Vie, 19 Abr 2024 16:23 PM

Coreano Dae Ho Lee empieza a rendir frutos en Orix

   Cuando los Búfalos de Orix anunciaron a principios del pasado mes de diciembre la contratación del famoso toletero surcoreano Dae Ho Lee, la noticia fue recibida con sentimientos encontrados por los fanáticos del equipo, la prensa y el público en general.
 
   Por un lado, resultaba muy atractivo poder añadir a la alineación del club una presencia tan imponente como la del gigante inicialista (mide 1,94 metros y pesa 130 kilos), pero por el otro, todavía estaba muy fresco el recuerdo del rotundo fracaso sufrido por sus compatriotas Seung Yeop Lee y Chan Ho Park en el equipo el año pasado.
 
   Ambos fueron contratados a principios de 2011 con la esperanza de producir números que llevasen al equipo a la postemporada, pero ninguno de los dos fue capaz de responder a las grandes expectativas que se tenían de ellos.
 
   Seung Yeop Lee se hizo famoso por conectar 56 cuadrangulares en una temporada en su país, lo que constituye un récord para el continente asiático, y en 2006, en la que fue su tercera campaña en Japón, demostró que tenía el talento suficiente para triunfar en la NPB al sonar 41 estacazos, remolcar 108 carreras y batear para .323 de promedio.
 
   No obstante, las lesiones no le han permitido jugar demasiado desde entonces y el año pasado, actuando como cuarto bate, apenas conectó 15 jonrones, empujó 51 carreras y bateó para .201 en 122 juegos, motivo por el cual fue dejado en libertad.
 
   Park llegó a Japón con mucha fanfarria luego de una exitosa carrera de 17 campañas en las Grandes Ligas y se esperaba que se convirtiera en uno de los miembros regulares de la rotación de abridores del club, pero luego de registrar un récord de 1-5 y una efectividad de 4.29 en 7 aperturas fue dejado en libertad a mediados de año.
 
   Orix, por supuesto, confía en que la historia no se repita con Dae Ho Lee y, tomando en cuenta su extraordinario curriculum, existen motivos para ser optimistas.
 
   Lee ha sido por años el cuarto bate de la selección surcoreana tanto en los Juegos Olímpicos (ganó la medalla de oro en Beijing 2008) como en el Clásico Mundial de Béisbol (fue subcampeón en la edición de 2009) y en las 11 temporadas que disputó con los Gigantes de Lotte en la liga de su país registró un promedio de .309, con 225 jonrones y 809 carreras empujadas.
 
   En 2006, se convirtió en apenas el segundo toletero en la historia del béisbol coreano en ganar la triple corona ofensiva tras sumar 26 cuadrangulares, 88 remolques y dejar un promedio de .336, y en 2010, completó una de las campañas ofensivas más dominantes que se hayan visto en cualquier parte del mundo al liderar la liga en nada menos que 7 categorías: promedio, jonrones, empujadas, anotadas, hits, porcentaje de embasado y porcentaje de slugging.
 
   Por si esto fuera poco, en 2010 también impuso un nuevo récord mundial de más partidos consecutivos conectando al menos un jonrón con 9, cifra que jamás se ha visto en las Grandes Ligas, la NPB o cualquier otro circuito del planeta.
 
   Sin embargo, como lo vemos cada año en la actualidad, los números que un jugador es capaz de registrar en una liga no se transfieren siempre con éxito a otras ligas del mundo cuando éste decide cambiar de aires en busca de nuevos retos.
 
   El cubano Roberto “Chico” Barbón, el primer latinoamericano en jugar en el béisbol japonés y un ávido fanático del deporte en ese país, fue uno de los más escépticos con respecto a la llegada del surcoreano a la NPB.
 
   Con 57 años de experiencia en la liga, casi todos ellos trabajando para Orix, Barbón rápidamente dio por descontado el fracaso del poderoso toletero. “Ese muchacho coreano que acaba de llegar, Lee, ése no va a hacer nada aquí. Fíjate, ha pegado 10 hits hasta ahora y todos ellos han sido sencillos”, nos comentó a mediados de abril.
 
   Ciertamente, su primer extra base no llegó sino hasta el 19 de abril, día en el que se fue de 5-3, con par de dobles, un sencillo y 4 carreras remolcadas, lo que le sirvió para elevar su promedio a un modesto .232.
 
   No obstante, desde entonces parece haber encontrado el secreto del éxito en el béisbol japonés porque en apenas un mes ha conectado nueve jonrones, lo que le ha permitido asumir el liderato de ese departamento en la Liga del Pacífico, y ha elevado su total de empujadas a 25, lo que lo convierte en el cuarto mejor productor de carreras de su circuito.
 
   Adicionalmente, se fue para la calle en 3 partidos consecutivos entre el 19 y el 22 de mayo y dejó en el terreno al equipo rival el 25 de mayo con un dramático hit en el cierre de la décima entrada, por lo que ya se está afianzando como el corazón ofensivo del club.
 
   Los fanáticos del equipo lo han apoyado desde el principio y además le compusieron una de las canciones más pegajosas que se le hayan dedicado a algún jugador este año en la NPB, por lo que cuenta con todo el respaldo necesario para triunfar en la liga.
 
   El único problema es que Orix, que tiene una de las mejores nóminas de la pelota nipona, se ha visto afectado por diversas lesiones y ha tenido un inicio de campaña terrible que lo vio incluso caer temporalmente al foso de la clasificación y que desde entonces no le ha permitido ascender más allá del quinto puesto.
 
   El club, que desea recuperarse del trauma de haber perdido el pase a la postemporada en su último juego del año en 2011, contrató a Lee con la esperanza de reforzar su ofensiva y tratar de evitar una nueva desilusión este año.
 
   Sin embargo y a pesar de que el gigante coreano ya despertó y parece estar en ruta a cumplir con las expectativas que se tienen de él, el futuro no luce muy alentador para un conjunto que aunque ha ganado 6 de sus últimos 7 encuentros todavía está en el quinto lugar de la tabla, 2 juegos y medio por detrás del cuarto lugar y 5 triunfos por debajo de .500.
 
   Ganar es el único remedio que necesita el equipo para curar sus males, pero incluso cuando logra tomarlo éste no parece estar surtiendo el efecto deseado.
 
   Sólo el tiempo dirá qué le ocurrirá a Orix en la campaña 2012 de la NPB, pero por ahora el panorama no luce demasiado esperanzador, incluso después del tan esperado despertar de su máxima figura ofensiva.
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