se convirtió en el primer jugador latinoamericano en ganar uno de los títulos de la triple corona de bateo tras sumar 94 carreras empujadas y durante su carrera ganó 4 guantes de oro y un galardón al Jugador Más Valioso del Juego de las Estrellas. También fue electo 4 veces al equipo ideal de la temporada regular.
 
   En total, disputó 11 temporadas en Japón, las primeras 8 con Hankyu y las 3 últimas con las Golondrinas de Yakult. Luego de retirarse como jugador trabajó por 2 años más como intérprete de su compatriota Luis Mercedes Sánchez, que disputó un par de campañas como relevista con los Gigantes de Yomiuri entre 1986 y 1987.
 
   “Yo recuerdo a Bobby Marcano como a un gran jugador de béisbol. Apenas llegó hizo sentir su presencia y a medida que fue avanzando su carrera él también fue mejorando como pelotero. Yo lo colocaría entre los 25 mejores extranjeros que han jugado aquí y entre los 3 mejores camareros, junto a Bobby Rose y John Sipin. Tuve el placer de conocerlo personalmente y era una excelente persona”, comenta Wayne Graczyk, un veterano columnista del diario Japan Times que ha estado cubriendo la acción de la NPB desde que Marcano debutó en la liga.
 
   “Una anécdota curiosa que siempre recuerdo de él es que cuando trabajaba como intérprete de Luis Sánchez en los Gigantes de Yomiuri le tocaba seguirlo a todas partes, a veces corriendo, para ayudarlo a comunicarse. En aquella época, cada vez que llamaban a un relevista del bullpen en el Estadio Korakuen (sede del equipo antes del Tokyo Dome) una chica manejaba al lanzador hasta el montículo en un carrito que tenía sólo dos puestos, por lo que a Marcano le tocaba correr detrás del carrito para poder acompañar a Sánchez hasta el montículo. Siempre me dio risa ver esa escena”, agrega Graczyk.
 
   La persona que mejor conoció a Marcano durante su estadía en Japón fue el cubano Roberto “Chico” Barbón, el primer latinoamericano en jugar en la liga que luego trabajó como intérprete personal del venezolano durante las 8 temporadas que disputó con Hankyu.
 
   “Cuando Marcano llegó a Japón, yo era el manager del segundo equipo de Hankyu. Ese año teníamos también a otro extranjero, el norteamericano Bernie Williams, y como no había nadie que hablara ni inglés ni español, el gerente del equipo me pidió que fuera el intérprete de ambos y después de eso él y yo trabajamos juntos como por 15 años”, explica Barbón.
 
   “Muchas personas todavía lo recuerdan porque él tuvo muy buenas temporadas por aquí, siempre participaba en el Juego de las Estrellas. En aquel entonces Hakyu tenía un equipo muy bueno y él fue una parte muy importante del conjunto que ganó varios títulos en esa época”, añade.
 
   “Para mí, Marcano es el mejor segunda base extranjero que ha jugado en Japón. Han venido bastantes, pero para mí él fue el mejor, porque bateaba, corría y defendía muy bien. Él era el quinto bate del equipo y siempre que hacía falta un hit en un momento importante él era el que lo daba”, señala.
 
   Para aquel entonces, Barbón ya tenía 20 años viviendo en Japón, por lo que su fluidez en el idioma era completa y eso no sólo facilitó su trabajo como intérprete sino también la adaptación de Marcano a la liga, al país y a su cultura.
 
   “Su adaptación fue fácil porque él andaba conmigo para arriba y para abajo y yo lo ayudaba en todo. En esa época era muy difícil conseguir a un extranjero que hablara inglés en Japón, mucho menos español, por lo que todo se le hizo más fácil al poder contar conmigo para traducirle. Cada vez que necesitaba decirle algo a un coach o a cualquier otra persona yo le traducía, así que en ese sentido nunca tuvo problemas”, comenta Chico.
 
   “Como persona era muy alegre, siempre estaba cantando y bailando, con el típico sabor latino. Muchas veces nos fuimos él y yo junto a Bernie Williams a Roppongi, un popular distrito de entretenimiento de Tokio que visitan muchos extranjeros, a bailar y pasarla bien por allá. Fue una gran época la que compartimos juntos”, agrega.
 
   Luego de trabajar dos años como intérprete de Luis Mercedes Sánchez en Yomiuri Marcano regresó a Venezuela y Barbón perdió el contacto con él. Es por eso que cuando el venezolano Oswaldo Guillén visitó Japón en 1990 como parte de una serie de juegos amistosos entre las estrellas de las Grandes Ligas y las de la NPB, éste no perdió tiempo en irlo a buscar para preguntarle acerca de su amigo.
 
   Guillén jugaba para los Tiburones de La Guaira en la liga venezolana, que era el mismo equipo para el que jugaba Marcano, por lo que seguramente tendría noticias de él.
 
   “Yo me enteré que él estaba enfermo a través de Ozzie Guillén, que vino aquí con un tour de las Grandes Ligas. Yo lo fui a buscar al estadio para preguntarle si conocía a Marcano y cuando él me dijo que se estaba muriendo de cáncer yo no lo quise creer. Como una semana después me llamaron por teléfono para darme la noticia de que se había muerto. ¡Qué tristeza me dio! Nosotros compartimos muchas cosas juntos por aquí por más de 10 años, fuimos muy buenos amigos. Cuando yo les di la noticia a todos por aquí nadie lo quiso creer. Apenas tenía 39 años, era muy joven, todos quedamos muy sorprendidos”, describe.
 
   Robert Marcano murió de cáncer en Caracas el 13 de noviembre de 1990, pero su legado, tanto en Venezuela como en Japón, todavía perdura. “Si tú le preguntas a alguien por aquí acerca de Marcano, todo el mundo lo conoce”, dice Chico Barbón, su gran amigo en Japón.
Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado