El difícil reto de ser el comisionado de la NPB

   Según reporta la prensa deportiva japonesa, varios de los equipos de la liga no aprobaron la extensión del contrato del actual Comisionado de la NPB, Ryozo Kato, cuyo período administrativo se terminaba el 30 de junio pero que de alguna forma fue extendido hasta el 12 de julio, cuando se realizará la próxima reunión de dueños de los 12 clubes.
 
   Si se toma como parámetro de medida la figura del Comisionado de las Grandes Ligas, que es responsable del bienestar de la organización en todos sus ramos (deportivo, laboral, de negocios, de relaciones públicas, etc.), podríamos pensar que el trabajo de su homólogo nipón está lleno de retos similares.
 
   No obstante, a pesar de que el comisionado japonés tiene, ciertamente, muchos retos que enfrentar, éstos son muy diferentes a los que su par estadounidense debe superar durante su mandato.
 
   La mejor manera de explicar las diferencias entre ambos es la siguiente: en las Grandes Ligas, el comisionado coordina los esfuerzos de todos los miembros de la organización con el fin de alcanzar un objetivo común; en Japón, por el contrario, los equipos trabajan en pro de sus bienes individuales y utilizan al comisionado como un simple mediador para resolver problemas logísticos menores.
 
   La Oficina del Comisionado de las mayores está a cargo de manejar el negocio de la industria y de repartir las ganancias generadas entre todos sus clubes; su par en la NPB, en cambio, sobrevive gracias al aporte económico que recibe de sus equipos –que últimamente no ha sido suficiente para cubrir sus gastos– y apenas se limita a administrar el calendario de los juegos.
 
   En los Estados Unidos el comisionado negocia con los equipos y la asociación de peloteros y, luego de llegar a un acuerdo, procede a trabajar. En Japón, los clubes con mayor poder e influencia casi siempre terminan imponiendo sus puntos de vista y el comisionado simplemente se limita a ser testigo de lo que ya ha sido decidido.
 
   Si bien durante su mandato Kato ha liderado algunas buenas iniciativas para mejorar la calidad de la NPB, lo cierto es que ha pasado la mayor parte del mismo relegado al papel secundario que normalmente se reserva para su puesto.
 
   Egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Tokyo y de la Escuela de Derecho de la Universidad de Yale, Kato fue el embajador de Japón en los Estados Unidos entre 2001 y 2008 y su designación como comisionado de la NPB en julio de 2008 despertó grandes expectativas debido a su prestigioso currículo.
 
   No obstante, dichas expectativas no se han cumplido. Su papel en el triunfo de la selección japonesa en el Clásico Mundial de Béisbol 2009 fue mínimo, ya que uno de los mayores retos que presentó el evento, la selección del nuevo manager del equipo, no fue resuelto por él sino por la influencia de los Gigantes de Yomiuri, quienes postularon con éxito a su propio estratega, Tatsunori Hara.
 
   Uno de sus mayores logros ha sido lograr instaurar, en 3 de las 4 temporadas que ha supervisado, una fecha única para el inicio de la temporada regular (la Liga del Pacífico, tradicionalmente, siempre empieza sus juegos primero). Sin embargo, la falta de coordinación hacia el final de la campaña, que todavía carece de una fecha única para finalizar todos los partidos del calendario, se mantiene y continúa produciendo esos terribles períodos muertos en los que los equipos clasificados deben esperar a veces hasta 3 semanas para comenzar a disputar la postemporada.
 
   Cuando a finales de 2010 el fracaso de las negociaciones entre el lanzador Hisashi Iwakuma y los Atléticos de Oakland puso en evidencia los muchos defectos del llamado Sistema de Traspasos y despertó el descontento de la Asociación de Peloteros, que de inmediato pidió cambios al mismo, su voz nunca se dejó escuchar y su intervención brilló por su ausencia, incluso cuando el problema se repitió en 2011 entre el campo corto Hiroyuki Nakajima y los Yanquis de Nueva York.
 
   Su rol durante la crisis generada por el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo de 2011 también dejó mucho que desear. Con el inicio de la temporada pautado para el 25 de marzo, la Liga del Pacífico decidió posponer el arranque de los juegos hasta el 12 de abril por respeto a las víctimas y para darle tiempo al país de recuperarse un poco del impacto emocional, pero la Liga Central insistió en comenzar la temporada en la fecha original.
 
   La presión de los fanáticos y de la Asociación de Peloteros ayudó un poco, pero fue finalmente la solicitud del gobierno la que obligó a la Liga Central a dar su brazo a torcer y postergar el comienzo de la campaña hasta el 12 abril, al igual que el circuito del Pacífico. Su intervención no se dejó sentir.
 
   La introducción de la pelota única al inicio de la temporada 2011 también representa un paso adelante para aumentar la calidad de la liga, pero la estrategia ha arrojado un efecto negativo inesperado: la caída dramática de la producción ofensiva en ambos circuitos debido a que la pelota escogida no corre tanto como las anteriores, lo que a su vez ha generado nuevas quejas de la Asociación de Peloteros y del público general, quienes solicitan su modificación.
 
   La ampliación de la Serie de las Estrellas de 2 a 3 juegos en 2011, que se decidió como una medida desesperada para aumentar los escasos ingresos de la Oficina del Comisionado y en contra del deseo de los jugadores, no puede contarse como un logro sino como una concesión de los peloteros para ayudar a la liga.
 
   Una buena idea también salió a relucir a finales de 2011, cuando se decidió disputar los partidos de postemporada de ambos circuitos en horarios distintos, de manera que los fanáticos pudieran ver todos los juegos en vivo. No obstante, la regla sólo se aplicó durante los fines de semana, por lo que el problema original persistió durante los días de semana.
 
   Hoy día, los problemas generados por los defectos del Sistema de Traspasos y la falta de movilidad de la nueva pelota persisten, a pesar de las solicitudes realizadas por la Asociación de Peloteros para corregirlos. Así mismo, la selección japonesa aún no ha dado su visto bueno para participar en el Clásico Mundial de Béibsol 2013. Su actuación frente a estos problemas simplemente no se ha dejado sentir.
 
   La continuidad de Kato como comisionado se debatirá en la reunión de los dueños de los equipos el próximo 12 de julio y según reportan los medios, los 6 clubes de la Liga del Pacífico votarán en contra de su renovación debido a lo poco satisfechos que están con su gestión. El problema es que los 6 clubes de la Liga Central parecen estar a favor de que continúe, por lo que resulta difícil pronosticar qué ocurrirá.
 
   En su defensa, el resto de los comisionados que han estado al frente de la NPB no ha logrado mucho más de lo que ha hecho Kato en estos 4 años, por lo que su mandato difícilmente pueda caracterizarse como un fracaso. Lo más probable es que, de escogerse un nuevo comisionado, nadie note la diferencia.
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