Jue, 18 Abr 2024 12:55 PM

Guía para entender la postemporada de la NPB

   El inicio de las series de postemporada de la NPB hace un par de días nos brinda una magnífica oportunidad para explicar con detalle cómo funcionan los playoffs en el circuito japonés, que a pesar de lucir muy sencillos son bastante más complicados de lo que parecen.
 
   Les advertimos de entrada que si al terminar de leer este artículo todavía se sienten confundidos y creen no haber entendido bien las reglas que rigen la postemporada nipona no deben preocuparse, mucha gente comparte ese mismo sentimiento.
 
   Comencemos por aclarar que el nombre oficial de la postemporada japonesa es la Serie Clímax (a pesar de tratarse del béisbol japonés, el nombre original está en inglés, Climax Series). Como habrán notado, se trata de una denominación que utilizamos muy poco en nuestra página porque, francamente, no suena bien traducida al español.
 
   Así mismo, es bueno aclarar que los playoffs de la NPB son relativamente nuevos. Comenzaron a disputarse en 2004 en la Liga del Pacífico y en 2007 en la Liga Central, por lo que todavía se encuentran en plena infancia. Antes de esas fechas, el primer lugar de la tabla era declarado campeón del circuito y clasificaba directamente a la Serie de Japón, el equivalente japonés a la Serie Mundial de las Grandes Ligas.
 
   A simple vista, el formato de la Serie Clímax es bien sencillo. Los 3 primeros clasificados de cada liga avanzan a la misma. En su primera fase, el tercer lugar se enfrenta al segundo en una serie al mejor de 3 juegos. El ganador avanza a la segunda fase, donde se medirá al primer lugar en una serie al mejor de 7 juegos para determinar al representante del circuito en la Serie de Japón.
 
   El primer clasificado de cada circuito recibe el título de Campeón de Liga en una idea similar a la de los campeones divisionales que se utiliza en las Grandes Ligas. No obstante, dicho título no le garantiza a ese club su presencia en la Serie de Japón, ya que no podrá disputarla si pierde la segunda fase del playoff.
 
   Hay quienes critican esta regla alegando que el campeón de liga debería ser, por definición, el representante del circuito en la final. Personalmente, no nos molesta porque un equipo que termina primero en la tabla tras una temporada de 144 juegos merece un título, no sólo la ventaja de jugar en casa durante los playoffs.
 
   Además, hay que tener en cuenta que resulta muy difícil aplicar en la NPB el mismo formato de las Grandes Ligas, que incluye series divisionales y series de campeonato de liga, ya que ésta sólo cuenta con 12 equipos.
 
   Pero poniendo esta regla a un lado, todo lo demás luce normal. Los playoffs de cada liga consisten de 2 series, una al mejor de 3 juegos y la otra al mejor de 7, que es algo que puede verse en cualquier otra liga de béisbol del mundo.
 
   No obstante, aquí es donde empiezan a aparecer las diferencias que convierten a la postemporada del NPB en la más complicada del planeta.
 
   En primer lugar, el segundo clasificado de cada liga tiene la ventaja de jugar en casa todos los partidos de su serie ante el tercer lugar. Eso de jugar dos juegos como local y uno como visitante, como se haría en las Grandes Ligas, no existe.
 
   Por si esto fuera poco, el segundo clasificado cuenta con la ventaja adicional de ser el “cabeza de serie” en el enfrentamiento, por lo que si la serie llega al tercer juego igualada a un triunfo por bando, a éste le bastará apenas un empate para avanzar a la siguiente fase.
 
   Los empates, que también están permitidos en la postemporada, no cuentan a favor o en contra de los equipos, salvo en el partido decisivo de una serie, en cuyo caso favorecerán al “cabeza de serie”.
 
   Es decir, en la primera fase del playoff, el segundo lugar puede avanzar a la siguiente ronda con dos triunfos, con un triunfo y un empate o con tres empates, mientras que el tercer lugar debe ganar dos partidos o ganar uno y limitar a su rival a dos empates.
 
   Luego, en la segunda fase, el campeón de liga también tiene la ventaja de disputar en casa todos los partidos de su serie ante el ganador de la primera fase y de ser el “cabeza de serie” del enfrentamiento, pero como si esto no fuera suficiente tiene además la ventaja de comenzar la serie con un triunfo de ventaja sobre su rival.
 
   Es decir, el campeón de liga puede avanzar a la Serie de Japón con 3 victorias, 2 victorias y un empate o 2 victorias y 2 empates, mientras que su rival debe ganar 4 juegos o ganar 3 y empatar 2 veces para lograrlo.
 
   Como se imaginarán, estos parámetros de juego pueden producir situaciones muy engorrosas, como la que ocurrió el año pasado en la segunda fase del playoff de la Liga del Pacífico entre los Halcones de SoftBank y los Leones de Seibu.
 
   SoftBank, que era el cabeza de serie, lideraba la serie 2-0 (3-0, si contamos el triunfo de ventaja) al momento de llegar al tercer juego (o el cuarto, como ustedes prefieran). Tras 11 intensas entradas la pizarra estaba igualada a una carrera y en el inicio del duodécimo episodio Seibu, que era el visitante, no logró anotar carreras, lo que garantizó en ese momento que SoftBank, como mínimo, obtendría un empate y, por lo tanto, su pase a la Serie de Japón.
 
   Los jugadores saltaron de inmediato al campo a celebrar su clasificación sin darse cuenta de que, como el partido estaba empatado, todavía tenían que disputar la parte baja de la entrada. El resultado ya estaba decidido y realmente no hacía falta disputar el cierre de ese episodio, pero después de unos 10 minutos de retraso los umpires lograron restablecer el orden y mandaron a que continuara la acción.
 
   SoftBank logró anotar una carrera en la parte baja del capítulo y ganar el partido, pero la anécdota de tener que disputar una media entrada inútil quedó para siempre grabada en la historia de la postemporada de la NPB.
 
   Afortunadamente, las reglas del cabeza de serie, de jugar todos los partidos del enfrentamiento en el estadio de uno solo de los equipos y del triunfo de ventaja desaparecen en la Serie de Japón, cuyas normas son casi idénticas a las de la Serie Mundial.
 
   La liga que haya ganado la Serie de las Estrellas contará con la ventaja de jugar hasta 4 encuentros en casa bajo el típico formato 2-3-2, con los otros tres partidos disputándose en el estadio del equipo rival.
 
   Los empates siguen estando permitidos, pero el límite de entradas por partido se incrementa de 12 a 15 antes de declarar el empate. A diferencia de los playoffs, en la Serie de Japón los empates no cuentan en lo absoluto, de manera que un equipo debe ganar 4 partidos para poder coronarse campeón, independientemente del número de empates.
 
   Por ejemplo, los Bravos de Hankyu “barrieron” 4-0 en 6 juegos a los Carpas de Hiroshima en la serie de 1975, luego de que dos partidos terminaran empatados. Así mismo, los Leones de Seibu superaron 4-3 en 8 juegos a los Carpas de Hiroshima en la serie de 1986, luego de que se registrase un empate.
 
   Así es que funcionan los playoffs en el béisbol profesional japonés. ¿Les quedó claro?
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