Hace un poco más de una semana la Asociación de Peloteros de la NPB realizó una reunión extraordinaria en Osaka para decidir acerca de la participación de la selección nacional en el próximo Clásico Mundial de Béisbol, que tendrá lugar en marzo de 2013.
Para la sorpresa y el escándalo de los fanáticos japoneses, los jugadores reafirmaron su posición de que no participarán en el evento hasta que no se resuelva el problema de la repartición de las ganancias del mismo, que ellos consideran injusta.
El año pasado éstos manifestaron su descontento de que las Grandes Ligas y su Asociación de Peloteros se quedaran con el 66% de las ganancias generadas por el torneo, mientras que la NPB y sus jugadores apenas recibieran el 13%, sobre todo considerando que más de la mitad de los patrocinadores del evento provienen de Japón.
“Nosotros les comunicamos nuestras inquietudes a las Grandes Ligas el año pasado y desde entonces no hemos recibido una sola respuesta. No puedo imaginar que ellos vayan a tomar algún tipo de acción a estas alturas”, declaró amenazante a los medios el jefe de la Asociación de Peloteros, Takahiro Aaria, antesalista de los Tigres de Hanshin.
Nuestra posición en esta disputa es bien clara y ya la hemos explicado en una columna anterior, La gloria no tiene precio. No nos oponemos a que los japoneses traten de obtener una mejor recompensa por su participación en el evento, pero lo que sí rechazamos rotundamente es su amenaza de no participar en el torneo pues los únicos que van a salir perjudicados con eso son ellos mismos, sus fanáticos y los fanáticos del resto del mundo que los queríamos ver jugar.
Nos preguntamos por qué no han realizado amenazas similares para tratar de resolver problemas que verdaderamente los afectan, como el criticado Sistema de Traspasos, que viola todos sus derechos, o la famosa pelota que no vuela, que tanto ha perjudicado a los bateadores de la liga.
Adicionalmente, tenemos que admitir que las excusas que están utilizando para defender su posición ponen al descubierto su falta de información acerca del problema y también una falta de madurez que demuestra que aún tienen mucho camino por recorrer a la hora de negociar para mejorar su propias condiciones de trabajo.
Jim Small, el vicepresidente de las Grandes Ligas para Asia, explica que los porcentajes mencionados por los jugadores japoneses son acertados pero no explican toda la historia de la repartición de las ganancias del torneo.
“Esas cifras son engañosas. Las Grandes Ligas cubren todos los gastos de organización del evento, que oscilan entre 6 y 7 millones de dólares. Además, los jugadores japoneses, sin contar el dinero que ganaron por ser campeones, recibieron un 45% más que los jugadores de las Grandes Ligas. El porcentaje de ganancias otorgado a los jugadores de las Grandes Ligas se repartió entre 120 jugadores, mientras que el porcentaje recibido por los japoneses se repartió entre apenas 28 peloteros”, detalló.
“Los fanáticos disfrutaron del evento y los jugadores también, pero tenemos que pensar también en la próxima generación de peloteros, que jugarán 10 o 15 años después de nosotros, por eso es que hemos tomado esta decisión tan difícil”, comentó Arai durante la reunión en Osaka.
¿Cómo ayudará a las futuras generaciones de peloteros japoneses la no participación del equipo en el evento? Las Grandes Ligas ya tienen a Taiwán en el círculo de espera como anfitrión substituto de la ronda asiática en el caso de que Japón se rehúse a participar en el torneo.
Considerando que el béisbol ya no es un deporte olímpico y que ese era el único otro evento internacional al que la NPB enviaba sus mejores jugadores con la esperanza de ganar los máximos honores de la disciplina para el país, lo único que logrará este boicot será negarle a todas las generaciones futuras de jugadores japoneses la oportunidad de demostrar su talento a nivel internacional.
Shinya Miyamoto, veterano antesalista de las Golondrinas de Yakult y anterior jefe de la Asociación de Peloteros, cree que el concepto general del torneo es erróneo y que un campeonato mundial de esa categoría debería ser organizado por un organismo internacional, en lugar de las Grandes Ligas.
