Aun sin sus estrellas, Japón brillará en el Clásico Mundial

   La reciente decisión de varios jugadores japoneses que están activos en las Grandes Ligas de no participar con su selección en el venidero Clásico Mundial de Béisbol ha causado conmoción y decepción entre críticos y fanáticos, quienes consideran que el actual bicampeón asistirá al torneo con un equipo de inferior calidad.
 
   No obstante, ese no es el caso. A pesar de las bajas, el conjunto nipón cuenta con una generación de relevo brillante que sin duda dará la talla en el campeonato. Es probable que no vuelva a ganarlo, pero no por sus bajas sino porque simplemente no podrá continuar ganándolo indefinidamente.
 
   De los cinco jugadores que hasta ahora han anunciado su decisión de no participar, la ausencia más delicada será la de Yu Darvish, quien es sin duda el lanzador más talentoso que haya dado su país. Su experiencia, la gran calidad de sus lanzamientos y el hecho de que se encuentra en el mejor momento de su carrera representan una baja sensible para su equipo.
 
   Sin embargo, el espigado derecho no hubiese podido lanzar en todos los partidos ni tampoco hubiese podido ganar un juego por sí solo, por lo que su ausencia afectará un poco a sus compañeros, pero no demasiado.
 
   Lo mismo ocurre con Hiroki Kuroda y Hisashi Iwakuma. Ambos son grandes lanzadores, pero pueden ser fácilmente remplazados por los otros excelentes serpentineros que están activos en la NPB. Si existe un área en la que el conjunto nipón tiene talento de sobra es en su cuerpo de lanzadores.
 
   Ichiro Suzuki será extrañado por su estatus de estrella y por su experiencia en los dos torneos anteriores, en los que ayudó al equipo a titularse campeón, pero no por su juego. Excluyéndolo a él y a Norichika Aoki, que este año debutó con buen pie en la Gran Carpa con los Cerveceros de Milwaukee, Japón cuenta con al menos 5 jardineros de calidad que pueden batear, correr y defender con tanta o mayor calidad que ellos.
 
   El manager de la selección japonesa, Koji Yamamoto, ya ha dicho públicamente que no tendrá problemas en formar un equipo compuesto sólo de peloteros que juegan en la NPB y los críticos locales creen incluso que será mejor así, pues de esta manera no existirán problemas de disciplina ya que los atletas que vienen de las Grandes Ligas tienden a no seguir el mismo ritmo de trabajo del resto de sus compañeros.
 
   En realidad, el área más débil que tiene el equipo es la zona de poder de la alineación. De tener opciones las tiene, pero las lesiones las han reducido casi a cero. El candidato ideal para ocupar el rol de cuarto bate es Takeya Nakamura, el tercera base de los Leones de Seibu, quien viene de ganar el título de jonrones de la Liga del Pacífico en 4 de las últimas 5 temporadas.
 
   Sus 1,75 metros de altura y su aparente sobrepeso (102 kilos) esconden una habilidad tremenda para leer los lanzamientos rivales y para pegarle a la pelota con tanto poder como lo hacía el venezolano Alex Cabrera en sus mejores años. No obstante, fue operado en su rodilla izquierda el 25 de octubre y se teme que no pueda recuperarse a tiempo para disputar el torneo.
 
   En su ausencia, el remplazo ideal sería Shinnosuke Abe, el receptor de los Gigantes de Yomiuri que este año estuvo a punto de ganar la triple corona en la Liga Central. El único problema es que éste también se ha visto afectado por diversas lesiones. En su caso, sí se espera que se recupere a tiempo para jugar el campeonato, pero habrá que esperar para confirmarlo.
 
   El bateador designado de los Luchadores de Nippon Ham, Sho Nakata, es el próximo en la lista, pero la fractura de uno de los dedos de su mano izquierda durante la Serie de Japón lo mantiene fuera de acción. Al igual que Abe, debería recuperarse a tiempo para el evento, pero también habrá que esperar para ver si eso es cierto.
 
