Los dominicanos Esteban Germán y Jorge Sosa, ambos en su primer año en el béisbol profesional japonés, están realizando una excelente campaña hasta ahora con los Leones de Seibu y los Dragones de Chunichi, respectivamente, si bien sus actuaciones no han acaparado los titulares de la prensa ni han causado demasiado revuelo entre los críticos.
Germán tuvo un comienzo de año espectacular al registrar el tercer mejor promedio de la pretemporada (.385) y despertar los elogios de los entendidos por su velocidad, su buena defensa y la intensidad de su juego.
Los medios deportivos nipones incluso especularon que tenía el chance de convertirse en el primer extranjero en ganar el título de bases robadas en 52 años, por lo que su manager, Hisanobu Watanabe, decidió utilizarlo como primer bate esperando que su buen contacto y su velocidad ayudaran al equipo a producir muchas carreras.
No obstante, el primer mes de la campaña fue nefasto para el caribeño. A principios de mayo su promedio estaba en .184 y apenas tenía 3 dobles y 6 empujadas, 3 de ellas obtenidas en un solo partido. Estaba claro que el experimento de utilizarlo como primer bate no estaba funcionando.
Watanabe, en su quinto año al mando de club y con sobrada experiencia conduciendo a sus jugadores a través de etapas difíciles, decidió bajarlo al sexto puesto de la alineación y también a utilizarlo en diversas posiciones defensivas para cubrir sus necesidades y desde entonces el isleño no ha dejado de responder a cada nuevo reto que se le presenta.
A la fecha de hoy, ha defendido el jardín central, la segunda y la tercera base, además de actuar ocasionalmente como bateador designado. Adicionalmente, ha ocupado el primero, quinto, sexto y séptimo puestos de la alineación y, salvo el primero, ha rendido muy bien en todos ellos.
Desde el 2 de mayo para acá suma 9 encuentros con más de un imparable (en comparación a sólo uno antes de esa fecha), promedia .295 en el plato y ha remolcado 19 carreras, lo que ha elevado su total de la categoría a 25 y lo coloca como el segundo mejor dentro de su equipo, detrás del cuarto bate Takeya Nakamura.
Esto sin duda es un logro extraordinario para un jugador del que sólo se esperaba que fuese primer bate y que anotara en muchas ocasiones, sobre todo cuando se tiene en cuenta que supera en empujadas al campo corto estrella Hiroyuki Nakajima, quien el año pasado fuera el segundo mejor remolcador de la Liga del Pacífico con 100.
En cuanto a las bases robadas, el veloz latino ha cumplido con algunas de las expectativas, ya que lidera a su equipo en ese departamento con 13 y es tercero en su circuito. El único problema es que el líder de la liga, Ryo Hijirisawa, casi duplica su total (25), por lo que será muy difícil disputarle la corona.
De cualquier manera, Seibu está más que satisfecho con su aporte, ya que ha respondido bien, tanto ofensiva como defensivamente, en todos los turnos y las posiciones que le han puesto a jugar. Se trata, sin duda, del mejor extranjero con el que cuenta el equipo este año.
Sosa, por su parte, ha transitado un camino similar hacia el éxito. Su rol de relevista intermedio en el equipo que tiene a los mejores abridores, al mejor set-up man y al mejor cerrador de toda la NPB prácticamente le impide lanzar con regularidad, pero cuando le han hado la oportunidad de hacerlo el espigado derecho no ha defraudado.
Este fin de semana registró su primer triunfo de la temporada y su vigésima aparición consecutiva sin permitir carreras, por lo que su efectividad de la campaña se mantiene en un impresionante 0.00.
Por lo general, cada vez que lo llaman al montículo lanza una entrada, pero en varias ocasiones ha lanzado dos, incluyendo la de este sábado cuando obtuvo su primer triunfo de la campaña. Adicionalmente, sus 24 ponches y apenas 6 boletos en 26 capítulos y dos tercios hablan muy bien de su control y de su capacidad de dominar la presión cada vez que sale a lanzar.
Con casi 10 años de experiencia en las Grandes Ligas y un anillo de campeón de la Serie Mundial a sus espaldas, no parece extraño que el derecho esté teniendo este tipo de éxito en la NPB. No obstante, muchos otros lanzadores que han llegado desde los Estados Unidos con un palmarés mejor que el suyo han fracasado rotundamente en Japón, por lo que no se debe restarle méritos a su desempeño.
Chunichi, que tiene varios de sus mejores brazos lidiando con distintas lesiones, ha encontrado en Sosa otra excelente pieza para su cuerpo de lanzadores, que sigue siendo el más completo de ambas ligas.
Adicionalmente, el equipo sigue sacando frutos de la buena relación que mantiene con Latinoamérica, en especial con la República Dominicana, al añadir otro gran brazo latino a sus filas, luego de haber firmado en años anteriores al dominicano Máximo Nelson y al venezolano Enyelbert Soto, quienes también han contribuido mucho al club desde el montículo.
Aún falta mucho camino por recorrer esta temporada, pero hasta los momentos Germán y Sosa están demostrando que tienen lo necesario para triunfar en la NPB, si bien sus actuaciones no han sido tan sobresalientes como las de otros latinos como Alex Ramírez, Tony Blanco y Wily Mo Peña, que por lo general acaparan los titulares de la prensa nipona.
La mejor de las suertes para ellos y que continúen sus éxitos.