“Puede parecer raro que hablemos de él en los mismos términos del fútbol, pero lo que nuestra asociación desea es un torneo verdaderamente internacional que sea organizado por una institución independiente”, señaló.
Eso suena muy bien, pero Miyamoto parece ignorar que dicha organización internacional ya existe –la Federación Internacional de Béisbol– y que la misma ha estado organizando un campeonato mundial del deporte desde 1940 que ni se acerca a la popularidad o cobertura que han generado los dos Clásicos Mundiales realizados hasta ahora.
Además, debemos admitir que las Grandes Ligas es la única organización en este planeta capaz de organizar un torneo como el Clásico Mundial. ¿Qué otra institución podría convencer a los 30 clubes de la Gran Carpa de ceder a sus mejores jugadores para que participen en el evento y además cubrir todos sus gastos y pagar por sus seguros en caso de que se lesionen?
En el futuro, cuando la NPB, la liga coreana y todas las ligas profesionales del Caribe crezcan y tengan la fortaleza económica suficiente como para negociar con las Grandes Ligas de igual a igual, entonces ya podremos pensar en un organismo internacional que gobierne a todas las ligas como lo hace la FIFA con el fútbol, pero hasta que eso ocurra tendremos que aceptar el torneo tal cual como lo tenemos ahora.
¿Y acaso podemos quejarnos? Para la mayoría de los fanáticos latinoamericanos el evento representa un sueño hecho realidad. ¿En qué otro evento tenemos la oportunidad de ver a los mejores jugadores de nuestras tierras vistiendo las camisetas de nuestros países compitiendo por un título mundial de la especialidad?
Sin duda nos hubiese gustado que nuestros mejores peloteros participaran en el campeonato mundial de béisbol de la FIB o en los Juegos Olímpicos, pero eso nunca ocurrió porque no había manera de convencer a sus equipos en las Grandes Ligas de que los dejaran participar.
Un torneo mundial de béisbol que cuente con la participación de los mejores jugadores del planeta sólo puede ser organizado, al menos en este momento, por las Grandes Ligas. O lo aceptamos como es, o nos quedamos sin nada.
Los jugadores japoneses dicen que no quieren participar porque no se les está pagando suficiente dinero. ¿Qué sentido tiene esto? ¿Se imaginan a Usain Bolt negándose a correr en los Juegos Olímpicos porque no le están pagando bien? ¿Se imaginan a Brasil diciéndole a la FIFA que no participará en el próximo mundial porque su remuneración es muy poca?
Técnicamente, la NPB es la que tiene el acuerdo con las Grandes Ligas para participar en el torneo, no su Asociación de Peloteros. Si existe algún tipo de desacuerdo entre la NPB y su Asociación de Peloteros eso es algo que se debe resolver entre ellos.
Si los últimos se niegan a participar, la NPB podría formar su equipo utilizando a los japoneses que juegan en las Grandes Ligas y a los que ven acción en ligas universitarias o independientes, pero obviamente esa no es la idea.
Toshimasa Shimada, un ejecutivo de los Luchadores de Nippon Ham que ayudó a resolver un desacuerdo entre las Grandes Ligas y la NPB el año pasado, es de la opinión que el descontento de los jugadores se debe a la falta de comunicación entre los mismos y la NPB.
“Es posible que la explicación que les dimos a los jugadores no haya sido muy clara. Vamos a reunirnos con ellos tan pronto como sea posible. Por un torneo de esta magnitud, seguramente podremos llegar a un acuerdo con ellos”, expresó.
Lo positivo de todo esto es que Japón ha sido el último equipo en confirmar su participación en todos los Clásicos Mundiales que se han disputado hasta ahora, siempre utilizando excusas similares a la actual, por lo que muy probablemente la historia se vuelva a repetir en esta ocasión.
Arai ya lo dejó entrever durante la reunión de la Asociación de Peloteros en Osaka. “Yo no creo que esta decisión sea final”.