   La otra opción para el puesto sería la de Shuichi Murata, el antesalista de Yomiuri, quien precisamente fue el cuarto bate del conjunto en el Clásico Mundial de 2009. Su poder sobre el plato ha disminuido en las últimas 3 campañas, pero su buena actuación este año lo convierte en un remplazo digno si las 3 primeras opciones no están disponibles.
 
   Abe, de estar sano, será el receptor titular, pero si no puede ocupar ese rol existen varios sustitutos que podrían remplazarlo. Ninguno podrá igualar su calidad ofensiva, pero todos ellos sí podrán ofrecer garantías a la defensiva.
 
   El veterano Motonobu Tanishige, de los Dragones de Chunichi, sería una posibilidad debido a su experiencia detrás del plato. Shinya Tsuruoka, de los Luchadores de Nippon Ham; Motohiro Shima, de las Águilas de Rakuten; y Ginjiro Sumitani, de los Leones de Seibu, son los otros candidatos al puesto.
 
   En el cuadro el conjunto deberá cubrir las ausencias de Hiroyuki Nakajima, campo corto de los Leones de Seibu, y Kensuke Tanaka, segunda base de Nippon Ham, ya que ambos están buscando trabajo en las Grandes Ligas y muy probablemente no podrán disputar el torneo.
 
   El veterano Atsunori Inaba, que tuvo un gran año con Nippon Ham, es una gran opción para cubrir la primera base, pero podría ser sustituido por otro jugador de mayor poder ofensivo que pueda adaptarse a esa posición. La responsabilidad de cubrir la segunda base recaerá sobre Yuichi Honda, ganador del Guante de Oro con los Halcones de SoftBank, o el veterano Hirokazu Ibata, de Chunichi.
 
   Nakamura es el candidato ideal para la antesala, pero como es duda debido a su operación puede que su puesto sea ocupado por Nobuhiro Matsuda, de SoftBank, quien también se está recuperando de una lesión. En su ausencia, Murata será el responsable de defender esa posición.
 
   El campo corto será sin duda para Hayato Sakamoto, de los Gigantes de Yomiuri, que este año tuvo una temporada sencillamente espectacular: .311 de promedio, con 14 jonrones y 69 empujadas.
 
   Los jardines son el área más fuerte del equipo. Yoshio Itoi, de Nippon Ham; Katsuya Kakunaka, de los Marinos de Lotte; Seiichi Uchikawa, de SoftBank; Yohei Oshima, de Chunichi; y Hisayoshi Chono, de Yomiuri, se pelearán los tres puestos disponibles. Todos batearon por encima de .300 y tuvieron excelentes números ofensivos en general este año y tres de ellos ganaron el Guante de Oro en sus posiciones.
 
   Con respecto a los lanzadores, existe una gran variedad de donde escoger. Asumiendo que todos estén sanos, los abridores deberían ser Masahiro Tanaka (Rakuten), Tetsuya Utsumi (Yomiuri), Kenta Maeda (Hiroshima), Kazuki Yoshimi (Chunichi), Toshiya Sugiuchi (Yomiuri), Hirokazu Sawamura (Yomiuri), Kan Otake (Hiroshima) y Tadashi Settsu (SoftBank).
 
   El relevo intermedio debería estar a cargo de Tetsuya Yamaguchi (Yomiuri), Hirotoshi Masui (Nippon Ham), Naoya Masuda (Lotte), Masahiro Morifuku (SoftBank) y Takuya Asao (Chunichi), mientras que los cerradores deberían ser Kentaro Nishimura (Yomiuri), Hisashi Takeda (Nippon Ham) y Hideaki Wakui (Seibu).
 
   Es cierto que el equipo sería más fuerte con la inclusión de alguno de los veteranos que juegan en las Grandes Ligas, pero ante su ausencia este grupo de jugadores está más que capacitado para defender el bicampeonato que Japón posee actualmente en el torneo.
 
   Después de todo, el equipo que ganó el Clásico inaugural en 2006 sólo contó con dos jugadores provenientes de la Gran Carpa: Ichiro Suzuki y Akinori Otsuka.
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